No somos el enemigo, somos aliados: Manuel Hoyos
Nace el Observatorio Sonora por la Seguridad, una iniciativa ciudadana para monitorear las políticas públicas destinadas al rubro y aportar ideas que contribuyan al combate contra la inseguridad
Por Imanol Caneyada
A Manuel Emilio Hoyos Díaz, cuando era crítico con el gobierno padresista, le llamaban priista; ahora que lo es con el actual gobierno, le acusan de padresista. Sabe, por experiencia, que esto no va a cambiar, aunque también sabe por experiencia que uno de los peores enemigo de la seguridad pública es la partidización que se hace de la misma; el otro gran enemigo: la apatía ciudadana producto de la desconfianza en las autoridades.
Este pasado jueves, un grupo de ciudadanos encabezados por Hoyos Díaz puso en marcha el Observatorio Sonora por La Seguridad, una iniciativa respaldada por el Observatorio Nacional Ciudadano y que se integra a partir de ya a la Red Ciudadana de Observatorios.
Desde hace 30 años, cuando de niño acompañó a su padre a la reunión Policía Internacional Sonora-Arizona, confiesa Manuel Hoyos que viene escuchando los mismos problemas para enfrentar la inseguridad y cómo los partidos políticos se echan la culpa unos a otros.
Para este consultor en temas de seguridad, el problema es mucho más complejo y va más allá de colores partidistas; el problema y la solución pasan por el principal protagonista para que una sociedad se sienta segura: el policía.

Hace tres décadas que escucha a los integrantes de los cuerpos policiacos quejarse de falta de capacitación, de las malas condiciones laborales, de malos tratos y de otras situaciones menos gratas todavía; de unos cuatro años para acá, reflexiona Manuel Hoyos, los problemas de inseguridad en Sonora y en su capital se han exacerbado por diferentes motivos, pero los cuerpos policiacos siguen sin estar capacitados, carecen de verdaderos protocolos para realizar bien su trabajo y no se encuentran valorados.
El panorama es muy preocupante, insiste; en un año, de 2014 a 2015, la tasa de delitos por cada cien mil habitantes creció en Sonora en 54%, es decir, pasó de 26 mil a 40 mil.
Ante esta situación, nace el Observatorio Sonora por la Seguridad, una organización ciudadana que busca la vinculación con la sociedad y el gobierno para construir una comunidad con más seguridad y justicia, además de proponer mejores políticas públicas para el desarrollo de nuestro estado.
No queremos que el gobierno nos vea como enemigos, dice el entrevistado, sino como aliados, como un contrapeso responsable que ayude a desarrollar mejores políticas públicas de seguridad.
Para Manuel Hoyos, durante muchos años la sociedad sonorense se ha involucrado muy poco en este tema y le ha dejado toda la responsabilidad al Estado; tal vez porque la región fue relativamente segura por mucho tiempo, pero las cosas han cambiado y es necesario que en la actualidad la ciudadanía deje la apatía y se involucre más.
La forma de hacerlo, considera el consultor en temas de seguridad, no es a través de autodefensas, sino generando información útil y monitoreando los programas públicos enfocados a la seguridad, de manera que podamos contribuir a mejorarlos.
Por ello, el Observatorio se constituye como un modelo orientado a la observación de la seguridad, la legalidad y la justicia y sus políticas públicas a partir de seis bloques de información:
Incidencia delictiva; estructura punitiva; oportunidades de desarrollo; cohesión social; percepción del delito y confianza en las autoridades; y gasto y costo de la inseguridad.
Manuel Hoyos señala la urgente necesidad de restituir la confianza entre el policía y la ciudadanía; para ello, considera que el Estado debe dar un primer paso y consolidar efectivos programas de capacitación a los diferentes cuerpos policiacos, pues hasta ahora, los existentes no han arrojado muy buenos resultados.
Nuestra policía, asegura, carece de preparación y protocolos para enfrentar los diferentes escenarios propios de su trabajo.
También queremos incidir en los diseños de los exámenes de control de confianza, agrega; desde que se echaron a andar para supuestamente depurar los cuerpos policiacos de malos elementos, la ciudadanía desconoce qué ha sucedido.
Hace cuatro años, recuerda el entrevistado, Peña Nieto anunció que 43 mil elementos en todo el país serían dados de baja como resultado de estos controles; ¿yo quisiera saber en dónde están esos elementos?
El problema de la inseguridad es muy complejo y toral, afirma Manuel Hoyos, y la ciudadanía debe involucrarse monitoreando las políticas públicas, el uso de los presupuestos y aportando ideas para enfrentarla en conjunto.
En ese sentido, una iniciativa como infraganti.mx el entrevistado considera que sólo aporta más confusión y desinformación; no podemos justificar una acción que es ilegal, una acción que supuestamente es ciudadana, que el alcalde apoya pero que cuando se le pregunta, no sabe quiénes son ni cómo operan.
Una iniciativa que es violatoria de los derechos humanos, los cuales son para todos, y que le echa la bolita a los ministerios públicos o al Poder Judicial, en lugar de trabajar todos juntos.
Manuel Hoyos es consciente de que al Observatorio rápidamente lo tacharán de panista o de cualquier otra cosa, por ello insiste en que son una organización ciudadana responsable que busca colaborar con las autoridades para enfrentar la inseguridad galopante que golpea nuestra sociedad.
De momento, los acercamientos que han tenido con la gobernadora han sido infructuosos, tal vez porque el actual gobierno tiene otras prioridades, ironiza; a partir del nacimiento oficial del observatorio, su líder espera que cambien estas prioridades y que dejen de politizar el tema, pues no ayuda en nada.