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“Esmeralda”

La historia del “eterno enamorado” de Hermosillo, está llegando a la pantalla grande a través de un cortometraje documental con animación en stopmotion

 

 

 

Por Emilio Martínez

Las leyendas urbanas o, lo que son antes coloquialmente, las anécdotas de barrio son fenómenos que impactan los imaginarios que comúnmente tenemos en nuestro entorno. Si lo escuchamos en el trabajo, como un chisme, una épica en la primaria o una historia de terror a media madrugada; estas historias que muestran personajes comunes, con situaciones nada alejadas de las de todos nosotros y nuestros familiares pero que algo en el mundo le aventura a un lugar mágico, siempre nos hacen volar hacia la imaginación de nuestra propia tierra e identidad.

Francisco Machado y Samantha Orozco, productor y directora del cortometraje.

En Sonora y en Hermosillo hay varias de estas, siempre presentes en la reproducción de nuestra cultura, pero hay una en especial de nuestra ciudad que destaca por su carácter trágico y contemporáneo: El eterno enamorado.

Aquella sobre el hombre que se enamoró de un maniquí (que más bien viendo a su amada en él) posado sobre la vitrina de una tienda local de vestidos de novia. Se contaba que el hombre la visitaba incontables veces y que hasta le llevó serenata, hasta que un día desapareció.

Hoy la historia real está llegando a la pantalla grande de Hermosillo y el mundo, a través de una forma no muy esperada; un cortometraje documental con animación en stopmotion. Es decir, la historia se adaptó a través de entrevistas reales con involucrados en la historia y de la mano de dramatización de la leyenda con el movimiento animado con figuras de plastilina, esto para presentarla buscando llevar al público el mundo a través de los ojos de Arturo Chávez y su imaginación. La idea original surgió de realizarlo así fue de la directora Samantha Orozco en el 2016 que, junto al codirector y productor Francisco Machado, comenzaron a trabajar juntos después de un curso de cine para principiantes que ambos cursaron.

Algo que facilitó la realización del documental para los cineastas es que la tienda de vestidos aún existe y cuando comenzó el proceso de la investigación era atendida por el hijo de la dueña, Julián Sánchez, quien presenció los hechos cuando era adolescente, siendo el narrador de la historia. Además, los cineastas se basaron en las notas sobre el caso encontradas en la hemeroteca de la Universidad de Sonora, así como material fotográfico de archivo.

Se trata además de una producción hecha totalmente por talento sonorense, desde la animación y el diseño sonoro por Daniel Ruiz y Alejandro Orduño hasta la música original de Alejandro Karo y Mayra Lepró. Además para su realización recibieron dos fondos económicos de Sonora: Fondo de Apoyo a la Producción de Cortometrajes (FAPS) y el Estímulo Fiscal para la Cultura y las Artes.

“Esmeralda” se proyectó por primera vez en pantallas hermosillenses el pasado viernes 11 de marzo en la Cineteca Sonora con tres funciones totalmente gratuitas, dicha función de estreno la compartió con otro cortometraje, “Los quehaceres”, siendo ambos los ganadores del FAPS 2020. Este último producido durante las dificultades de la pandemia.

Posterior a la presentación de los cortometrajes en un panel de preguntas y respuestas, el productor y codirector de la cinta reveló el que este ya ha sido presentado en varios lugares del mundo: “Durante 2021, la producción se proyectó en el Festival de Cine Documental Mexicano Zanate, en Colima y en el Festival Internacional de Cortometrajes “Tous Courts” en Francia. En 2022 se presentó nuevamente en Francia en el Festival Internacional de Documental FIPADOC y en el Festival Internacional de Cine de Lebu, en Chile. A su vez, sobre la experiencia de realizar el documental y llevarlo esta historia tan lejos, comentó lo siguiente:

“Es una historia conocida, pero lo que se buscaba era contar el trasfondo, qué llevó a Arturo Chávez a visitar a Esmeralda todos esos años y cómo termina la historia. El comentario más bonito que nos han dado hasta el momento ha sido en Francia, en el primer festival, donde justo al terminar la función prendieron las luces, una señora pidió el micrófono y nos pregunta si la historia es real, si de verdad era real; impactada por la historia de Arturo. Nos acercamos con ella y le regalamos una postal porque fue muy lindo. Es una historia que impacta mucho, que nosotros tenemos normalizada hasta cierto punto y es bonito ver la reacción de la gente de fuera. Les gusta mucho esta mezcla de animación-documental, cómo se cuenta la historia”.