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𝐈𝐧𝐝𝐮𝐬𝐭𝐫𝐢𝐚 𝐚𝐛𝐨𝐫𝐭𝐞𝐫𝐚 𝐚𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨

𝐏𝐨𝐫 Antonio Lopez Moreno

Un corazón noble, una mochila llena de sueños y un discurso romantizado, llevaron a Mayra Rodríguez a escalar en los más altos niveles ejecutivos de una clínica en Estados Unidos.

De nacionalidad mexicana, con las dificultades de ser migrante, pero con mucha pasión, llegó a dirigir una de las empresas de abortos más grande del continente.

Llegó a Estados Unidos a los 17 años. Tras culminar estudios de laboratorista clínico, como indocumentada recibió una oferta de trabajo de la cual no pudo desistir.

Desde bebés mutilados, mujeres con sumas complicaciones, tratos inhumanos, ambiciones desmedidas y nulo respeto por la mujer, Mayra asegura haber visto casi de todo en los 16 años que trabajó en la empresa “Planned Parenthood”.

El pasado miércoles estuvo en Hermosillo para participar en el Foro “La Estrategia y el Plan al Desccubierto”. Primera Plana platicó con ella en exclusiva, aquí la charla completa:

¿𝐐𝐮𝐢é𝐧 𝐞𝐬 𝐌𝐚𝐲𝐫𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫í𝐠𝐮𝐞𝐳?

Soy mexicana, nací en la Ciudad de México, me gusta decirlo con orgullo, soy Guadalupana de corazón y de nacimiento. Aunque no siempre fui así de católica.

𝐍𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐟𝐮𝐞 𝐚𝐬í, ¿𝐜ó𝐦𝐨 𝐞𝐫𝐚 𝐞𝐧𝐭𝐨𝐧𝐜𝐞𝐬?

Yo antes era una feminista de hueso colorado, de marchas, de gorritos rosas, ‘mi cuerpo, mi decisión’ por todas las calles, y cambié esa postura cuando vi la realidad.

¿𝐂𝐮á𝐥 𝐟𝐮𝐞 𝐬𝐮 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐢𝐦𝐩𝐫𝐞𝐬𝐢ó𝐧 𝐚𝐥 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫 𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐥í𝐧𝐢𝐜𝐚 𝐚𝐛𝐨𝐫𝐭𝐢𝐯𝐚?

Viniendo de la Ciudad de México, el aborto no era un tema de casa, en ese entonces el aborto no era legal en mi país, ni siquiera se hablaba de eso. Realmente esa fue mi excusa durante 16 años, que yo trabajaba del lado ‘bueno’, del lado que previene embarazos, que previene enfermedades.

¿𝐂ó𝐦𝐨 𝐟𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐥𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚?

Yo estaba muy agradecida con Planned Parenthood, yo creía que ayudaban a lograr el sueño americano, yo tenía que dar el 100%. Primero fui la asistente de la directora, después la directora de entrenamiento en todo Arizona, después de eso me hicieron directora de una clínica preventiva.

¿𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐬𝐞 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐫𝐚𝐧 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐜𝐥í𝐧𝐢𝐜𝐚𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐯𝐞𝐧𝐭𝐢𝐯𝐚𝐬?

Después me dieron la dirección de una clínica al norte de Arizona, y por último fui directora ya de tres clínicas, una ya de abortos.

𝐋𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚 𝐣𝐮𝐬𝐭𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐥𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐥 𝟐% 𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐚𝐛𝐨𝐫𝐭𝐨, 𝐢𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐨 𝐦𝐚𝐧𝐞𝐣𝐚𝐧 𝐝𝐚𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐚𝐛𝐬𝐨𝐥𝐮𝐭𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐚𝐥 𝐩𝐫𝐚𝐜𝐭𝐢𝐜𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬. ¿𝐐𝐮é 𝐨𝐩𝐢𝐧𝐢ó𝐧 𝐥𝐞 𝐦𝐞𝐫𝐞𝐜𝐞 𝐞𝐬𝐨?

Cuando alguien te dice que el porcentaje de complicación al practicar abortos es muy bajo, eso no es verdad, yo a diario veía complicaciones.

Falsificaban expedientes, los abortistas, a propósito, no reportaban las complicaciones para que las estadísticas no suenen a lo que son.

¿𝐏𝐨𝐫 𝐪𝐮é 𝐝𝐢𝐜𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐚𝐛𝐨𝐫𝐭𝐨 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐧𝐞𝐠𝐨𝐜𝐢𝐨?

Tratan a bebés de 14 semanas como basura, en una ocasión olvidaron la cabeza de un bebé adentro. Se le dijo al abortista: hay dos piernas, dos brazos, falta la cabeza. Y ahí estaba en peligro la mujer, pero a él no le importo, él quería ver pacientes cada 15 minutos. Es un negocio donde la mujer no vale nada.

¿𝐓𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐜𝐥𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐨?

Hubo un caso en bote de basura 120 bebés, cinco de ellos muy bien formados, de casi 40 semanas, que se entregan como desecho para crear energía, eso es algo nuevo para mí.

𝐘 𝐚𝐝𝐞𝐦á𝐬 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐢𝐧𝐝𝐮𝐬𝐭𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐞𝐧𝐞𝐫𝐠í𝐚, ¿𝐮𝐭𝐢𝐥𝐢𝐳𝐚𝐧 𝐟𝐞𝐭𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝?

Está la industria de los cosméticos, está la industria farmacéutica, detrás de Planned Parenthood existe una compañía famaceútica que es la que le crea los medicamentos que ellos venden y es la que ocupa esos deseos.

La Universidad de San Francisco lleva años practicando con los bebés por nacer, este año están practicando con la genitalia de bebés de hasta 28 semanas.

¿𝐘 𝐩𝐨𝐫 𝐪𝐮é 𝐞𝐧𝐟𝐨𝐜𝐚𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐟𝐮𝐞𝐫𝐳𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐥𝐚𝐭𝐢𝐧𝐚?

Estratégicamente todos los abortorios están ubicados donde la comunidad es altamente hispana y de raza afro, en Arizona no encuentras ninguna clínica donde viven los millonarios blancos.

¿𝐏𝐨𝐫 𝐪𝐮é 𝐞𝐧 𝐀𝐦é𝐫𝐢𝐜𝐚 𝐋𝐚𝐭𝐢𝐧𝐚 𝐬𝐞 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚 𝐡𝐨𝐲 𝐞𝐧 𝐝í𝐚 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐛𝐨𝐫𝐭𝐨?

El negocio se les está acabando en Estados Unidos, vemos que la batalla pro-vida está ganando terreno, pero es cuando vemos que quieren expandir el negocio a nuestras fronteras.