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Presión y discriminación dentro de Policía Municipal

Por Gerardo Moreno/

Alrededor de 80 policías denuncian falta de claridad en los exámenes antidoping del C3; el hostigamiento en la corporación ha subido de tono e incluso comienza a generar problemas en sus familias

¿Cómo te atreves a decirme que no tome y no fume, cuando tú consumes drogas? Es la pregunta que alrededor de 84 oficiales de la Policía Municipal tienen que enfrentar con sus hijos al llegar a sus casas. Ya que, sin información transparente y precisa, les notificaron que salieron positivos en el examen antidopaje que el Centro de Evaluación Control y Confianza (C3) le realizó hace alrededor de dos años y debían renunciar.

La historia es recurrente con los oficiales, y ante las presiones y hostigamientos que las autoridades de seguridad pública municipal les hacen a diario han decidido manifestar su inconformidad.

Fue en 2010 cuando les realizaron las pruebas que el C3 solicita para todo personal que trabaje en seguridad pública de los tres niveles de Gobierno. Sin embargo, y a pesar que los reglamentos piden que sea en un plazo no mayor a seis meses para notificar los resultados. En enero les notificaron a 84 oficiales que salieron positivos en el dopaje, pero sin decirles a que sustancia ni en qué grado su cuerpo traía la sustancia y por lo tanto debían renunciar.

El oficial Vicente Hernández platicó su historia: Él es técnico mecánico y entró a la Policía Municipal por convicción de servicio. Ya que dijo pudo practicar su carrera pero prefirió proteger a los hermosillenses. Asegura que nunca ha consumido droga, ni mariguana, ni cocaína, ni metanfetaminas, nada.

En agosto del 2010, por cuestiones del mismo trabajo, tuvo que ir al hospital Chávez por deshidratación, donde le recetaron medicamentos y en especial uno muy fuerte para poder dormir, el cual tenía que consumir por tres meses.

En septiembre le tocó ir a hacerse las pruebas del C3 y con la receta número 4752 del ISSSTESON en mano, se la mostró a quien le haría las pruebas de dopaje, haciéndole saber que estaba tomando ese medicamento y que si algo le salía en el examen sería esa medicina prescrita. La encargada le dijo que no se preocupe y lo había anotado en el expediente. Y le practicaron las pruebas sin ningún “problema aparente”.

«Ahora después de dos años me dicen que salí positivo y al ir al C3 a averiguar que sustancia fue a la que salía positivo y todavía con la receta en mano me cierran las puertas en la cara y me dicen que no me pueden dar esa información», comentó el oficial Hernández.

Agregó ya con tono de desesperación, que acudido a todos lados. Las pedí por escrito al C3, solicité audiencia con el comandante Chang, incluso platiqué con el Alcalde López Caballero y no me resuelven nada.

Al ver que solo no obtendría repuestas se unió a los compañeros que están en la misma situación que en enero se juntaron y formaron la Asociación Nacional de Seguridad Pública que bajo la asesoría del abogado Rubén Castañeda dan seguimiento al caso.

Hostigamiento y represión

El representante legal de la asociación comentó que como el oficial Hernández hay varios casos que estaban tomando medicamentos y sin embargo ni en el C3 ni en la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, ni la Policía Municipal les informan a qué sustancia salieron positivos, para poder defenderse.

Al contrario, Castañeda, aseguró que desde que iniciaron los procedimientos legales del caso los oficiales han tenido problemas de hostigamiento, presión y discriminación. Los están presionando para que se cambien de dependencia o que renuncien.

Oficiales Policía
Oficiales de policía municipal y el asesor legal de la asociación que conformaron.

Explicó que los 84 oficiales fueron citados en las oficinas de recursos humanos del ayuntamiento donde el comandante Chang Baltazar les comentó que tenían 48 horas para renunciar por haber salido positivos en el antidoping del C3, pero no presentaron las listas completas, ni los resultados de las pruebas, ni documentación oficial.

Expresó que los oficiales y él mismo a través de todos los medios posibles, con escritos dirigidos al mismo alcalde López Caballero, al comandante Chang, al Secretario de Seguridad Pública Estatal, Ernesto Murro Palacio, al director del C3, han intentado que les informen de forma transparente a qué sustancia salieron positivos y por qué se les notificó con tanto tiempo de retraso.

Además que paren los hostigamientos y presiones que sufren los oficiales desde hace ya cuatro meses y que van desde desarmarlos frente a todos los agentes, diciéndoles que no pueden traer armas por ser drogadictos, hasta mandarlos a cuidar los carros de las comandancias, cuidar el tráfico, los traslados o al mismo hotel de arraigos sin chalecos antibalas, sin armas, ni patrulla, poniendo en riesgo su integridad física.

También los encargados de área no les permiten hablar. No los convocan a los turnos ni les aceptan ninguna opinión. Además como la clave para un drogadicto en la policía municipal es el 100, en tono despectivo los jefes les dicen a estos oficiales los “ciensosos” y en las hojas donde se ponen los turnos les marcan entre paréntesis a un lado de sus nombres «C3», para indicar que son los que salieron positivos en el dopaje.

Fue más claro al asegurar que los problemas de hostigamiento son tan graves que incluso ya pasaron del lugar de trabajo y han generado problemas dentro de las familias de los oficiales señalados. Ha habido casos de divorcios, problemas con los hijos e incluso intentos de suicidios de parte de los esposos y los mismos oficiales.

Rubén Castañeda aseguró que ya tienen dos amparos federales ganados para que los oficiales no sean destituidos por no presentar la información precisa. Y están tramitando uno más ante la Federación contra del director del Centro de Control y Confianza, ya que aseguró, el C3 de Sonora no está certificado aún ante la federación y por lo tanto no tiene facultades para certificar policías.

Piden justicia y que los dejen trabajar

El abogado Rubén Castañeda acompañado de los oficiales Carlos Amando Coronado y Vicente Hernández reiteraron que no están en contra de las evaluaciones del C3, solo que estas deben ser transparentes y respetuosas de los reglamentos y procedimientos que marca la Ley. Deben informarles dentro de los plazos si salieron positivos y a qué sustancia salieron positivos.

“La asociación la empezamos a formar a principios del año. Tenemos alrededor de 470 agremiados, tenemos estatales, de la Estatal Investigadora y municipales de todo el estado. Y absolutamente ninguno está en contra de las evaluaciones del C3, están de acuerdo, solamente si se llevan a cabo los procedimientos como lo marca la ley, en los tiempos y formas que lo establecen”, indicó el Licenciado Castañeda.

Manif polis
Manifestación de policías frente a Palacio de Gobierno

Por su parte los oficiales indicaron que en los exámenes que la Secretaría de Seguridad Pública (que pide la SEDENA) que les realizó en noviembre del año pasado para permitirles portar armas de fuego, salieron completamente limpios y que fue lo mismo para casi todos los elementos de la policía municipal excepto dos casos y agregaron que “cómo es posible que hace unos meses salimos negativos y ahora nos digan que en los exámenes de hace dos años nos hizo el C3 sí salimos positivos y nos exijan la renuncia”.

Indicaron que hay otros miembros de Seguridad pública municipal han salido señalados en las listas del C3 y no les hicieron nada, al contrario algunos de los jefes incluso los premiaron dándoles otros puestos más altos.

Reiteraron que lo que solicitan es que les informen de qué sustancia salieron positivos y puedan defenderse. Que los dejen trabajar y hacer carrera dentro de la corporación policiaca y solicitaron encarecidamente la intervención de las autoridades para que cesaran los acosos y discriminaciones.

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