Por pugnas se vacía el Triángulo Dorado
BADIRAGUATO, SIN.- El Triángulo Dorado está desolado. El éxodo de familias por los enfrentamientos entre bandas delictivas rivales ha continuado durante la última semana. La disputa por el control del narcotráfico se ha agudizado en este sitio clave, ubicado entre Sinaloa, Chihuahua y Durango, cuna de productores y exportadores de droga. Ahí se encuentra La Tuna, una de las 530 comunidades que tiene Badiraguato y donde tiene su casa la madre de Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, aún líder del Cártel de Sinaloa.
Vecinos insisten en que el domicilio fue atacado por Fausto Isidro Meza Flores «El Chapo Isidro», que representa al Cártel de los Beltrán Leyva.
La guerra entre «Los Chapos» se agudizó tras las elecciones del 5 de junio; encapuchados de Isidro, fichado desde 2014 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, se internaron en la sierra para atacar a los integrantes del cártel de Guzmán Loera.
Hay una declaratoria de guerra abierta. A los pobladores se les refleja el miedo en el rostro, máxime porque previo al enfrentamiento armado sólo les dieron dos horas para bajar y abandonar el Triángulo Dorado.
El día 12 sacaron en avioneta a la señora Consuelo Loera, madre de «El Chapo» Guzmán y otros familiares fueron bajados hacia Durango.
La tensión escala entre los pocos pobladores que quedan de más de 300 comunidades. Algunas están prácticamente vacías, el éxodo de desplazados continúa a poco más de una semana de los enfrentamientos entre bandas delictivas rivales.
Desde Badiraguato hacia comunidades aledañas a La Tuna, tomadas por asalto por el Cártel de los Beltrán Leyva, se observa total calma.
No se observan retenes de ningún tipo. Ni marinos ni personal del Ejército patrullan la zona.
En el Triángulo Dorado no hay autoridad; cientos de personas vestidas de civil patrullan la carretera con radios de comunicación; a bordo de motocicletas, cuatrimotos y vehículos todos terrenos circulan desde Badiraguato hasta la mitad del camino que conduce hacia el Triángulo Dorado. Todos custodian el ingreso a la zona.
Piden suspender clases
Ante el clima de violencia en Badiraguato, autoridades educativas instruyeron a 230 maestros de escuelas, en su mayoría del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), con no más de 15 docentes cada una a suspender clases.
Los colegios se ubican en comunidades de Huixiopa, la Tuna, la Palma y Tamiapa, en la sierra de Badiraguato, donde los pobladores han reportado enfrentamientos. Gómer Monárrez Lara, secretario de Educación Pública y Cultura de la entidad, dijo que fue necesario disponer que los maestros no subieran a 12 comunidades, por la situación que se presenta, sobre todo porque los habitantes han salido de sus hogares. En sólo 16 escuelas, la mayoría del Conafe, las clases están suspendidas desde la semana pasada. El presidente municipal, Mario Valenzuela López, declaró que no se ha podido confirmar el número de planteles cerrados.
EL UNIVERSAL