Real de minas Nuestra Sra. de Guadalupe del Aguaje
Ubicado a 40 kilómetros al sur de Hermosillo, era departamento de Justicia, centro controlador de las minas, cárcel, guarnición militar para organizar operaciones contra los Seris, y para el cobro de cuota por el uso del Camino Real
Por Enrique “Kiki” Vega Galindo
Un aguaje es un abrevadero. Un lugar de descanso donde se puede comer, beber y dormir. Para el Reino Español era una guarnición de soldados. El Aguaje toma su nombre del cerro El Aguaje. Se localiza a 40 kilómetros de Hermosillo, Sonora, al sureste de una cordillera montañosa conocida como Sierra Santa Teresa, que baja hacia el suroeste del arroyo La Poza. Hacia el otro lado se ve el alto e inhóspito macizo montañoso de Cerro Prieto.
Fue una fortaleza amurallada. Media mil metros de longitud por lado. Sus muros cuatro metros de altura y diámetro de un metro. Construida con ladrillos de adobe. Su superficie territorial era de 89 hectáreas. Con pozo de agua. Ubicado en un llano dentro de territorio Seri. Fue el principal centro comercial del noroeste mexicano que surtía avíos a los mineros. De aquí partía el Camino Real a la Ciudad de México con rumbo del Real San José del Parral, hoy Estado de Chihuahua. Es probable que lo establecieran en 1634 para pacificar a los Seris. En 1641 llegaron los Sacerdotes Jesuitas con la intención de establecer una Misión.
El 16 de Octubre de 1697 Juan María Salvatierra S.J., fue a conocer el rancho o la hacienda El Aguaje propiedad del Capitán Juan González Mercado, y sus socios el Teniente y Alcalde Mayor de la Provincia de Sonora Señor Francisco Xavier de Valenzuela, y El Arráez Agustín Hernández. Quienes lo proveyeron de dinero, provisiones y escolta militar para viajar a la Misión del Pópulo en San Miguel de Horcasitas.
En 1700, las dueñas de El Aguaje eran: Rosa de Sierra y Teresa Quiroz, mujeres comerciantes y propietarias de una mina de plata. Fundadoras de San José, California. Posteriormente lo vendieron a Don Diego de Moraga, y los hermanos Antonio y Blas Núñez, dedicados hacer bolas y planchas de plata en la hacienda de beneficio de fuego.
En 1704, Eusebio Francisco Kino, y el Capitán Juan Mateo Mange viajaron al Pópulox (Villa de Seris) a visitar al Padre Juan de San Martín, y localizaron en la geografía el lugar idóneo para trazar un camino más corto hacia la Misión de San José de Guaymas. Esta es en la actualidad la ruta que sigue la vía del ferrocarril.
En 1693, había llegado a Sonora el Sacerdote Jesuita Agustín de Campos quien en 1711 con autorización de los propietarios de los terreños aledaños de El Aguaje, Inicio una Estación Misionera para congregar a Los Seris.
En Enero de 1718, Juan Bautista de Anza matrimoniado con Rafaela Becerra Nieto, marcharon desde Fronteras con una escolta militar hacia El Aguaje. En compañía de su suegro Don Antonio Becerra Nieto. La travesía los llevó a un lugar desordenado, depresivo, rodeado de maleantes, hierba seca, en medio de un calor sofocante y la polvareda del desierto. No había Iglesia, Capilla o edificio público de ninguna clase. En su interior casas hechas con palos de mezquite y adobe. Cuartos de alquiler. Venta de mezcal, mujeres prostitutas, tahúres y apostadores. Comercios y comida para el ganado. De Anza en el remoto campo minero se encontró a unos viejos amigos vascos que conoció en Sinaloa. Quienes lo invitaron a poner un negocio de cuchillos y machetes.
En el Principal Archivo del Registro de Minas de las Leyes Españolas, privatizaron la propiedad a Manuel Acuña, Teniente Principal de Justicia Mayor de Sonora. El Aguaje se convirtió en el Departamento de Justicia. Centro Controlador de las minas de la región conocidas como haciendas mineras. Erario Público. Cárcel. Guarnición Militar para organizar operaciones de guerra contra Los Seris, y el cobro de cuota por el uso del Camino Real. Le pusieron por nombre: Real de Minas Nuestra Señora de Guadalupe de El Aguaje.
Becerra Nieto, De Anza, Manuel de Acuña, Rosa de Sierra, Teresa Quiroz y Gregorio Álvarez Tuñón y Quiroz, pertenecientes a la Hermandad de los Vascos Gitanos. Llegaron a un acuerdo y formalizaron la empresa: “Sociedad de Jesús”. Controlando desde El Aguaje el monopolio de mano de obra indígena. La alianza creó graves problemas con los mineros y rancheros. Desatando esté hecho una guerra civil sangrienta en 1720, para 1723 la molestia regresó, pues los soldados se quejaban demandando a la Sociedad de Jesús por corrupción militar, ya que no les pagaban su salario. En 1726 el Cuartel Militar establecido en El Aguaje fue atacado por Los Seris. Quedando totalmente destruido y en ruinas. En 1727 estaba totalmente abandonado. Para 1728 la Asociación de Vascos desapareció. De Anza pactó con los soldados. En 1729 De Anza partió con un piquete de soldados hacia Cerro Prieto a pelear contra Los Seris. Por los sucesos acaecidos la Real Orden de Sevilla, España, expidió el día 12 de marzo de 1732 la propiedad de El Aguaje a dos gambusinos avecindados en el Presidio del Pitic de nombre: Matías Moreno Jiménez y Nicolás Francisco Bojórquez. Pero la abandonaron porque en 1748 Los Seris los volvieron atacar. De Anza murió en 1740.
En 1734 había nacido el Joven o Junior De Anza, bautizándolo en 1736 el Padre Agustín de Campos. De Anza a los 22 años de edad partió a los linderos de El Aguaje a ver una mina rica en plata propiedad de la familia a 12 kilómetros de distancia hacia el sur en un lugar conocido como como: El Tascal, La Tasca, o Sima de la Cuesta de Guadalupe. El 24 de junio de 1761 se casó con Ana María Pérez Serrano, reorganizando la Sociedad de Jesús. Controlando el negocio de los caballos y el comercio de provisiones, adquiriendo gran poder económico y político en Sonora. A su vez expulsaron a Los Jesuitas de Sonora y todo México. Apropiándose de sus dominios. En 1722, aparecieron las Reservas Indígenas Misioneras Franciscanas. En 1779, Los Seris se vengaron atacando, destruyendo, y matando familias y ganado de las propiedades mineras y rancheras de El Aguaje.
En 1780, El Márquez de Croix Comandante General de Sonora, Jacobo Ugarte y Pedro Corbalán ordenaron al Joven De Anza el exterminio total de Los Seris. Solo le echaron sal a la herida. Tocándole al Junior De Anza bailar la danza de lobos. Quedando de nueva cuenta El Aguaje totalmente abandonado. Yéndose la gente a vivir al Presidio El Pitic, San Pedro de la Conquista, San Miguel de Horcasitas, Arizpe, Arizona y la Alta California. Las campañas militares y de colonización de Los Seris habían llegado a su fin. Para entonces la élite De Anza había explorado California llevando a cientos de españoles y criollos a colonizarla. El Junior De Anza falleció en 1788 en Arizpe, Sonora.
En 1806, se realizó en Arizpe Capital de las Provincias de Sonora y Sinaloa la demanda de posesión del Real El Aguaje, ante el Notario Don Ignacio Pérez Serrano, para solicitar las tierras y destinarlas a la cría de ganado mayor. Hacen la petición los Señores: José María Moreno, José Francisco Moreno, y Juan Moreno Dessens. En representación de sus hermanas herederas de El Aguaje las Señoras: María Concepción y Bárbara Serrano. Otorgándoles Derecho de Propiedad Don Alexo García Conde Señor Brigadier, Gobernador y Militar Intendente de Sonora. Otros juicios posteriores importantes para reclamar derecho de propiedad son el del Señor Manuel Moreno Maldonado el 25 de marzo en contra de la: “Cerro Prieto Minning Co.” Del Señor J.W. Yocum. Otro juicio relevante es el de la Señora Carmen Serrano de Borgaro en 1907.
El Aguaje es otro tesoro escondido de Villa de Seris cuya historia encierra infinidad de cuentos, mitos, leyendas de minas y tesoros enterrados. Aquí vivió Joaquín Murrieta.
*El Autor es: Sociólogo, Historiador, Escritor e Investigador.
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