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‘Se debe reenfocar la política agraria’

Howard G. Buffett es conocido en Estados Unidos por manejar su propia granja en Arizona, preparar día a día su desayuno, administrar sus empresas y una fundación que busca erradicar el hambre en más de 80 países del mundo.

También es conocido por ser el heredero de uno de los hombres más ricos del mundo, Warren Buffett.

El hombre que come en restaurantes de comida rápida y bebe Coca Cola, marca de la que por cierto es propietario, visitó Sonora para platicar ante ministros de agricultura de países como China, India, Pakistán, durante una cumbre que busca la seguridad alimentaria en trigo.

Pero antes del evento, compartió unos minutos con REFORMA.

Con su carácter despreocupado bromea sobre el sitio donde se sentará y sobre Carlos Slim, quien tiene «algo de razón» cuando prefiere la creación de empleos a la filantropía.

«Realmente concuerdo con Carlos, aunque él tiene más oportunidades de estar equivocado, porque él se dedica a los grandes negocios», dice con una sonrisa.

«Me refiero a que los negocios pequeños son grandes contribuyentes en la generación de empleos, en Estados Unidos los negocios pequeños generan más empleos que las grandes corporaciones».

«Creo que el punto que Carlos quiere remarcar es que si se quiere aliviar la pobreza, la solución es la independencia económica y ésta viene cuando tienes un trabajo; concuerdo totalmente con ello».

«Siempre habrá gente que necesite apoyo de caridad y tienes que ver cómo crear soluciones para esos grupos, muchas de esas personas pueden ser independientes con la creación de empleos y la oportunidad de trabajar; creo que Carlos Slim realmente tiene la razón en lo que dice», señala.

Sin embargo, en la práctica, Buffett es un filántropo; la fundación que lleva su nombre apoya a pequeños productores agrícolas no sólo con semilla, sino con asistencia técnica y otros insumos, en busca de combatir el hambre.

En este sentido, considera que las políticas agrarias de países como México deben enfocarse en hacer exitosos a los pequeños agricultores, que son la clave para la seguridad alimentaria.

«México ha pasado por algunos retos políticos en la comunidad agrícola, creo que una de las cosas más importantes para México debe mirar realmente sus políticas y entender las consecuencias de esas políticas».

Por otra parte, señala que el mundo siembra cada vez más transgénicos y su uso es polémico en algunos casos.

Buffett está del lado de utilizar semillas de cruzas convencionales mientras se analiza el mayor tiempo posible los riesgos o beneficios de los organismos genéticamente modificados.

«Existen muchas opciones, no creo que seleccionar una sola opción es la forma correcta de actuar, existen opciones para las preferencias de cada quien y para las técnicas de producción de cada quien.

«Creo que en Estados Unidos la mayoría de los plantíos en la actualidad son de organismos genéticamente modificados, pero también crecen en Brasil; en Europa la mayoría de los países no los siembran, depende de las preferencias.

«Creo que será mejor mientras más tiempo tengamos la oportunidad para ver los beneficios y los riesgos», señala.

Dice que la gente siempre debe de tener la opción sobre lo que quiere y no quiere hacer, y lo más importante, que esté basado en la ciencia, qué tipo de producción, qué semilla, el agua que ha de usar, todo lo que pueda ayudar en la lucha contra el hambre.

Sin empacho, Buffett abre una botella de refresco y bebe de ella; su padre Warren dice tomar cinco al día.

Al preguntarle sobre la paradoja de México, donde por un lado existe el problema de obesidad y zonas marginadas con hambre, señala que el problema no es exclusivo de México y mira hacia su propio País, donde también existe el problema.

Asegura que la refresquera hace lo posible por informar a los consumidores sobre prácticas saludables, pero deja en manos de los gobiernos combatir el hambre y propiciar una vida sana.

«La gente cree que Coca Cola es solo el refresco, que es por cierto la marca más grande del mundo, pero es mucho más que eso; lo que Coca Cola ha hecho y sigue haciendo en este país y en otros países, es trabajar con el Gobierno para ver cómo balancear las dietas, balancear la actividad física, educar en nutrición, ese es el valor que una compañía como Coca Cola puede tener», indica.

Destaca que en EU existen 15 millones de personas con inseguridad alimentaria y eran 37 millones hace seis años.

«En el país más rico del mundo 15 millones de personas no saben cuál será su próxima comida, así que nosotros debemos también saber por qué», dice.

Señala que todas son subcircunstancias muy complicadas, que implican lo político, cuestiones sociales e interraciales y culturales, por lo que muy difícil resolver este problema, pero persiste a muchos niveles.

En algunos países como Guatemala tienes tasas de desnutrición como en cualquier país de África y creeríamos que no los hallamos en EU, pero hay sexto de la población con este problema.

«Es muy importante darse cuenta de que los pequeños productores son parte de la solución, pero en muchos casos, las políticas no los apoyan, no estoy actualizado ni familiarizado con los detalles de cuáles son las políticas en México, pero cualquier país tiene ese reto de mejorar su producción de alimentos e incrementarla».

Rolando Chacón/REFORMA