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¿En qué país pensará que vive Peña Nieto?

Esta panorámica del empleo con oportunidades insuficientes y bajas remuneraciones ¿No lo califica el presidente como tragedia?

Por Feliciano J. Espriella

El pasado lunes, el día que se conmemoró el aniversario del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Enrique Peña Nieto cometió el enésimo dislate desde que es Presidente de la República. Esto fue lo que dijo:

“Sepamos reconocer el avance y el logro, y contrastarlo con el México que éramos, cuando se creó el Instituto Politécnico Nacional, ya hace poco más de 40 o 50 décadas”. En realidad esto no tiene nada de extraño, es una de tantas pifias a las que nos tiene acostumbrado y las cuales ha cometido a lo largo y ancho del planeta, en todo tipo de foros, escenarios y ante cualquier cantidad de personalidades.

Sin embargo, lo anterior lo expresó en el marco de un falaz panegírico que intentó hacer de su actuación como gobernante, sobre lo cual afirmó ““Por eso, cuando dicen: Qué mal estamos; o algunos refieren: Qué mal está nuestro País, ha sido una tragedia lo que a México le ha ocurrido, francamente es no querer ver, o no reconocer, lo que sí hemos logrado y los avances que tenemos”.

Aquí el tema es que evidentemente rechaza el argumento de que algunos refieren que México está mal, que nuestro país ha sido una tragedia, argumento en el que coinciden millones de mexicanos. Ante esto lo menos que puedo uno hacer es preguntarse ¿En qué país pensará que vive Peña Nieto? ¿Dónde cree estar en su diagnóstico de las cosa en México?

Los asesinatos incontenibles

Los indicadores señalan al 2018, en lo que va, como el año más violento de los últimos muy violentos años de México. Más violento todavía que el 2017, año que cerró con un registro de 29 mil 168 personas que perdieron la vida por homicidios dolosos, que lo convirtió en el año más violento de las dos últimas décadas. De 2014 a 2017 la tasa de homicidios en el país se ha disparado 58.2%.

Con los asesinatos registrados en lo que va del año, en este sexenio ya se rebasó el número de asesinatos dolosos del sexenio de Felipe Calderón. En todo la gestión del panista se registraron 102 mil 327 carpetas de investigación por ese delito. Con Peña Nieto se contabilizó hasta el último día de marzo 104 mil 673 casos y todavía quedan ocho meses.

¿Esto no lo considera tragedia el presidente? Me parece que los deudos de los asesinados opinarían que sí.

La generación de empleo no es para festinarse

Como casi siempre que el presidente quiere echarle crema a sus tacos, sacó a relucir el tema del empleo y dijo: “Qué tan mal estamos que hemos logrado generar el mayor número de empleos en la historia de nuestro País. En ninguna otra Administración de ningún otro tiempo se habían generado 3.6 millones”, evidentemente Peña Nieto rechaza que haya tragedia en México de empleos ¿Será verdad?

Me parece que no. Vamos por partes, como diría Jack el Destripador. En primer lugar, una buena cantidad de esos 3.6 millones de empleos de los que presume el presidente, no fueron nuevos empleos, sino plazas laborales que ya existían en la informalidad y que como consecuencia de la Reforma Fiscal y algunas estrategias adicionales, pasaron a ser empleos formales. Ello es bueno, pero no son nuevos empleos y un gran porcentaje tiene ingresos muy bajos.

Pero además, durante el sexenio de Peña Nieto se han incorporado a los mercados laborales poco más de 5 millones de jóvenes, entre quienes se encuentran muchísimos universitarios que al terminar sus estudios no encontraron trabajo, además, quienes sí tuvieron suerte, la mayoría se subemplearon con salarios ignominiosos para un profesionista.

Esta panorámica del empleo con oportunidades insuficientes y bajas remuneraciones ¿No lo califica el presidente como tragedia? Que se lo diga a los millones de jóvenes que año con año no tienen más opción que ingresar a las filas de los ninis.

¿La educación? Pa’ más delante

El primer mandatario también aprovechó el aniversario del IPN para defender las reformas, particularmente la educativa.

“El avance y los frutos de una reforma educativa se darán con el tiempo”, dijo, aceptando tácitamente lo que todos sabemos pero que el aparato gubernamental y dos de los candidatos a la Presidencia de la República pretender ignorar: que la reforma educativa a la fecha no ha dado frutos a pesar del tiempo transcurrido y los miles de millones de pesos que se gastaron para implementarla y para promocionarla.

¿Seguir proporcionando una pésima educación a niños y jóvenes mexicanos no es una tragedia para el presidente?

Terminó su discurso con una perla de sabiduría. Una reflexión que aunque como suele hacerlo no citó la fuente, no creo que sea producto de su intelecto:

“La felicidad se encuentra en cada momento de la vida, no es que llegues un día a encontrarte con la felicidad, la felicidad se procura, se logra en distintos momentos de la vida, como llegan otros de tristeza. La felicidad está en que cada uno la procure a lo largo de su vida en diferentes momentos y las más de las veces. Como nación nos pasa exactamente lo mismo”.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.