Rebasado e insufrible; Servicio del ISSSTE en Hermosillo

La molestia de los trabajadores de dependencias federales va en aumento ante la poca capacidad de atención por la Institución; además el proyecto de una nueva clínica en Hermosillo sigue “atorado”, sin un ladrillo de construcción
Por Gerardo Moreno Valenzuela
Los servicios médicos que se el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) ofrece a todos los empleados de dependencias federales en Sonora y a sus familias se encuentran rebasados, con esperas de meses para una consulta o cirugía, al punto que muchos terminan endeudándose o gastando sus pocos ahorros para pagar un servicio privado.
Hace unas semanas se hizo viral cómo el elevador del Hospital del Issste en Hermosillo, “Fernando Ocaranza”, se encuentra fuera de servicio desde hace tiempo, lo cual ha provocado que se reprogramen muchas cirugías y atenciones médicas.
Pero ese no es el único problema denunciado por los pacientes, sino que los servicios de urgencias no son eficientes y puedes tardar horas en la sala de espera hasta que te atiendan o incluso tardar meses para programar una consulta médica, una consulta con algún especialista y más para llegar a una cirugía.
En general el servicio médico, ya cuando se da la atención con el doctor o el especialista, es de muy buena calidad y humana, incluso llegan a subrogar el servicio si no se tiene, pero para llegar a ese punto, la espera es agotante.

El maestro Noé Cazarez, representante del Sindicato de trabajadores de la Universidad Tecnológica de Hermosillo, quienes sus 420 afiliados y sus familias, que en suma serían más de mil derechohabientes, se atienden en Issste, aclaró que sin duda hay un problema en los servicios médicos en Sonora.
“De hecho uno de los principales comentarios es el tiempo de atención para consulta, incluso el tema de urgencias, en una de las reuniones que tuvimos con el gobernador les propuse este tema, porque estaban atendiendo mucho el tema del Isssteson, pero nosotros estamos igual o peor, porque las instalaciones están deplorables, el servicio, cuando te llegan a atender está decente, pero una consulta con especialistas, está bien, pero para que te toque una atención, una consulta con un especialista está muy cerrado, tardas dos o tres meses. Vas a urgencias y es mejor irte a pagar un particular porque es ir estar acostado dos o tres horas sin que te atiendan”.
Lo mismo pasa con pacientes con enfermedades crónicas que mes con mes tienen que ir a recoger ciertos medicamentos, hacen horas de fila esperando, para que al final les digan que no hay sistema, no se tiene en ese momento la medicina o que vayan a otra farmacia a buscarlo.
En el mismo sentido, dijo, está el problema del elevador, que ya tiene mucho tiempo descompuesto y no lo habían arreglado y por eso se reprogramaron cirugías y demás intervenciones médicas, porque no había forma de mover a los pacientes por los diferentes pisos del hospital.
Proyecto de nuevo hospital “atorado” y sin avance
Desde el año pasado, el gobernador Alfonso Durazo Montaño informó que se donaría un terreno en un predio recuperado por el Gobierno del Estado en los alrededores del estadio de béisbol “Fernando Valenzuela”, para construir ahí un nuevo hospital del Issste que sustituya al “Fernando Ocaranza”, sin embargo, aún no hay ningún avance en ese proyecto.
El maestro Cazarez informó que se reunió con el encargado de despacho de la delegación del Issste y le confirmó que ya se tiene el proyecto ejecutivo aprobado, solo falta confirmar la posesión del terreno para ir a la Ciudad de México a que aprueben el proyecto y liberen los recursos para iniciar la obra.
“Me confirmó que sí está el proyecto, pero están a la espera de que el Gobierno del Estado les otorgue el título del terreno, que ellos nada más ocupan eso; aquí en las oficinas de la delegación de Sonora están esperando que el estado les entregue los títulos de los terrenos, para ese documento presentarlo en México y que se libere el proyecto de construcción”,
Sin embargo, dijo que al parecer el predio que se destinaría al este nuevo hospital se encuentra en un litigio y no se ha podido liberar y por eso no hay ningún avance, mientras los servicios de salud del Issste en Sonora están rebasados y no se invierte en el viejo hospital.
“Un tema que traemos precisamente ese fue el punto de la reunión, porque en Etchojoa tenemos una situación, que los compañeros se lograron registrar en el Issste, pero como en 2014 y 2015 salió un decreto, donde el Issste dijo que no va aceptar nuevas organizaciones porque ya la capacidad de atención de los hospitales que tienen en todo el país ya están sobrepasadas… no les reconocen su afiliación y no pueden acceder a los servicios de seguridad social ganados”.
Entonces, precisó, los trabajadores de la Universidad Tecnológica de Etchojoa tienen un amparo y fueron registrados en el Issste, pero no pueden acceder a ningún servicio, porque el Instituto está rebasado en su capacidad de atención médica y como sindicato están a la orden de apoyar para agilizar este proceso.
Finalizó con la petición al gobernador de que agilice ese trámite en que se encuentra el terreno que se pretende donar al Issste para la construcción del nuevo hospital.
La 4-T “borró” programa de mantenimiento a hospitales
De a acuerdo a un análisis elaborado por el investigador Juan Ortiz, de “Lupa Legislativa”, del 2019 al 2022 el ISSSTE dejó de invertir en mantenimiento a las clínicas.
En el periodo referido, el Gobierno federal tuvo un subejercicio de 114 millones de pesos que no destinó a tareas de mantenimiento.
Pero aun peor, para este año 2023, por acuerdo de los diputados y ya durante la gestión del actual director del Instituto, Pedro Zenteno, se autorizó eliminar completamente el programa de mantenimiento.
Desabasto de medicamentos
Otro gran problema, según ubica la investigación de “Lupa Legislativa”, es el desabasto de medicamentos.
Detallan que del 2019 a 2023 encontraron subejercicio por 23 mil millones de pesos en el apartado de compra de medicamentos.
Por poner un ejemplo cercano, el año pasado en el presupuesto anual aprobado por los diputados se etiquetó 17,348 mdp en medicinas de inicio, pero el Instituto reportó que modificó el monto a 11,297 mdp, pero a final del año sólo pagó 3,581 mdp. Es decir, se generó un “boquete” porque el ISSSTE no gastó 7,716 mdp en las medicinas de los derechohabientes, provocando así que cuando los enfermos iban a surtir su receta a ventanilla sencillamente no había.


