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Bájale y que no se acabe la fiesta

Por Alberto Maytorena/

Las autoridades municipales mantienen diversos operativos para dar con los llamados ‘fiesteros’ y aplicar multas

En estas fechas, es inevitable ver gente celebrando las posadas de sus trabajos o simplemente reuniéndose con los amigos. Esto no tiene por qué significar algo malo, después de todo llevamos la fiesta en nuestro código genético. Parafraseando a Octavio Paz en “El Laberinto de la Soledad”, el mexicano ama las fiestas y reuniones públicas. Durante los días que preceden y suceden al 12 de diciembre, el tiempo se detiene, y en lugar de empujarnos a un mañana desalentador, nos ofrece un presente redondo y perfecto.

Sin embargo, cuando estas celebraciones implican obstruir calles sin permiso previo del ayuntamiento, poner la música en las bocinas a todo volumen e ingerir alcohol en vía pública, las personas involucradas se hacen acreedoras a múltiples sanciones, las cuales han aumentado 15% este año, según cifras dadas a conocer por el director de Inspección y Vigilancia, Sergio Orlando Flores. Uno de estos casos es el de Hugo, un muchacho de 26 años que, por discreción, prefirió que su identidad no fuera revelada.

“Me gusta celebrar con mis amigos, más que nada en las posadas, pero hace mucho que no hago fiestas grandes, luego los vecinos se molestan y llaman a la patrulla, y si no les das una feria (a los policías), te ponen multas muy grandes”, mencionó Hugo, al recordar una ocasión en que hizo una fiesta en unos departamentos sin pedirle permiso a sus vecinos. Cuando la policía llegó a advertirles que no siguieran, Hugo y sus amigos decidieron continuar con el festejo, lo que provocó que la policía llegara y les pusiera una multa de quince salarios mínimos, “y ahí sí todos los que fueron a la fiesta me dejaron la bronca a mí”, añadió sonriendo tristemente.

El Bando de Policía y Buen Gobierno del Municipio de Hermosillo, en su artículo 157, establece que causar escándalo en lugares públicos o privados cuando se afecte a personas recibirá una multa de tres a cinco veces el salario mínimo diario vigente en Hermosillo al momento de imponerse la infracción (de ciento noventa y cinco a trescientos veinticuatro pesos), mientras que el sólo hecho de producir ruidos que perturben la paz de las personas se gana una multa de tres a cinco veces el salario mínimo.

Por otro lado, la persona que use en lugares públicos bocinas, amplificadores o cualquier aparato de sonido que moleste a terceros, se hará acreedor a una multa de diez a quince veces el salario mínimo (de seiscientos cuarenta y ocho a novecientos setenta y dos pesos).

Así también se ganará una multa de quince a treinta veces el salario mínimo (de novecientos setenta y dos a mil novecientos cuarenta y tres pesos) en caso de que se esté celebrando sin permiso (ni de vecinos ni autoridades), una reunión o baile en casa particular, y que provoque molestias a los vecinos.

Hay qué tomar en cuenta estas amonestaciones cada vez que se prepara una fiesta, sobre todo en la segunda mitad de este mes.