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Crecen enfermedades de trasmisión sexual en el colectivo homosexual

Por Dr. Jorge Ballesteros

Los homosexuales se han convertido en el colectivo con más riesgo de sufrir una infección de transmisión sexual (ITS). Los nuevos contagios de SIDA dieron la voz de alarma hace un año: seis de cada 10 nuevos infectados son homosexuales

El último informe del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre Infecciones de Transmisión Sexual y Sida de Cataluña (CEEISCAT) corrobora esta tendencia. El 58,5% de los 808 diagnósticos de VIH detectados en 2017 corresponden a los hombres que tienen sexo con otros hombres. En 10 años los casos de sífilis se han cuadriplicado y los de gonorrea, triplicado. La mayoría, de este perfil.

Los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres tienen un mayor riesgo de contraer el VIH, el virus que causa el sida, así como otras infecciones de transmisión sexual, como la hepatitis, el virus del papiloma humano (VPH), el herpes simple, la gonorrea, la clamidia y la sífilis.

En los Estados Unidos, los hombres gay, bisexuales y otros que tienen relaciones sexuales con otros hombres, son la población más afectada por el VIH. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), cerca del 67% de las personas diagnosticadas con la infección por el VIH en los Estados Unidos en el 2016 fueron hombres gay y bisexuales.

Sexo anal. La mayoría de los hombres gay y bisexuales contraen la infección del SIDA por medio de relaciones sexuales por vía anal, sin usar condones o sin tomar medicamentos para prevenir esa infección.

La naturaleza del sexo anal y su mayor frecuencia en homosexuales son una explicación fisiológica de porqué el SIDA y otras infecciones se transmiten con tanta eficacia en estas relaciones.

La fisiología humana deja claro que el cuerpo humano no fue diseñado para acomodar esta actividad. El recto es significativamente distinto a la vagina en lo que respecta a la adecuación para la penetración del pene. La vagina tiene lubricantes y el apoyo de una red de músculos. Está compuesta por una membrana mocosa con un epitelio estratificado en varias capas que permite aguantar la fricción sin daño y resistir las acciones inmunológicas causadas por el semen y el esperma.

En cambio, el ano es un delicado mecanismo de músculos pequeños que forman un pasaje de «sólo salida». Repitiendo trauma, fricción y estiramiento, el esfínter pierde su tensión y habilidad para mantener un cierre firme.

Consecuentemente, la penetración anal conduce al escape de material fecal que fácilmente puede llegar a ser crónico. El potencial de daño se ve aumentado por el hecho de que el intestino tiene sólo una única capa de células separándolo de tejido altamente vascular, es decir, sangre. Por lo tanto, cualquier organismo que se introduzca por el recto tiene mucha mayor facilidad para establecer un punto de inicio para la infección de lo que tendría en una vagina.

Más aún, la eyaculación tiene componentes que son inmunosupresores. En el curso de la fisiología reproductiva normal, esto permite al esperma evitar las inmunodefensas de la mujer. El resultado final es que la fragilidad del ano y el recto, junto con el efecto inmunosupresor de la eyaculación, hacen de la relación ano-genital una manera muy eficaz de transmitir el VIH y otras infecciones.

La lista de enfermedades encontradas con extraordinaria frecuencia entre varones sodomitas, como resultado de las relaciones anales, es alarmante: cáncer anal, Chlamydya trachomatis, cryptosporidium, giardia lamblia, herpes simples virus, el VIH, el virus del papiloma humano, isospora belli, microsporidia, gonorrea, hepatitis viral tipo B y C, sífilis.

La sífilis, que en una época estuvo casi eliminada de los Estados Unidos, está aumentando, especialmente entre los hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por un tipo específico de bacterias. Si no se trata pronto y de manera correcta, la sífilis puede causar complicaciones a largo plazo. Los síntomas en los adultos se dividen en fases y los términos usados para estas fases son sífilis primaria, secundaria, latente y avanzada.

Los problemas de salud que causa la sífilis en los adultos son de por sí graves, y ahora también se sabe que los chancros genitales que produce la sífilis en los adultos también hacen que sea más fácil transmitir y contraer el VIH a través del contacto sexual.

La Coalición de Acción para la Inmunización de Estados Unidos, alerta sobre el aumento de la infección de Hepatitis A (VHA) y B (VHB) entre hombres gay y bisexuales, y recomienda su vacunación. De acuerdo con el organismo, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres están en mayor riesgo de ser infectados por estos virus, en una probabilidad de 10 a 15 veces mayor que la población en general.

Vaginosis bacteriana (VB) en mujeres. La misma fuente indica que los médicos no saben muy bien cómo se contrae la VB. La enfermedad se puede propagar entre mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres. Cualquier mujer puede contraer VB, pero existe mayor riesgo de contraerla si se tiene una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales

Las enfermedades venéreas de hace un tiempo, como la sífilis y la gonorrea, están de vuelta y nuevas enfermedades como la clamidia y el virus del papiloma humano, causante del cáncer del cuello uterino, están alcanzando preocupantes dimensiones, sin olvidar que los anticonceptivos hormonales tienen graves efectos secundarios, mientras el condón tiene algún efecto, pero no es precisamente seguro.

En cuanto al sida, sigue siendo una enfermedad muy grave que ciertamente todos podemos contraer, pero las posibilidades que así suceda son muchísimo mayores en la población homosexual, según datos de la mismísima ONU, la homosexualidad es una conducta objetivamente peligrosa. Además los estudios científicos indican los riesgos físicos (enfermedades de transmisión sexual) y psíquicos (depresión, ansiedad, alcoholismo, drogas y abuso de medicamentos, riesgo de suicidio) de la conducta homosexual.

Y es que las personas con comportamiento homosexual tienen como consecuencia de su estilo de vida más problemas de salud y menor esperanza de vida que quienes no tienen este comportamiento.