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No abren casillas a tiempo, la gente se enoja

Por Imanol Caneyada/

A las nueve y media de la mañana, la mayoría de las casillas de la zona norte de Hermosillo no abrían aún por falta de funcionarios; en medio del desorden generalizado, entre las largas filas que se iban formando surgió la inconformidad y la molestia.

Desde las ocho de la mañana, Primera Plana llevó a cabo un recorrido por colonias como Pueblitos, Progreso y Solidaridad, al norte de la ciudad, y se encontró con que la mayor parte de las casillas, a pesar de la notable afluencia de gente, permanecían cerradas.

La causa: los funcionarios sorteados no habían acudido y la gente formada al principio de la fila se negaba a entrar como funcionario suplente.

¿A quién beneficia esto?, preguntaba un votante cuando nos identificó como prensa. A Padrés, al gobierno, al PAN, decía indignado.

Un joven, airado, comentaba: «Están chingue y chingue en la tele con que salgas a votar y a la mera hora te salen con esto».

A las nueve de la mañana, algunas casillas habían logrado completar los seis funcionarios con voluntarios y eran capacitados de forma exprés por representantes del INE y el IEE.

Pudimos detectar que otro de los problemas es que había bloques enteros de boletas sin sellar, por lo que los funcionarios aguardaban instrucciones de las instituciones electorales para proceder.

Un poco antes de las diez de la mañana, la gente, víctima del húmedo calor que se apoderaba de la mañana, comenzaba a abandonar las filas.

Una señora que estaba desde las siete de la mañana formada, pedía a la gente que no se fuera porque eso es lo que querían, que la gente no votara.

Según los representantes del IEE y el INE a los que consultamos, la instrucción que habían recibido era que si para después de las diez de la mañana no se completaban las mesas directivas de las casillas, abrirían con los que estaban ahí.

Junto con el enojo y la desesperación, hizo aparición la sospecha y muchos de los votantes nos comentaron que les daban dinero a los funcionarios de casilla para que no se presentaran y poner en las mesas electorales gente afín a uno u otro partido.

“Yo de aquí no me muevo, no me van a quitar el derecho a votar”, comentó una muchacha que estaba desde las seis y media de la mañana haciendo fila.

Especial: Cobertura de la Jornada Electoral

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