Los autos chinos son un tema mayor para México

Por Manuel Gutiérrez
Durante el sexenio de López hicieron su arribo aproximadamente 20 marcas de automotores procedentes de China, al mismo tiempo ingresaron a otros sectores del transporte, como el Metro de la CDMX, al que financiaron y equiparon, muchas veces en modo experimental como lo dijimos en forma extensa en otra entrega.
Lo chino es tan real, como topar con las nuevas marcas por todas partes. Esto mismo está sucediendo en otras partes del mundo, como es el caso de Europa, que opta por una política gubernamental de la Unión Europea de endurecimiento, es decir de poner fuertes gravámenes de impuestos al precio al consumidor de los autos chinos, eléctricos o de combustión.
Esta política, viene siendo parte de la guerra comercial que se inició con Biden en que tanto Europa como Estados Unidos, actuaron con proteccionismo pretendiendo proteger a las industrias locales de la invasión de marcas chinas, acusadas de crecer por la práctica del dumping, es decir subsidios preferenciales del gobierno, para ofertar a menos precio, productos más completos y desarrollados, que la competencia, que construye y oferta lo mismo a un precio más alto.
Lo cierto y nunca hay que olvidarlo es que existe una guerra comercial entre China y los Estados Unidos, seguido por Europa. La misma situación aplica por las sanciones comerciales a Rusia por la invasión a Ucrania, con el embargo de activos en los bancos, congelamiento de cuentas, confiscación de propiedades de empresarios rusos, o afines que de alguna manera participan en el apoyo de la guerra.
Incluso en México, el asunto de los autos chinos tuvo ya una respuesta del futuro secretario de Hacienda de Claudia Sheinbaum, que es el mismo de López, Rogelio Ramírez de la O. que consideró que el balance comercial con China está desequilibrado para México, que compra más a China de lo que exportamos. La propuesta inicial de Ramírez, es simple: Poner cargos tributarios a los productos chinos, lo que parece una medida lógica, pero no es correcta.
En Europa, como paradoja los armadores de carros han sido los núcleos industriales que se oponen a sanciones de ese tipo para China. BMW, Mercedes, Audi, y marcas francesas y españolas, no ven con buenos ojos que se sancione a los autos convencionales y E, que vienen de China.
La razón es que existe importación de esas marcas sobre todo Premium, genuino por parte de China, que también ofrece segmentos Premium entre sus marcas, pero son imitados, aunque con buenos terminados y una calidad acorde al precio.
Los industriales automotrices de Europa se oponen, y entre ellos marcas de los Estados Unidos, al desarrollo de medidas de sanción, porque hay un flujo de compra-venta y ambas ramas industriales están interconectadas, es decir, lo mismo hay inversiones chinas de este lado, caso de España, muy favorecida, por lo que pidieron al gobierno español que abogue por impedir el castigo.
Por el otro lado, muchas marcas norteamericanas, están ofertando bajo parámetros supervisados de calidad, productos de China, caso de Ford, Stellantis, General Motors. Todos ellos ofrecen modelos hechos en China, amparados por la marca occidental.
Ciertamente los chinos copiaron los principales modelos, pero de ese paso lograron por fin crear productos propios, acordes al nicho de ventas que pretenden dominar, y ofertan modelos actuales. Por razones de conveniencia comercial, no fueron acusados, porque colocaban más modelos en ese país, y construían para importar muchos modelos chinos con logo euro-americano.
Otra razón fue el excelente nicho Premium que existe en China, en que hay prosperidad, capitalismo privado, millonarios, y a la par un control total del estado por el Partido Comunista, que reglamenta el estado. La paradoja se da en otros modelos socialistas como en Vietnam, es decir, tienen niveles de riqueza, la generan, en lo que fallan es la democracia, en garantías individuales, como dicen algunos en China, no existe la sociedad, sólo el gobierno.
Esto provoca roces como en episodio de Tiananmen, y momentos de represión, que llegan a la censura de sus medios propios de redes, de la misma inteligencia artificial, que pliegan al mandato polpitico, porque no usan Facebook, o google, a la par invaden el mercado de electrónicos en aparatos domésticos que también consumen y celulares.
EL MUNDO CHINO EN MÉXICO
Las marcas que han llegado hay que agruparlas por marca-madre: BAIC llegó en 2016, -tema que atrajo la atención de Forbes, Expansión, El Financiero y El Economista- esta forma parte del grupo MOTOR NATION, que ofertó un sedan subcompacto, el D-20 y el Suv X25. Su plan era vender mil unidades en el primer año, hoy oferta tres suvs y logró vender más que sus planes.
Otra marca madre: JMC, por Jiangling Motors Corp. Es el segundo fabricante chino en México, metió la camionta Vigus para competir con la Nissan NP330, Frontier, y es socio de Ford, que construye su camioneta mediana Territory, pacto de 2018, pero en Europa venden Focus, SMax, y Mondeo…hechos en China.
Changan, es del grupo Motornation, promueve el sedan subcompacto Alsvin, y una Suv C35plus, de precios accesibles, dentro de los más demandados para ser adquiridos por la clase media en México. Sumaron una Suv más pretenciosa, la CS55.
DFSK, significa Donfeng Sokon, nacida en 2003, hacen furgonetas, camiones de piso plano, tiene 4 plantas en ciudades de China, dos en Hubei y dos en Chongqing. Ahora oferta 4 modelos distintos.
JAC grupo más mexicanizado por Carlos Slim, que es socio crearon una importadora llamada Giant Motors Latinoamerica, GML; como marca madre. Con dinero de Inbursa, lanzaron un modelo compacto eléctrico, el JAC E10X, que anda en unos 400 mil pesos.
MG es una marca sorprendente de su éxito en México, por su disfraz de origen inglés de Morris Garages, que adquirió China y ha explotado hasta con la bandera inglesa. Es la octava marca más vendida en México, llenó un segmento accesible para la clase media mexicana, en solamente 2 años, tiempo record, se situó como la marca china entre las 10 más populares en México. Ahora ofrece sedanes de tipo compacto, deportivos, suvs y modelos eléctricos. Tal vez la marca más popular en México.
CHIREY
Uno grupo muy destacado actualmente en el lugar 14 en ventas en México, con sedanes y suvs diversos, engloba varias marcas, Chirey es la madre.
Omoda: Segunda marca del grupo, después de Chirey en sí. Lanzaron en el 2023, con el Omoda 5, un sedan, un GT, y C5 totalmente E.
JAECOO
Un juego de palabras de Europa, Jagger: Cazador y Cool, que sugiere moda, y exclusividad fresca. Es más clásico en sus líneas que el OMODA que es atrevido pero no gusta a muchos conservadores. JETUR es del grupo Chirey, también tiene sedanes y suvs, pero comercializa modelos Foton, de camiones, que ha arrebatado parte del mercado.
BYD
Esta marca significa en inglés “construye tu sueño” es Chirey. Tiende a colocarse como Premium en el mundo chino, pero a nivel mundial superó a Tesla. Todo lo que ofrece es E, con siete modelos, incluso un hibrido. Fin por ahora del grupo Chirey que tiene un gran número de agencias en que empresarios mexicanos se asociaron para comercializar.
GREAT WALL MOTORS
Grupo grande que mueve la marca Haval, una suv en versión hibrida y otra convencional, H6 que busca su tajada entre los suv compactos. Para los que gustan de líneas serias y sobrias, ofrece la submarca Ora, y tiene el Ora 3 eléctrico.
Tank, es otro modelo de GWM, que sigue la clase de Jeep. Ofrecen un Tank 300 con idea de off road. Este grupo se metió por el lado del deporte mexicano al patrocinar el béisbol y futbol.
GRUPO GEELY
Célebre en sus inicios por copiar, ahora es un rival serio con 1.3 millones de vehículos en el mundo, pretende colocar su propia marca, más la Zeekr, que quiere ser rival de BYD y del Premium en México. Sume la submarca GAC, con dos SUVS de gasolina, y algo llamado EMZOOM. Van a lanzar una Van, un E y un sedan.
Neta, es Hozon Auto, -se desconoce si es variable de Geely o independiente, apenas llegó este año, por lo que aún no se ve mucho. Tiene un suv, un deportivo y un hatchback.
OTRO GRANDE. SHANGHAI MOTORES
Esta marca, llegó este año, es del grupo FAW que hace el Mazda 6, ofrece un sedan, un crossover, -un ensayo estilístico de coche y suv- y dos suvs. JIM, es una marca de JMC, que distribuye el grupo Shanghai, también tiene que ver con surtir a Ford de modelos y piezas. Si mañana ve otra marca china no se asuste aún pueden llegar más.
¿BUENO O MALO O DEBEN SUBIR LOS ARANCELES?
La respuesta dentro de una economía liberal, es simple: NO. No se deben gravar los aranceles, y se debe de buscar que construyan los modelos en México, lo que agravarse la crisis chino-estadounidense, sería una buena garantía para el país. No se recomienda seguir el camino del proteccionismo, y ya no es hora de sancionar sus copias, sus trampas, y su dumping, eso quedó atrás. México es importante en la industria automotriz, séptimo lugar mundial en la era de Peña Nieto, y apenas ha vuelto a tener éxitos en ventas en este año, con un 26% más de ventas.
Es decir, la tarea de Marcelo Ebrad, y Claudia Sheinbaum debe ser atraer capitales chinos, asociarlos con capitales mexicanos preferentemente, e intentar que se mejore la balanza comercial. China se descuidó totalmente en la 4T por incompetencia, o negligencia, ahora Ebrad que se sabe de economía, y está bien formado sobre el TMEC buscará que los chinos gasten más en México y urge, más que cerrarles la puerta, venderles lo que sea, pero ya, podrán ser sus productos automotrices, porque como emporio mundial, pueden encontrar ventajas que no pueden obtener en China por la política central del PComunista.
Si bien Salinas no metió a la economía global, con gran realismo, no es factible regresar al proteccionismo que propone el secretario de Hacienda, y Claudia debe tener bien claro, que un mercado mundial, la eficacia premia, o castiga. Que sean chinos no asegura un éxito, y sufren el canibalismo de su propio variado desarrollo, es decir, compiten contra los que ya estaban, pero también entre ellos.
Vender carros y suvs, a precios accesible, con equipamiento, buena presencia, relativos acabados según la marca-precio, y ya veremos la confiabilidad, hacen que este fenómeno mundial, no puede ser detenido por decretos mexicanos. Su arribo apunta a que algún momento les permita abrir el mercado de Estados Unidos. Pero México y Brasil, y Argentina, son los principales armadores de automóviles y suvs deberán acertar en un libre mercado.
El secreto está en que no acaben acaparando el mercado, los orientales, pero para ello las industrias que dominaron el mercado deberán demostrar que están despiertas y el reto es para Japón, tan arraigado aquí con Toyota, Susuki, Nissan.
En una danza mundial, ganará la mejor ejecución, la mejor sonaja, y el ritmo más atractivo. Ellos vieron simplemente que el filón era el mercado de la clase media, y en México les funcionó, mientras otras marcas pensaban en colocarse en nichos más altos, y ni lograron una u otra cosa.
Lo cierto es que la industria automotriz, de Occidente, va de la mano con China, lo que puede ayudar a distender las ansias de expansión de Xing Ping, bajo la premisa que el comercio mundial, necesita paz, y prosperidad de los mercados, para que se consuman sus productos. Por eso no quieren las armadoras las soluciones estatistas antiguas, de ponerles aranceles, y obstruirlos.
Ya existe y que gane el mejor. Yo preferí un coreano, KIA pero muchos han invertido en chino. Ahora, van a descubrir que marcas son buenas, y que esperar de confiabilidad de ellos y de eso dependerá que siga el éxito, y que la segunda continuidad de la 4T no juegue con aranceles tontos, sino que organice la empresa mexicana para que viva, y compita. Eso es tratar de detener el mar con la mano, lo chino ya es parte de este siglo y México tiene que resolver el dilema, con su auto industria.