Derechohabientes, hartos del desabasto en Isssteson
A un año de asumir el cargo, las autoridades del organismo siguen culpando a la anterior administración de la situación extrema, mientras que los trabajadores del Estado exigen que encuentren una solución
Por Imanol Caneyada
El desabasto de medicamentos en el Isssteson ha colmado la paciencia de los trabajadores al servicio del Estado y el argumento que esgrimen los directivos de la institución de que la culpa es de la anterior administración, a un año de asumir el cargo, ya no es suficiente.
Día con día, en las farmacias pertenecientes al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Sonora, se vive la tensión de la falta de medicina, principalmente de aquellas que tienen que ver con enfermedades crónico degenerativas como la diabetes, los trastornos cardiovasculares o el cáncer.
Los derechohabientes están empezando a alzar la voz ante la situación de desabasto y la falta de alternativas para conseguir los tratamientos que requieren sus padecimientos.
La queja tiene que ver con el hecho de que, religiosamente, son descontados de sus quincenas los importes equivalentes al Servicio Médico del Isssteson, Fondo de Pensiones y Jubilaciones Isssteson, Seguro de Vida Isssteson y Seguro de Retiro Isssteson.
No obstante, cuando acuden a cualquiera de las farmacias de la institución se encuentran con que no hay en existencia los medicamentos necesarios para tratar enfermedades como diabetes, reumatitis o hipertensión, entre otras.
La alternativa que les ha ofrecido el organismo es expedir vales médicos, con el fin de que vayan a farmacias particulares subrogadas al Instituto.
El problema que enfrentan los derechohabientes, según han denunciado, es que dichas farmacias se niegan a entregarles el medicamento, con el argumento de que únicamente tienen en existencia de patente y no genérico.
El vale médico sólo cubre tratamientos genéricos y tiene una duración de 72 horas.
Si en ese tiempo no logran obtener la medicina que necesitan, los derechohabientes deben iniciar nuevamente el trámite.
Lo anterior repercute en su rendimiento laboral, pues se ven obligados a dar infinidad de vueltas en pos de la medicina en turno, y en sus bolsillos, ya que muchas veces terminan comprándola.
Los tratamientos de las enfermedades crónico degenerativas son altamente costosos.
Según la queja de los trabajadores del Estado, cuando han podido entrevistarse con los funcionarios del Isssteson, éstos se han limitado a culpar a la administración de Guillermo Padrés y a la gestión de Teresa Lizárraga de la quiebra que prevalece en el organismo, y a lo sumo les han ofrecido que costeen el tratamiento con la promesa de que el dinero les será devuelto.
En cuanto al hecho de que puntualmente son descontados de la nómina de los trabajadores los importes arriba señalados, las autoridades del Isssteson han argumentado que el dinero recaudado por ese concepto se concentra en los Servicios de Salud de Sonora y no regresa a las arcas del organismo.
Como recordarán, en noviembre del año pasado, el recién nombrado director de la institución, Enrique Claussen Iberri, presentó un diagnóstico del organismo y denunció el desfalco de 6 mil millones de pesos, consecuencia de supuestos malos manejos durante de la administración de la hoy diputada federal Teresa Lizárraga.
En su momento, Claussen Iberri dio a conocer que ya se habían “presentado de manera formal las primeras 5 denuncias ante la Fiscalía Especializada Anticorrupción tipificadas por los presuntos delitos cometidos por ex funcionarios de la anterior administración”.
También dijo en aquella ocasión que el manejo financiero y administrativo del Instituto en la administración pasada fue realizado de manera irregular e ineficiente “por lo que hoy tenemos un Isssteson quebrado por la corrupción y habrá consecuencias por ello”.
A un año de lo anterior, la paciencia de los derechohabientes comienza a colmarse y ya han comenzado a manifestar sus quejas por el desabasto.
Tampoco la Fiscalía Anticorrupción ha dado a conocer algún avance concerniente a las cinco denuncias hechas doce meses atrás.