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Otro gasolinazo presidente… ¿No tienen llene?

Por Feliciano J. Espriella/

La desesperación de quienes ven desmoronársele el país entre las manos sin saber cómo detenerlo se hace evidente con los recientes aumentos a los energéticos

Y ancestros femeninos, por la obviedad ni lo pregunto, pero ¿en qué quedamos entonces? Vivimos en una especie de antípoda del México que nos prometieron.

Peña Nieto y su corte de ineficientes integrantes del gabinete suben todo lo que nos ofrecieron bajar al tiempo que desciende todo lo que prometieron subir. Ofrecieron un país en movimiento y estamos más inmovilizados que nunca.

El candidato EPN ofreció que con las reformas estructurales el país avanzaría rápidamente, los salarios crecerían en términos reales y el poder adquisitivo se recuperaría. A cuatro años de distancia, el país va en franco retroceso, a la gente cada vez le alcanzan menos sus magros ingresos y los únicos pobres que han dejado de serlo, son los que el Inegi con malabares estadísticos les modificó el estrato social.

Prometieron la paz y la violencia ha aumentado. Toda la campaña se la pasaron presumiendo y jactándose de que ellos sí sabían gobernar y el país está más ingobernable que nunca. Las gasolinas y energéticos, nos dijeron que bajarían, pero en vez de ello los vemos crecer a velocidades vertiginosas y alcanzar niveles históricos.

Los mexicanos mal acabábamos de digerir el nuevo gasolinazo, cuando ya nos estaban anunciando otro incremento a las tarifas eléctricas, lo que representa además, un tácito reconocimiento del fracaso de dichas reformas que se utilizaron como presunta causa de ahorros que no se han dado.

Recibieron un peso fuerte con más de diez años de estabilidad y en menos de cuatro lo hicieron añicos.

Falsos y desmemoriados

El 01 de enero de 2015, Peña Nieto en un mensaje en cadena nacional a todos los mexicanos, nos dijo:

“Gracias a la reforma energética, por primera vez comienza a bajar el costo de la electricidad que pagan las familias; además, a partir de este momento, en 2015, ya no habrá gasolinazos.

Gracias a la reforma hacendaria, por primera vez en cinco años ya no habrá incrementos mensuales a los precios de la gasolina, el diesel y el gas LP”.

Los “gasolinazos” que Peña Nieto dijo que ya no habría, nunca se fueron. El pasado 01 de julio se produjo el primero, con un aumento de 24 y 34 centavos a los dos tipos de gasolina, y el pasado lunes nos endilgaron otro más con incrementos que llevó a la gasolina Premium a su máximo tope de 14.81 pesos por litro, mientras la Magna quedará en 13.96 y se acerca también al máximo autorizado de 13.98.

Privilegiaron la recaudación sobre la eficiencia

La desesperación de quienes ven desmoronársele el país entre las manos sin saber cómo detenerlo se hace evidente con los recientes aumentos a los energéticos. Ellos, aún en su evidente incapacidad para manejar la economía, deben saber que todo aumento en rubros tan sensibles como son las gasolinas, el diesel y la energía eléctrica, resultan muy perjudiciales y peligrosos para una economía desequilibrada como es la mexicana.

El monto de los incrementos a las gasolinas en esta ocasión fue muy exagerado y evidencia los graves desajustes por los que atraviesan las finanzas nacionales. Meter la mano en los bolsillos de la población para mantener el funcionamiento de un aparato gubernamental obeso, ineficiente, despilfarrador y corrupto, no tiene nombre. Madre dirían otros.

Quedó claro y evidente que el deterioro de las finanzas públicas es grave. Les hace falta dinero, pero como no son buenos para dejar de gastar y tienen cerrada la puerta de modificar la carga fiscal, el impuesto especial a las gasolinas les quedó muy a la mano para recuperar algo de lo perdido con los ingresos petroleros.

Es más cómodo, fácil y seguramente placentero, obtener recursos vía recaudación, que meterse en el engorroso entramado de eficientar la operación y ajustar los egresos cuantas veces se requiera.

Mal humor social

No es mal humor social o escozor de los ciudadanos como lo bautizó con la intención de atemperar los ánimos de la población el presidente. Es hartazgo de la corrupción e impunidad que lejos de disminuir crece geométricamente y que ahora, con las nuevas tecnologías y herramientas de comunicación, les es mucho más difícil ocultar.

Ya estamos muy cerca del cuarto informe de gobierno, en el que seguramente como en los tres anteriores, los mexicanos seremos asombrados por el cúmulo de beneficios (imaginarios en su gran mayoría) que nos han conseguido el grupito de los que sí saben gobernar.

Los mexicanos, presidente Peña Nieto y séquito de incompetentes, si no se han dado cuenta, no vamos a seguir aguantando mucho tiempo los abusos y excesos de poder. Tampoco la corrupción e impunidad, falsas promesas o engaños deliberados.

Más de 600 mil mexicanos le propusimos a la clase política hace unas semanas algunas herramientas para empezar a acotar la corrupción y maniatar a los corruptos. Los políticos se las pasaron por el arco del triunfo e hicieron, como ha sido su costumbre desde tiempo inmemorial, un verdadero galimatías con el que podrán seguir ocultando sus corruptelas y fortunas mal habidas.

Ganaron una batalla pero siguen perdiendo la guerra.

Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.