Gonzalo Leaño, presidente de la AME: Los retos de los medios impresos, frente a la ola digital
Por Gerardo Moreno y Rigo Gutiérrez E./
En entrevista para “Primera Plana”, el presidente de la Asociación Mexicana de Editores (AME), habla sobre los retos que afrontan actualmente los medios impresos, frente a la ola de medios digitales
El Lic. Gonzalo Leaño Reyes reconoce que la prensa impresa en América Latina desde hace varios años camina por un proceso de transformación frente a las nuevas tecnologías. Ahora el reto para los dueños y editores de medios informativos, es adaptarse y permanecer brindado la información de calidad a los lectores, a través de las diversas plataformas digitales por donde se consume la noticia.
Tras su participación como conferencista en la Primera Bienal Diálogos que organizó el Foro Nacional de Periodistas y Comunicadores, en Hermosillo, Sonora, el presidente de la Asociación Mexicana de Editores (AME), sostiene que, al menos en el mundo occidental, los periódicos, revistas, y otros formatos informativos impresos, se mantienen muy vivos.
Y es que a decir del representante de los más de 125 periódicos asociados a la AME, uno de los motores principales de la permanencia del papel, tiene raíz en los valores como la veracidad. A continuación la charla completa con Leaño Reyes, quien fue fundador y director del periódico Ocho Columnas:
¿Cuál es la perspectiva que se tiene sobre la situación de los medios impresos frente al crecimiento de la ola digital, esta competencia entre los medios tradicionales y lo digital?
Se ha hablado mucho en los últimos 20 años sobre la muerte de los periódicos y la prensa impresa, que va ser sepultada por los medios digitales, la realidad es que la prensa impresa es un muerto muy vivo que se niega a morir. No será factible que desaparezcan los medios impresos, porque cada uno tiene un papel y representa una importancia estratégica y una necesidad de información de consumo.

La sociedad, el pueblo, el público se entera de los hechos que acontecen cada día con mayor rapidez y velocidad, los medios de comunicación con los instrumentos modernos: el internet, la televisión, los satélites, y todos los medios de comunicación instantánea, podemos darnos cuenta de lo que sucede en el mundo prácticamente en el momento que está sucediendo. Sin embargo la gente también se entera por la radio lo que acaba de suceder, un terremoto, volcamiento, asaltos; por la tarde o en la noche ven en los noticieros lo que acaba de acontecer; al día siguiente la gente busca el periódico impreso para saber qué sucedió, corroborar, leer con más detalle el hecho y los comentarios de los editorialistas. Y finalmente la gente interesada compra las revistas los fines de semana para leer con más detenimiento y oportunidad los temas que le interesa.
Los medios de comunicación son complementarios. Prensa, radio, internet, se complementan. Obviamente hay una mayor competencia y una tendencia muy fuerte, sobre todo en la juventud, de leer los periódicos a través de las tablets, sin embargo no ha desaparecido en el mundo occidental, salvo en un periódico en Sao Paulo que cambió su edición impresa por una digital. Este periódico tenía problemas laborales y no fue por los costos del papel, ni de la competencia del medio electrónico, sino para poder ellos despedir una gran cantidad de empleados que les costaban serios problemas económicos, optaron por cambio en su formato a electrónico. Es el único periódico en el continente.
No hay una tendencia real. Se ha hablado mucho de ello y efectivamente existe una tendencia cada día mayor, principalmente en estudiantes y en la juventud, de enterarse, pero esos mismos jóvenes tampoco compraban periódicos. Ahora sí están informándose, de lo que ocurre en el mundo, pero ya que cambie su espectro y su capacidad económica, pronto serán lectores de periódicos impresos.
Todavía queda en México esa cultura de confirmar información en los impresos lo cual le da un valor a los periódicos…
El lector trata de confirmar los acontecimientos en el periódico impreso. Lo escrito, escrito está. El testimonio tangible, archivable, es el testimonio del medio impreso.
Las palabras se las lleva el viento, lo que dice la radio o la televisión se olvida o se tergiversa. Si lo dijo Peña Nieto, o Beltrones, quién dijo lo que dijo, de uno a otro luego es un teléfono descompuesto… al final de tres personas cambia la información. Pero además, como lo mencionamos adolecen de fuentes confiables o creíbles, nadie los firma, nadie se responsabiliza por la veracidad de lo que se está diciendo.
¿En el mundo de los editores, los empresarios que generan medios informativos impresos, cuál es la expectativa que le dan al papel, porque hay quienes hablan de diez años?
Es un mito. Hace 20 años que están hablando de que van a desaparecer. Te repito, es un muerto que se niega a morir, un muerto muy vivo que no va morir.
¿Considera que esto de alguna forma obliga a los mismos editores hacer una transformación en sus medios informativos?
Lo que estamos haciendo los editores es tener páginas web de calidad. Hoy tenemos la edición impresa, una edición radiofónica, y una edición de páginas web que se está renovando cada día y que hace necesario que nosotros produzcamos nuestras propias páginas webs los diarios y en su inmensa mayoría la tienen.
Sus portales están renovando constantemente, al día siguiente presentan la edición impresa, pero se están adelantando con sus portales la información que generarán al día siguiente.
Esto lo hace Excélsior, Milenio, Novedades, gran parte de los diarios en provincia, etc. Nosotros en la página de la AME estamos subiendo constantemente la información de lo que está sucediendo en el país.
¿Cuál es el reto que tienen frente a las nuevas generaciones que se están integrando a los medios?

Capacitarlos, enseñarles y ponerlos en contacto con la realidad. Desgraciadamente, muchos jóvenes que se están integrando a la fuerza laboral, llegan con percepciones muy ajenas a la verdad y a la realidad, con mucha soberbia y prepotencia, creyendo que dominan el mundo y son los amos. La realidad es que deben ser cautos, cuidadosos, prudentes y humildes para no creernos los dueños absolutos de la verdad. Cuestionar los hechos, verificar la veracidad de lo que estamos diciendo y no convertirnos ni en jueces ni críticos. Tenemos que ser objetivos, imparciales, sobre la transmisión de los hechos y no ser jueces ni críticos de los acontecimientos, agregándoles nuestra interpretación de los hechos, juicios de condena o aprobación.
La información debe ser siempre imparcial, objetiva y veraz.
Como uno de los pilares dentro del área de comunicación en la UAG, ¿cuál ha sido el sello que se le ha impreso en los diversos cursos y seminarios de comunicación que se imparten?
Nosotros siempre hemos hablado de un tema básico que es la búsqueda de la verdad.
La verdad es una serie de acontecimientos comprobados y aprobados por la mayoría de la población que tiene una percepción de los hechos de cómo fueron, cómo son, y qué es real, basados en un principio de códigos de valores y principios que son inmutables. La verdad nunca cambia, lo bueno es bueno, lo malo es malo, lo bello es bello, son principios inmutables. La verdad no cambia.
Pero ahora en estos momentos que vivimos se cuestiona todo, lo viejo es malo, lo nuevo es bueno, lo viejo es cuestionable y eso es falso. Algo por ser viejo no necesariamente es malo. La verdad es inmutable, en el transcurso de los siglos no ha cambiado, sin embargo, la jauría de voces en medios de comunicación hablan de que lo bueno es lo joven, lo malo es lo viejo, los viejos son malos y los jóvenes son buenos, y hay jóvenes malo y viejos malos. No necesariamente por la belleza, por los atributos y cualidades de las personas, tiene que ver con su edad biológica o la novedad física de las cosas.