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Adiós a las Contralorías

Opinión de Heriberto Tapia/

El último clavo al ataud de las Contralorías, lo acaba de poner hace unas horas el Secretario de la Función Pública, Virgilio Arteaga al no encontrar ningún conflicto de interés ni acto ilegal alguno en la construcción de la famosa Casa Blanca de la esposa del Presidente y la del Secretario de Hacienda Luís Videgaray.

La verdad es que esta resolución al igual que todas y cada una de las que ha dado la Contralora ciudadana de Sonora, no sorprende a ningún mexicano ni sonorense interesado en los asuntos públicos de su comunidad. Hoy en cualquier parte del país, las Contralorías solo sirven para burocratizar el servicio público, para meterle miedo a los incautos, pero sobre todo sirven para ajusticiar -administrativamente hablando- a los que pertenecen a otro gobierno o a los que ya se van.

Desde su nacimiento en el gobierno de MMH, la SCGF duplicó la función que realizaba la Contaduría Mayor de Hacienda, que dependía de la Cámara de Diputados. En este caso, se trataba de un poder soberano vigilando a otro poder. En esa época, desde luego que no había tal vigilancia porque todas las estructuras eran priistas.

Años después se creó la ASF cuyos integrantes son elegidos por la CD y son los encargados de vigilar el gasto, el origen y aplicación de los recursos públicos de los 3 poderes de la federación. Puestas así las cosas, seguimos sin explicarnos como es que existe todavía en las estructuras de gobierno la Contraloria, por cierto una de las dependencias junto con la SRA que estuvieron a punto de desaparecer por iniciativa de FCH, situación que no progresó por el voto en contra de la bancada priista.

La verdad es que el SFP tuvo en sus manos la posibilidad de darle un poco más de vida, de oxígeno, a las muy inservibles Secretarías de la Contraloría. Pudo hasta fortalecer nuestra débil división de poderes con el Poder Ejecutivo ejerciendo su supremacía. Pudo incluso hasta enviar Actas de Apercibimiento, que no son otra cosa que unos coscorrones públicos por el mal ejercicio del poder, pero prefirió no arriesgar el pellejo o más bien su delicada piel.

Y como en México nos gusta replicar en cada estado lo que sucede en la élite gobernante del centro del país, digame usted si cree aunque sea por asomo que la Contralora Ciudadana va a actuar siquiera con un citatorio contra cualquier compañero funcionario de la administración estatal? Por supuesto que no, porque las conductas entre los políticos aunque sean de diferente partido tienden a igualarse. Por que habría de resolverse algo en contra aquí a pesar de la evidente mala fe y dolo, cuando a nivel federal se perdonan las cosas?

Eso nos lleva a los meses por venir, en donde la impunidad no debe tener cabida. Así como ayer cuando con sorpresa nos enteramos que el Órgano Superior de Fiscalización del Edomex interpuso una denuncia penal contra el ex alcalde de Naucalpan, David Sánchez Guevara por peculado de 60 millones de pesos y eso que es diputado federal electo.

Una de dos, o es un alcalde que aún siendo del mismo partido que el gobernador no es del mismo grupo, o dos, el delito fue tan obvio que no había forma de dejarlo pasar. Peculado de 60 millones de pesos. Aquí tan solo en la Dirección de Transporte desaparecieron 10 veces esa cantidad y la Contraloría como la Puerta de Alcalá, ahí está viendo pasar el tiempo.

Desde el punto de vista de la AP, este es el momento adecuado para desaparecer las Contralorías y darle paso a la plena y total autonomía de la fiscalización por parte de los congresos estatales. El espíritu de la Constitución es que no debe haber supremacía de ningún poder sobre otro. Solo hay que aplicarlo.