Morena prohíbe las terapias de conversión

Por Dr. Jorge Ballesteros
De madrugada y en lo oscuro, de espaldas y en contra de la población, a las tres de la madrugada se aprobó el dictamen que cancela las libertades con la mal llamada iniciativa de “terapias de conversión” (Cuando un homosexual o lesbiana quiere volver a su heterosexualidad).
Senadoras del Partido Verde, del PES, Morena y Movimiento Ciudadano se mostraron a favor y pidieron incluir su posicionamiento en el Diario de Debates.
Y establecen penas de cárcel de dos a seis años de cárcel para quienes la realicen y multa de mil a 2 mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), a quien realice las denominadas terapias de conversión sexual.
Con 77 votos a favor, cuatro en contra y 15 abstenciones, el dictamen fue aprobado tanto en lo particular como en lo general y turnado al Ejecutivo federal para su promulgación.
Gabriel Quadri, en la Cámara de Diputados afirmó que “Con este dictamen las personas pedófilas, pederastas o zoofílicas se les prohibiría ser tratadas psicológicamente por un especialista en salud”.
Mutilación, hormonización infantil, y persecución a los padres de familia son algunas de las consecuencias que Quadri, Zavala y Castell, diputados federales del PAN, alertaron sobre las consecuencias de esta ley liberticida, durante su intervención en la discusión legislativa.
Horas antes de la sesión, Gabriel Quadri aseguró en sus redes sociales que el partido Morena votaría ese día “para que los niños y las niñas puedan libremente mutilarse genitalmente y mutilarse los senos, someterse a castración hormonal”. Este mismo tema lo retomó durante su participación en la Cámara, al igual que la diputada Teresa Castell, para asegurar que prohibir las terapias de conversión abría la puerta a estas prácticas.
Agregó el Diputado Quadri sobre la reforma que “no se puede impedir que las personas por su libre albedrío quieran y puedan acceder a servicios de salud y de orientación psicológica cuando tienen dudas en materia de orientación sexual o de percepción o identidad de género”.
Sobre esto, la diputada Teresa Castell afirmó que esta reforma afectaría a los padres de familia. “Y si te preocupas por ellos, quieres enviarlos a terapia para que tengas una asesoría, irás a la cárcel. Sí, con todas sus letras, irás a la cárcel por proteger a tus hijos y también los médicos, los psicólogos, los terapeutas que los atiendan”, señaló.
La modificación a la Ley General de Salud establece que las personas profesionales, técnicas o auxiliares de las disciplinas para la salud que realicen estas prácticas también serán sancionadas conforme a lo expuesto y suspendidas de sus labores de uno a tres años.
Quadri también aseguró que “el trastorno de disforia de género se puede tratar con terapias médicas seguras, psicológicas, que están aprobadas por la comunidad médica”.
Gabriel Quadri, Margarita Zavala y Teresa Castell advirtieron como un riesgo que esta iniciativa propicia “la persecución a los padres de familia, los maestros, los entrenadores deportivos, los psicólogos, los médicos, doctores, sacerdotes”, entre otros.
“Dos peligros muy claros, la persecución gratuita. Lo mismo a maestros, también religiosas, psicólogos, doctores, enfermeras, hasta asociaciones religiosas y también se abre a la impunidad porque hace muy difícil acreditar cosas que son tan difíciles de acreditar y que todo el mundo podría caer”, dijo Zavala en su intervención.
Este nefasto régimen de izquierda de Morena, liderado por las ocurrencias y locuras de López Obrador, y todo su gabinete de ineptos y corruptos, pertenece al Foro de Sao Paulo, el mayor cartel socialista del mundo, el cual siguiendo las directivas de la agenda 2030 pretende imponer la ideología de género en nuestro país para corromper y destruir a nuestra niñes con la promoción del homosexualismo, transexualismo, educación sexual integral en primarias, aborto, eutanasia, legalización de las drogas, educación socialista, y un largo etcétera.
La ideología de género, que es el nuevo marxismo, nada más maquillado, o como diríamos en México, es la misma gata nada más que revolcada, utiliza (no les importa su beneficio) a los gais, lesbianas, transexuales y a otras personas con disforia de género, como instrumentos de lucha, carne de cañón, para lanzarlos a destruir los cimientos de nuestra civilización cristiana que son la familia, el matrimonio, la niñez, la cultura, la educación, la región, etc.
La llamada cultura gay es el fin último al que desea llevarnos el lobby gay. Una civilización gay donde sea «natural» y universalmente aceptada y practicada la homosexualidad, por eso no les conviene que se sepa que la homosexualidad se puede curar.
Veamos ahora si se puede curar o no la homosexualidad, en primer lugar, tenemos que saber que el homosexual no nace, se hace. No se ha podido demostrar científicamente que la homosexualidad esté ligada a la herencia genética o que la tendencia a ser homosexual esté determinada desde el nacimiento.
Alan Sander investigador que en 1988 buscaba las bases genéticas de la homosexualidad, al no encontrarlas concluyó que la conducta humana no era factor de componentes genéticos sino de influencias sociales y ambientales, a su vez el investigador Neil Whitman, mencionaría no existe un gen de la homosexualidad, estimó que interactúan otros factores no genéticos como influencias sociales y ambientales.
Sí que se ha demostrado y es defendido por un amplio y respetable sector científico que la prevalencia de la tendencia homosexual obedece a factores ambientales y está condicionada por la propia psicología y la educación. Cualquiera puede realizar actos homosexuales si quiere y cualquiera puede también dejar de realizarlos.
Por eso la mayoría de los homosexuales puede dejar de serlo, como la terapia clínica ha demostrado. El homosexualismo insiste en el carácter innato de la homosexualidad para defender que se trata de un hecho natural, sin embargo, la ciencia nos dice que la homosexualidad es humana no porque sea genética sino porque es influenciable por el ambiente y por las propias decisiones.
Un ambiente proclive a la homosexualidad aumenta el número de homosexuales en ese ambiente, mientras que en un ambiente donde la homosexualidad se tolere, pero no se proponga disminuye el número de homosexuales.
La medicina ha avanzado mucho, y hay abundante experiencia clínica de que la homosexualidad (tanto masculina como femenina) se puede superar con una terapia adecuada. Así lo asegura, por ejemplo, el psicólogo holandés Gerard van der Aardweg, sobre la base de una experiencia clínica de veinte años de estudios sobre la homosexualidad.
La práctica de la terapia reparativa implica intervención psicológica para promover el cambio en la orientación sexual de hombres y mujeres homosexuales. Examinando la historia de las disciplinas psicológicas es sólo en las últimas décadas cuando se ha cuestionado el intento de cambiar la homosexualidad no deseada
Al respecto el experto Gerard J. M. Van Den Aardweg, de «Vivir en Familia», escribe que «mucha gente no sabe que la génesis psíquica de esta condición sexual carece en absoluto de misterio y que su terapia es posible. El método que he utilizado consta de dos partes: la primera consiste en hacer adquirir al interesado una visión clara de la propia identidad y de su propio mundo afectivo; la segunda, en afrontar esa situación».
El psicoterapeuta estadounidense y experto en terapia para personas con atracción hacia el mismo sexo, Richard Cohen, con 22 años de experiencia en este campo, afirma que la homosexualidad puede curarse ya que las personas no nacen así y por tanto pueden cambiar.
Este es el testimonio de una persona que se sometió a terapia de sanación con el psicoterapeuta Richard Cohen y pudo superar su condición homosexual para volver a la normalidad de su heterosexualidad y recuperar su vida, y como este existen miles de testimonios de que es posible curar la homosexualidad, oigamos a Steve:
“En lo profundo de cada uno de nosotros existe un niño precioso que espera recibir un amor que lo sane y lo cure. Cuando se trata de curarse de la homosexualidad, existe la carga añadida de la presión social. La corrección y la presión política han logrado que sea “impopular” el querer pasar de la homosexualidad a la heterosexualidad.
A menudo nos toca padecer la incomprensión de unos por tener sentimientos homosexuales y de otros por no “aceptar” nuestra sexualidad tal cual es.
Ante aquéllos que quieran curarse de la homosexualidad, doy testimonio, por mí y por otros, de que es posible. Sí, se trata de una idea nueva, y para la mayoría es un territorio no aceptado y todavía por conocer, pero podemos lograrlo. El don de la libertad está disponible para quienes de verdad deseen tomarlo”.
En Estados Unidos hay diferentes asociaciones que se dedican al tratamiento y apoyo de personas con actividad homosexual, como Homosexuales anónimos, Exodus, Courage o grupos profesionales como el NARTH (siglas de una asociación nacional estadounidense para la investigación y la terapia de la homosexualidad) que agrupa a terapeutas del mundo entero especializados en el tema.
Prueba de su éxito es que hay muchas asociaciones de ex-homosexuales que cuentan sus experiencias biográficas y las dificultades y coacciones que han sufrido a veces desde algunos movimientos de gays y lesbianas por querer ejercer este derecho. Reivindican el derecho a ser tratados, frente a quienes niegan esta posibilidad, y sus interesantes y reveladores testimonios están disponibles en Internet (http://www.peoplecanchange.com).