Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
Jueves, 15 de Septiembre de 2016
“El Grito de Dolores”
ESTA NOCHE, como todas las noches que engalanan a los días 15 de septiembre, miles de mexicanos acudirán a sus plazas a gritar “vivas” a los héroes que nos dieron patria.
Es la fiesta. Es la algarabía. El relajo.
Pero más allá de estas celebraciones que nos unen alrededor de una fecha, marcha un país en cuyo horizonte –no tan lejano- dibuja nubarrones en una época en que no existe rumbo ni dirección y donde los liderazgos brillan por su ausencia.
El movimiento social es muy dinámico y las costumbres de hace 30 o menos años, las prácticas de entonces, han quedado en esa época. Habría qué preguntarnos si el mundo que vivimos hoy es mejor o peor que algún tiempo pasado.
Atrás quedó una educación en la que se resaltaban los valores nacionales. Hoy, materias como el Civismo han desaparecido y la memoria de las nuevas generaciones está olvidando cada día a nuestros héroes nacionales y un calendario cívico que exaltaba fechas para ponderar la grandeza nacional, se está enviando al archivo por leyes y reglamentos que privilegian el olvido.
En los años cincuenta y sesenta México vivió gobiernos que garantizaron un desarrollo estabilizador. Después, el populismo de Luis Echeverría mandó todo eso por el caño y los gobiernos tecnócratas desde Miguel de la Madrid a Ernesto Zedillo, encontraron la fórmula de controlar el dinero en las arcas oficiales, pero la desigualdad y la pobreza en las mayorías nacionales continuaba creciendo exponencialmente. Y llegaron las frivolidades de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Ahora, en pleno siglo XXI, discursos van y discursos vienen y las redes sociales permiten conocer las voces de todo el país, pero asemejan una cena de negros. No hay orden, no existe un camino seguro a seguir, el mañana es impredecible y la tabla de valores de los hombres y las mujeres ha variado de una manera radical.
Hoy existe apología del delito a través de los grandes medios de comunicación y “la libertad de expresión” lo permite. Hoy, el dinero compra a la justicia casi de manera abierta. Hoy, el máximo órgano impartidor de justicia en nuestro país se da el lujo de perder toda credibilidad, al juzgar en base al sentimiento que surge del deseo natural de las personas, dejando del lado las razones propias de estadistas con visión.
La frivolidad gana más terreno cada día. Por ello hoy nadie respeta al Presidente de la República ni éste se da a respetar.
Ahora sí que México está convertido en “el monstruo de millones de cabezas” en la que cada cabeza es un mundo, muy diferente al otro, pero sin los denominadores comunes que se reúnen en aras de un ideal, de un proyecto de nación, de un amor a la patria, a la familia.
Por eso es que en esta noche del 15 de septiembre, una vez más miles de gargantas van a gritar sus “vivas” a México, a los héroes que nos dieron patria, pero si en estos momentos la patria gritara esperando el abrazo de todos sus hijos, correría el peligro de quedarse sola, ante las miles de opiniones que buscarían seguir su propio camino, no el que marcara la patria, porque la frivolidad y la egolatría son más poderosas que el posible amor que sintamos por nuestro suelo.
Los mexicanos necesitamos ahora un motivo muy especial que nos permita retomar el gran amor por nuestro país, para que lo antepongamos sobre cualquier interés personal o de grupo.
Por lo pronto, estamos nerviosos porque como nunca antes, cabe la posibilidad de que un declarado enemigo como Donald J. Trump, ocupe la presidencia de los Estados Unidos.
¿Estaríamos todos dispuestos a convertirnos en soldados para defender el suelo mancillado por un enemigo extraño? ¿Con la ausencia de valores que tenemos en esta segunda década del siglo XXI?
¿Yo? Lo dudo.
LA GOBERNADORA Claudia Pavlovich asistirá personalmente a la lectura del primer informe de gobierno municipal en cuatro ayuntamientos: Huatabampo, Bácum, Guaymas y Hermosillo… Dos ahora y dos mañana… Y esta noche presidirá por segunda ocasión la ceremonia del “Grito” desde Palacio de Gobierno.