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Fallan y engañan con dar agua limpia al Río Sonora

A 10 años del impune derrame tóxico de Grupo México, apenas se están viendo las secuelas en la salud; y a estas alturas, ninguna autoridad garantiza abasto de agua potable limpia a los pobladores

Por Gerardo Moreno Valenzuela

El pasado martes seis de agosto se cumplieron 10 años del negligente derrame de tóxicos de la mina Buenavista del cobre de Grupo México, sobre los Ríos Sonora y Bacanuchi, contaminando el agua de todas las cuencas y aunque a los pobladores les prometieron instalar 36 plantas potabilizadoras, no han cumplido. Sólo engañan a los ciudadanos, tanto la minera, la Federación y ahora también el Gobierno del Estado.

Martha Patricia Velarde Ortega, residente del municipio de Baviácora y una de las representantes del colectivo Comités de Cuenca del Río Sonora, explicó que a 10 años ya han pasado dos sexenios de gobiernos federales y tres administraciones gobiernos estatales y solamente han engañado y a los habitantes afectados:

“El discurso ha abundado, pero no así las acciones concretas que puedan remediar todos los daños que estamos todavía padeciendo”.

El punto más sensible que se debía atender de manera inmediata, que es algo que marca incluso protocolos internacionales de remediación de daños medioambientales, que es garantizar agua limpia y segura a los ciudadanos, no se ha hecho, y lo grave es que siguen conviviendo con agua contaminada y las secuelas en salud ya están a la vista.

 Gobiernos se “tiran la bolita” y nadie cumple

Explicó que en el primer proyecto de remediación que se firmó entre el Gobierno Federal y el Grupo México, que dio pie al fideicomiso del Río Sonora, el compromiso eran construir 36 plantas potabilizadoras por ósmosis a la inversa, que es la tecnología para eliminar metales pesados del agua, nunca se hicieron.

“Desde septiembre del 2014, el comité técnico del entonces Fideicomiso Río Sonora aprobó la construcción de 37 plantas potabilizadoras por un monto de 350 millones de pesos, ya autorizados, pero él hubiera no existe, pero ahí la falta de debida diligencia, tanto de la empresa como los principios rectores de derechos humanos, que son la previsión sobre todo, no se hizo eso, si eso se hubiera llevado a cabo desde el principio no tendríamos estos problemas tan graves de salud que tenemos ahora, y lo peor sin atención medica”.

Dinero para potabilizadoras escurre entre las manos

Por otro lado, también en el Estado solamente han engañado a los ciudadanos, pues la Conagua, a través del gobierno del Estado de Sonora, el año anterior se presupuestaron 49 millones de pesos para habilitar para el mes de diciembre seis plantas potabilizadoras en el Río Sonora, que son los que ya estaban desde el 2018 y la de Bacanuchi que está desde el 2015, pero el dinero se fue en pagar proyectos ejecutivos.

Precisó que actualmente solamente funcionan las plantas fijas de Bacanuchi y se instaló una en San Rafael de Ures, pero operan de manera intermitente, porque las autoridades no se hacen cargo de su operación, dependen de los municipios que a veces no tienen recursos para pagar la luz, el mantenimiento y los operadores que se requieren, entonces muchas veces dejan de funcionar por muchos meses.

Además, en el analítico de proyectos de inversión del Paquete Fiscal 2024 del propio Gobierno del Estado, se incluye una inversión de 11.3 millones para construcción de una planta potabilizadora en el municipio de Arizpe, otra de 14.23 millones para una planta en Baviácora, 7.07 millones para una planta en Huépac, y 7.37 millones de pesos para proyectos ejecutivos para plantas potabilizadoras en 17 localidades del Río Sonora, las cuales simplemente no avanzan.

Consumen agua contaminada, no hay más…

Ante esta situación los habitantes del Río Sonora han tenido que utilizar el agua de la cuenca del Río Sonora que ya se tiene total certeza que está contaminada con metales pesados, confirmado con estudios serios de las propias instituciones de gobierno.

“Tenemos un último estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Tecnología del Agua (IMTA), en donde claramente se establece y se ve el desplazamiento de metales a través de la cuenca. Los estudios se hicieron desde Arizpe, que es el municipio más al norte, hasta el municipio de Ures, en la cuenca baja, y en la cuenca media se hizo en Banámichi, en los tres se encontraron metales excediendo la norma, como siempre se ha afirmado y se ha demostrado”.

Martha Patricia Velarde, aclaró que la acumulación de metales pesados en los habitantes es evidente y además está demostrada en los estudios que les realizaron en sangre y orina donde el 99% de una muestra resultó positivo a plomo, el 79% a arsénico, además de, cadmio, magnesio y hasta mercurio. Lo peor es que sigue costando vidas.

“Los daños a la salud fueron severos, aumentan cada vez la proporción de daños renales, hepáticos, cardiovasculares, y el cáncer que se ha llevado a compañeros, amigos, esposos de compañeras, esperando esa anhelada justicia que no vemos por ninguna parte”.

Una generación de niños con efectos

Aclaró que no se han hecho responsables las autoridades de salud, ni estatal ni federal, sobre todo con la atención especializada en toxicología, donde ya una generación completa nació y ha crecido conviviendo con metales pesados.

“Hay una investigación de parte de algunas universidades de Sonora donde se ha podido demostrar con un grupo de control que niños de la misma edad y grado académico, que ya están sufriendo daños severos en esos procesos, es muy triste, y eso también es uno de los objetivos y por los que no perdemos ni la fuerza, ni el ánimo ni la esperanza”.

Explicó que el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprese), del Gobierno Federal realizó un plan integral de atención a la salud de los habitantes del Río Sonora, pero lo debe ejecutar el Gobierno del Estado y ahí es donde se está fallando pues son omisos, entonces este documento, como los derechos humanos en Sonora, dijo, son letra muerta en Sonora.

 La pesadilla de las secuelas… y lo que viene

“Hizo un plan de atención a la salud, formidable, así lo califico porque lo es, abarcaba todos los puntos por muchos años en atención, aquí el detalle es que el ejecutor debe ser el Gobierno el Estado, y el Estado, a pesar del comunicado que sacó, no ha tenido un acercamiento con nosotros, no ha tenido un diálogo directo con nosotros y solamente está en el papel”.

Por eso a 10 años del derrame de tóxicos sobre el Río Sonora apenas se están viendo las secuelas en la salud y aun no se garantiza abasto de agua potable limpia ni atención integral a los pobladores, por eso, dijo, seguirán exigiendo justicia, remediación integral y garantías de no repetición, hasta donde sus fuerzas les alcancen.

“El mensaje a la sociedad es que Hermosillo también es Río Sonora, aquí están también todos afectados, que compartan todas nuestras notas, que se sensibilicen, porque también están afectados, Hermosillo también se nutre del agua del Río Sonora, que lo atraviesa de punta a punta”.