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Los nuevos retos del liderazgo

Por Juan Arturo Flores/

Hasta hace unos años, todo mundo vivía con la idea de que ser líder era ejercer el mando con mano dura y no tomar en cuenta la opinión de sus seguidores, simple y sencillamente porque el señor era el jefe y punto. Esos tiempos han cambiado; ahora, el nuevo reto de ser líder significa ser más sensible y preocuparse en verdad por los problemas personales de sus colaboradores, ayudarles a resolverlos y así tener más productividad en la empresa, pero también ayudar a las personas a creer en sí mismas y elevar su autoestima. Pero esa preocupación por los demás tiene que ser sincera porque hoy en día la gente está más consciente de sus habilidades y de su dignidad como personas y esto es un factor a favor del desarrollo de las organizaciones si se sabe aprovechar.

Ciertamente es muy difícil lo antes planteado porque hoy en día el tiempo corre rápido y asumir compromisos y problemas de otras personas por parte del líder es muy estresante y desgastante ya que el individualismo nos ha enseñado a preocuparnos solo por alcanzar las metas trazadas en números y dejar a un lado las relaciones intrapersonales con nuestros compañeros de trabajo y familiares, sin tomar en cuenta que si hacemos el esfuerzo por apreciar y valorar a nuestros colaboradores, a la larga se crea un ambiente de seguridad y confianza que hace que el talento y la creatividad fluyan para bien de la organización.

Los nuevos tiempos exigen que el líder tenga una clara visión de la organización, qué rumbo o dirección quiere tomar a largo plazo y sobre todo, saber comunicársela a sus colaboradores, hacer que estos la tomen como suya y comprometerse a alcanzarla trabajando duro.

Otro nuevo reto importante de los líderes es crear nuevos procesos de cambio para la organización fomentando nuevas normas de comportamiento positivas para dar paso a nuevas culturas de hacer las cosas, ya que la acelerada evolución de la sociedad trae consigo nuevas tecnologías. El líder tiene que saber aceptar las nuevas formas de aprendizaje para estar a la vanguardia si no quiere que su organización caiga en lo obsoleto y en el olvido.

Otro reto muy importante para el líder es cuando se es líder intermedio, es decir, cuando no se está en la cima; este líder intermedio tiene que luchar con varias situaciones como la frustración de no tener el control total de las cosas y estar limitado por su jefe para hacer cambios profundos en la organización y en la visión. Se puede llegar a tener un grado muy alto de estrés en esta situación porque no se tiene todo el poder pero sí toda la responsabilidad. Aquí el gran reto es saber controlar sus emociones y no tener un deseo demasiado grande por llevarse los méritos porque mayor será la frustración de estar en este puesto medio.

Ahora bien, hay un aspecto muy importante y poco tomado en cuenta por los líderes de hoy, es el liderazgo espiritual: ya hemos hablado de lo básico que implica que el líder se preocupe por la gente al ser más comprensivo y humanista, pero esto sería más fácil de alcanzar si el líder cuenta con una calidad ética y moral que arrastre con el ejemplo y hacer que también las demás personas se conviertan en líderes. Este tipo de liderazgo es el más importante porque es la única manera de conducir bien a las personas, hundidas cada vez más en lo material; muchas gente se preguntara ¿el líder nace o se hace? El liderazgo es cuestión de voluntad, precio que pocos están dispuestos a pagar, porque el liderazgo no es una posición, es una actitud, la cual se asume con trabajo de excelencia y congruencia en el decir y el hacer.