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Abasolo, Echeverría o Pancho Villa ¿A quién irle?

Por Feliciano J. Espriella/

El Mágalo, nació, creció y toda su vida se ha desarrollado en el corazón del centro de la capital sonorense, de allí la propuesta de elegir la calle que sugerimos

El próximo jueves 6 de octubre se cumplirá un año de la fecha en la que un grupo de periodistas en el que me incluyo, le propusimos al alcalde Manuel Ignacio Acosta se le hiciera un reconocimiento a un hermosillense de muchas maneras ejemplar.

Teniendo como corolario el cumpleaños 70 del muy conocido comerciante Miguel Ángel Figueroa Salcido, el popular “Mágalo”, quien es ampliamente conocido por su altruismo y aportes al desarrollo y engrandecimiento de nuestra ciudad, le dirigimos al alcalde el siguiente comunicado:

“Los suscritos, vecinos de esta ciudad capital del estado de Sonora, por su conducto deseamos solicitar al H. Ayuntamiento de Hermosillo, le sea otorgado el nombre de Miguel Ángel Figueroa Salcido a la calle que actualmente lleva el nombre de Mariano Abasolo, la cual se extiende de la Avenida Serdán a la Avenida No Reelección.

“Sin el ánimo de demeritar la memoria de nuestro ilustre compatriota, el insurgente José Mariano de Abasolo, consideramos que la mencionada calle puede ser más indicada para que lleve el nombre que estamos proponiendo, pues pertenece a un distinguido hermosillense que nació, creció y todas sus actividades académicas y laborales las ha realizado en el sector en el que se localiza la mencionada calle.

“Para seguir honrando la memoria de nuestro prócer de la independencia, bien se le puede dar su nombre a otra rúa en esta ciudad.

“Miguel Ángel Figueroa Salcido, más conocido como Mágalo, es un comerciante hermosillense del que se conoce ampliamente su bonhomía y altruismo, así como sus importantes aportaciones para el desarrollo económico y social de nuestra ciudad capital”.

Enseguida detallamos una serie de argumentos que fundamentaban nuestra propuesta. Lo suscribimos quien esto escribe y los colegas periodistas

Irisdea Aguayo, Francisco Javier Ruiz Quirrín, Luis Alberto Viveros, Armando Vázquez Alegría, Jesús Ruiz Gámez, Rafael Cano Franco y José Roberto Morales.

El Mágalo, nació, creció y toda su vida se ha desarrollado en el corazón del centro de la capital sonorense, de allí la propuesta de elegir la calle que sugerimos, muy cerca de dónde hasta la fecha se encuentran dos de sus negocios, los cuales durante décadas han servido a los hermosillenses y han sido fuente de empleos permanentes.

Como ha transcurrido casi un año de la mencionado propuesta, la cual incluso le fue dada a conocer al presuntamente homenajeado por el propio alcalde, quien en el mismo festejo de su cumpleaños la leyó, he intentado indagar los motivos por los que al parecer no ha prosperado.

Según pude enterarme, existe un cierto temorcillo por la posibilidad de suscitar reacciones adversas al quitar el nombre de un héroe de la independencia a una calle que lleva su nombre. Esto pudiera subsanarse si como lo sugerimos en la propuesta se le da el nombre a cualquiera otra calle de la misma capital.

Además, como lo consigna la historia, la participación de Mariano Abasolo en su última etapa como insurgente no dejó muy claro su patriotismo, pues al caer prisionero junto al padre Hidalgo y algunos otros insurgentes, se presume que pudiera haber traicionado la causa para salvar la vida. En su biografía refieren este hecho de la siguiente manera:

“Prisionero y enviado a cadena perpetua a Cádiz

“Pero el 21 de marzo de 1811, en Acatita de Baján (en el estado de Coahuila), fueron aprehendidos todos los líderes insurgentes, entre ellos Abasolo. Hidalgo, Allende, Jiménez y otros más. Fueron sentenciados a muerte y fusilados, pero Abasolo no fue fusilado, sino enviado a España en calidad de prisionero. Esta distinción respecto a los otros jefes de la insurrección se debió a la intervención de su esposa María Manuela Rojas Taboada, cuya familia tenía relaciones en las altas esferas de la política del Virreinato de la Nueva España. Se le perdonó la vida, y se le condenó a cadena perpetua y fue encarcelado en el castillo de Santa Catalina, en Cádiz”.

 

Ni son todos los que están ni están todos los que son

 

Me parece que en Sonora deberíamos replantearnos los nombres que le damos de manera distintiva a algunas calles, poblados o instituciones. Si bien en el caso de Mariano Abasolo no existen razones fehacientes para desdeñar su nombre, tampoco las hay para festinarlo y en cambio sí hay algunos nombres que a mi parecer deberían ser proscritos en el estado como fuente de nomenclatura.

Recuerdo cuando menos dos: Pancho Villa y Luis Echeverría Álvarez, cuyos nombres les han sido otorgados a ejidos, colonias y calles de Sonora.

El primero por la masacre cometida en San Pedro de la Cueva el 01 de diciembre de 2015, fecha en el que fusiló a todos los habitantes varones que se encontraban en esa población, 84 en total. El segundo, por el despojo de aproximadamente cien mil hectáreas de las mejores tierras agrícolas de los valles del Yaqui y Mayo el  19 de noviembre de 1976, pocos días antes de concluir su periodo presidencial.

Nos hicieron mucho daño… pero los seguimos honrando.

Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.