Actividad cinegética, ni es deporte, ni preserva: Poder Animal AC
Por Rigo Gutiérrez E./
Carolina de la Torre creció en un ambiente donde los fines de semana su familia solía ir de cacería. Desde pequeña se familiarizó con las armas, las tenían en casa o en el rancho —aunque nunca disparó contra un animal—. Incluso, recuerda, sus parientes llegaron administrar un rancho cinegético. Todo ese entorno era normal, como es normal entre la comunidad sonorense.
Un buen día, narra, cuando apenas contaba seis años de edad, salieron a cazar con su papá. Estando en campo, observaron a los cazadores haciendo ‘tiro al blanco’ con un gallo vivo. Al ver esto, ella y su hermanito salieron corriendo y se pararon en medio, para impedir le dispararan al animal. Lo tomaron y se lo llevaron a su casa donde lo tuvieron una temporada como mascota. A la distancia, Carolina reflexiona y ve con terror esos episodios.

Actualmente De la Torre es una reconocida activista en defensa de los derechos de los animales, encabeza Poder Animal AC.
La justificación para la actividad cinegética, explica, es de orden antropocéntrica, el humano siempre se ve beneficiado de otras especies para su consumo sin importar fines, tal como el que se propone como la diversión.
“Nosotros no lo consideramos un deporte, eso es cuando hay condiciones equitativas, en este caso para empezar del otro lado un hombre está con un arma”, expone.
En lo referente al argumento de que las UMA son para la preservación de las especies, la representante de Poder Animal es categórica:
“No es cierto que es para preservar. Dicen que aumentó el número de borregos cimarrones, bien, pero a qué costo. No puedes hablar de preservación si lo estás usando con un fin económico antropocéntrico”.
Explicó que una situación es tener a las especies en cautiverio con fines netamente de preservación, muy distinto el cautiverio de las especies donde hay un fin monetario. Esto último, reitera la activista social, nulifica sus propósitos.
“Por más bonito que lo quieran acomodar, o beneficios (derrama, generación de empleo), son vidas que se están tomando sin ninguna razón”, precisó.
Al momento, Sonora está considerado como uno delos tres principales destinos a nivel nacional para la actividad cinegética, sobre este punto Carolina de la Torre opina:
“El único mensaje que envía que Sonora esté dentro de los tres primeros lugares con más Unidades para la actividad cinegética, es que está bien tomar una vida por diversión y eso le enseña a las actuales y futuras generaciones que una vida no importa si tiene un fin (hambre, diversión), cuando hay miles de opciones para sustituirlo”.
Si bien es cierto, el establecimiento de ranchos cinegéticos en el país, uno de los propósitos era disminuir la caza ilegal de especies, esto no ha sido suficiente para frenarlo, debido a que continúan presentándose casos.
Una solución de fondo, considera Carolina, es trabajar con la re-educación en la sociedad, generar mayor sensibilidad, pero sobre todo tener claro que no por el hecho de que los animales no tengan conciencia y no puedan expresarse, no significa que no siente. Esa es la incansable labor en la que siguen trabajando.