Grupo México busca suspender hospital para afectados del río Sonora

Por Daniel Sánchez Dórame
HERMOSILLO, 10 de Mayo.- Además que se niega a construir las plantas potabilizadoras para eliminar los metales pesados del agua que contaminó en el río Sonora, ahora el consorcio Grupo México busca suspender la construcción del hospital donde tenía el compromiso de atender a los afectados en su salud por el derrame tóxico de la mina Buenavista del Cobre en Cananea.
Wenceslao Cota Montoya, delegado de la Secretaría de Gobernación en Sonora, aseguró que los representantes de la minera ante el Comité Técnico del Fideicomiso creado para atender a los 25 mil damnificados, están impulsando la propuesta de suspender la construcción de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental (UVEAS) para cambiar el proyecto por un centro comunitario.
«El UVEAS hasta donde está la propuesta, no autorizada todavía, el UVEAS se va a terminar pero para otro fin, que se va entregar como un lugar de desarrollo comunitario, para lo que quieran utilizarlo en el Gobierno del Estado, si quieren hacerlo centro de capacitación, si quieren crear otros tipos de servicios a la comunidad para eso pudiera ser el edificio de UVEAS ya una vez terminado, eso sería pero no una clínica», declaró el Delegado de SEGOB.
Fue el 6 de agosto del 2014, cuando la falla de un represo utilizado en la explotación de la mina de cobre más grande del mundo ubicada en Cananea, generó el derrame de 40 metros cúbicos de ácido sulfúrico que recorrieron todo el cauce del río Sonora, dejando sin agua para consumo humano y actividades productivas a 25 mil habitantes de siete municipios, donde 100 menores de edad y 40 ansíanos resultaron con niveles de contaminación en su organismo por encima de la norma saludable.
Tras la tragedia ambiental que fue considerada por el Gobierno Federal, especialistas en química y metalurgia como el mayor desastre ecológico en la historia del País, el consorcio Grupo México a exigencia de las autoridades conformó el Fideicomiso Río Sonora con dos mil millones de pesos para atender a los damnificados, comprometiéndose a construir 30 plantas potabilizadoras para purificar el agua y una clínica para atender a los afectados en su salud.
Sin embargo, a tres años del derrame tóxico ahora la minera Grupo México se niega a construir las plantas potabilizadoras y busca suspender la construcción del hospital.
Jaime Varela Salazar, especialista en ingeniería química y metalurgia de la Universidad de Sonora, explicó que los metales pesados contenidos en el agua del Río Sonora producen efectos nocivos a la salud, a largo y mediano plazo, como daño hepático, pulmonar, renal, reproductivo y neurológico.