De Primera Mano | Salud en Sonora: Pandemia ¿des-controlada?

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
EN LO SUCESIVO, si alguien desea conocer cifras de COVID en Sonora, deberá ingresar al sitio de la Secretaría de Salud y ahí encontrará la información actualizada.
En realidad, estábamos acostumbrados a ver en la pantalla las cifras de la presencia de la enfermedad en el Estado, aunado a alguna recomendación de parte del titular del ramo o de alguno de los funcionarios encargados.
No más.
El nuevo secretario de Salud, José Luis Alomía Zegarra, trae muy avanzado el aprendizaje que obtuvo al lado del vocero de la pandemia en el país, Hugo López Gatell, quien siempre ha luchado por restarle importancia al COVID-19.
De ninguna manera es reprobable el llamado al regreso de las actividades en lo general, pero no estaría de más el establecimiento de una estrategia para reforzar a nuestra sociedad acerca de los protocolos sanitarios que deberá seguir para evitar los contagios.
Una cifra reveladora la dio a conocer el mismo secretario Alomía, al señalar que más de 500 jóvenes y niños han resultado contagiados en las revisiones llevadas a cabo en los planteles escolares del sistema oficial, a partir del regreso a las clases presenciales el pasado 30 de agosto.
Más sorprendió al añadir que se procedería a hacer una investigación con el apoyo de la Secretaría de Educación y Cultura, para conocer con precisión el origen del contagio. Que si acaso se produjo en el aula escolar, entonces se reforzará la vigilancia y la prevención.
Ante esto la pregunta resulta más que lógica:
¿Y por qué no reforzar la vigilancia y la prevención a partir de ahora, antes de que pueda confirmarse el contagio en los espacios escolares?
¿Por qué no supervisar un protocolo en casa, para que un niño o joven evite salir a la escuela llevando síntomas de la enfermedad?
Quizá habría qué recordar que por sus acciones y estrategias, los gobiernos también educan a las sociedades.
Sería muy lamentable que se relajaran los protocolos sanitarios y que en el corto plazo tengamos qué vivir una cuarta ola de Coronavirus.
… Y más muerte.
DE ENORMES proporciones el reto que se impuso el nuevo director del Isssteson , Jesús Manuel Acuña Méndez, cuando en un video quiso dejar en claro que los del pasado sexenio no dejaron ni para la quincena, que en el organismo existe una situación “extraordinaria”, por lo cual se tardará para pagar las pensiones a más de 16 mil exservidores públicos… Reto enorme cuando se ha documentado que hace exactamente seis años, en noviembre del año 2015, el entonces nuevo director del Isssteson, Enrique Clausen Iberry, citó a una conferencia de prensa para anunciar la quiebra del organismo, “porque los del sexenio pasado” habían dejado un déficit de más de seis mil millones de pesos, aparte de que haber presentado las denuncias correspondientes contra quienes resultaran responsables, por detectarse presuntos actos de corrupción… Es un drama entonces el de ese instituto, actualizado por Acuña Méndez… La pregunta es: ¿El video de este funcionario sería el adelanto de lo que sucederá dentro de seis años sobre el mismo tema?… Ojalá y no sea así… Porque si cuando menos es parecido el panorama al desastre financiero de los últimos dos sexenios, el Isssteson pasaría a mejor vida.
DESDE luego que las palabras de un Presidente de la República, pesan y mucho… La historia misma así lo registra… En los tiempos que vivimos hoy, el discurso de odio alimentado diariamente por Andrés Manuel López Obrador, permitiría agresiones a varios periodistas si estos se animaran a caminar por las calles de la ciudad, entre ellos Carlos Loret, “Broso”, los escritores Aguilar Camín y Krauze… A este selecto grupo habrá qué añadir ahora a la senadora y también periodista, Lilly Téllez, acusada públicamente por AMLO de haberle amenazado, razón que adujo para evitar asistir a la ceremonia en la que se impondrá la medalla “Belisario Domínguez” a la muy respetada dama de izquierda, Ifigenia Martínez… Las agresiones no se dejaron esperar contra Lilly, en especial contra su hijo, Leonardo… Ella acusa directamente a “morenistas” de esos ataques, pero la situación es demasiado tensa.