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Un motor muy fiable

Así funciona el corazón y debemos mantenerlo fuerte

Por Marina Brauer

El secreto para que el corazón pueda llevar a cabo su importante función está en sus diversos compartimentos

Un corazón es, sin duda uno de los músculos más importantes del cuerpo humano. Gracias a sus movimientos de contracción y dilatación la sangre entra y sale de este órgano y se distribuye por el resto del cuerpo ayudado por el sistema circulatorio.

 ¿Cómo protegerlo?

La inmensa mayoría de enfermedades cardiovasculares son prevenibles, recuerda conocer cómo funciona por dentro nos ayudará a entender mejor como los buenos hábitos de vida pueden protegerlo.

Su importancia en cifras

-Si no falla a lo largo del día un corazón sano realiza una media de 100,000 latidos que son capaces de bombear en torno de 8,000 litros de sangre.

-Diferencias. Con la edad el corazón cambia mucho: un niño tiene unas 140 pulsaciones por minuto. Las personas mayores de 60 a 80.

-Las venas y las arterias son las que reparten sangre por todo el cuerpo. 96,000 km de vasos sanguíneos hay en el organismo.

Tu corazón

 Este órgano es el motor principal de la compleja maquinaria que es el cuerpo humano. De su buena salud depende la nuestra por ello es vital cuidarlo.

El corazón es uno de los órganos que antes se forman y sus latidos nos acompañan desde bien pequeños: su sonido algo acelerado por su reducido tamaño, se escucha ya durante las primeras semanas del embarazo, gracias a las ecografías rutinarias de control.  Detrás de estos latidos hay un complejo sistema de contracción y relajación que permite al corazón bombear la sangre que recorre nuestro sistema circulatorio.

*El sistema circulatorio también tiene una importante misión. Primero hacer que la sangre llegue con su oxígeno y nutrientes a todas las células del organismo: y luego conducir la sangre ya utilizada por las células de nuevo al corazón.

*Los hábitos de vida pueden hacer mucho por facilitar que la sangre circule de forma correcta y sin obstáculos como un exceso de grasas que puede provocar un estrechamiento de las arterias y que se acaben formando peligrosos coágulos.

Un órgano dividido en dos partes. El secreto para que el corazón pueda llevar a cabo su importante función está en sus diversos compartimentos, que se comunican entre sí justo en el momento adecuado para permitir que la sangre entre, y recibirla de nuevo una vez oxigenada y, después impulsarla para que llegue al resto de órganos del cuerpo. Y lo hace movilizando una gran cantidad de sangre: cada vez que se contrae entre 100 y 200 centímetros cúbicos de sangre (aproximadamente medio vaso).

Parte derecha

*Recibe la sangre que debe depurarse. La sangre venosa, que ya ha pasado por el organismo para que las células reciban su oxígeno y nutrientes vuelve al corazón (a la aurícula derecha) a través de las venas cavas.

*Y la envía hacia los pulmones. Desde la aurícula derecha la sangre pasa al ventrículo del mismo lado, situado justo debajo, a través de la válvula tricúspide. Este compartimiento del corazón es el encargado de impulsar la sangre a la arteria pulmonar y enviarla hacia los pulmones.

Parte izquierda

Recibe la sangre ya oxigenada. Una vez los pulmones han cargado de oxígeno la sangre, esta (conocida como sangre arterial) se dirige al corazón por las venas pulmonares y entra a la aurícula izquierda. Y la hace llegar al resto del organismo. Tal y como ocurre en el lado derecho desde la aurícula pasa al ventrículo, esta vez a través de la válvula mitral. Una vez en el ventrículo izquierdo, el corazón se contrae e impulsa la sangre arterial al resto del organismo a través de la arteria aorta.

¿Si usted se ha preguntado alguna vez como un órgano relativamente pequeño (pesa tan solo entre 280 y 300 gramos) es capaz de hacer que la sangre circule por todo el organismo?  Los latidos son la clave, y se regulan a través de un sistema eléctrico que marca el ritmo del corazón. Gracias a ellos podemos llegar a bombear cinco litros de sangre por minuto cuando estamos en reposo, una cantidad que se incrementa enormemente (incluso puede cuadruplicarse) con la actividad física.

*Nuestro marcapasos natural. Se llama nódulo sinusal y lo tenemos en la parte superior de la aurícula derecha. Lo forma una serie de neuronas que generan un impulso eléctrico capaz de contraer y relajar el corazón. Una vez generado el impulso es otro nódulo, llamado auriculoventricular, el encargado de que este estímulo llegue a las aurículas y los ventrículos. El trabajo coordinado de ambos tiene como resultado algo bien conocido por todos nosotros, el pulso o frecuencia cardiaca (lo habitual es que esté entre los 60 y los 100 latidos por minuto.

Cuando el corazón se contrae se habla de sístole. Si la contracción se origina en las aurículas (lo que se conoce como sístole auricular) provoca que la sangre pase a los ventrículos los que se contraen (sístole ventricular) lo hacen para expulsar la sangre y hacerla llegar al corazón.

El momento de la relajación se conoce como diástole, y gracias a ella se dilatan las aurículas y los ventrículos. Esto permite que la sangre pueda entrar de nuevo al corazón, tanto si hay que oxigenarla como sí vuelve de los pulmones.

*El corazón por dentro es un órgano como una especie de caja con cuatro cámaras principales e interconectadas entre sí. La sangre venosa sin oxigenar llega a la parte derecha allí este órgano se encarga de dirigirla a los pulmones. Una vez oxigenada vuelve al corazón (esta vez el lado izquierdo y desde allí se distribuye al resto del organismo.

Continuaremos la próxima semana DM.

BUENA SUERTE Y MUCHA SALUD.