Suplen conteo poblacional
La forma de contabilizar a la población mexicana y sus condiciones de vida se modificará este año.
Por primera vez, el conteo de población y vivienda del INEGI, que se realizaba entre dos censos para actualizar los datos demográficos, será sustituido por la Encuesta Intercensal 2015.
Ésta se aplicará en 2 mil 457 municipios del País y, en lugar de contar hogar por hogar, tendrá una muestra de 6.1 millones de viviendas habitadas.
«En varios países, factores como el costo; el despliegue logístico para lograr el reclutamiento, la selección, el control y el seguimiento del personal, además de la poca disposición de la población por aportar sus datos, han provocado que sea necesario buscar formas alternativas para conocer la información requerida respecto del total de población, ya sea a través de registros administrativos o encuestas por muestreo», reconoce el INEGI en su portal.
Por otra parte, según las características generales de la encuesta, dadas a conocer por el organismo, contará con 95 preguntas: 39 sobre características de las viviendas y otras 56 sobre la población encuestada.
Carlos Galindo, ex funcionario del Consejo Nacional de Población (Conapo), consideró que la encuesta enfrenta retos en la confiabilidad de sus datos.
«La confiabilidad depende de la apertura que tenga INEGI a evaluar sus resultados: si nos da el diseño de la muestra, los planes de entrenamiento de los encuestadores, la plantilla, indicadores de desempeño, va a ser un ejercicio muy confiable», afirmó.
Además, los indicadores deben ser congruentes con los utilizados para el censo de 2010, a fin de no tener que cambiar estimaciones ya consideradas en políticas públicas.
Explicó que, del diseño de la muestra, dependerá la posibilidad de desagregar información sobre poblaciones específicas, las cuales deben tener una representación importante en la muestra.
Otro cambio importante, resaltó, será la forma de contar a personas indígenas y afromexicanas, al preguntarles a los encuestados si se autodescriben como tal.
Antes, describió Galindo, se les identificaba de acuerdo con la lengua que hablaban.
El documento de INEGI compara el costo estimado de la encuesta contra el de realizar otro conteo de población: el primero costará un aproximado de 2 mil 474 millones de pesos, con un costo per cápita de 103 pesos.
En cambio, argumenta, la realización de un conteo vivienda por vivienda sería de 6 mil 622 millones de pesos.
«En países como Estados Unidos es la tendencia, porque sale carísimo estar levantando censos, y si uno aplica varias encuesta muestrales con cierta reglas estadísticas, se puede obtener información similar a la de un censo», abundó Galindo.
El costo definitivo no ha sido dado a conocer por INEGI, destacó, dato fundamental para conocer el verdadero ahorro en el gasto.
La encuesta se levantará del 3 al 31 de marzo, y los resultados definitivos se darán a conocer en octubre.
REFORMA