“Quien se enoja pierde”; México culpó a EU por la llegada del gusano barrenador

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
NO SE PUEDE SER tan ingenuo. Ahora sí que puede aplicarse aquel refrán que dice: “Ven venir la tormenta y no se hincan”.
Lo sucedido a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila y a su esposo Carlos Torres, fue un aviso de que habrá mayores noticias relacionadas con políticos mexicanos corruptos.
Es en verdad una pena admitirlo, pero la verdadera oposición al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum no está en México, sino en el gobierno de Donald Trump en los Estados Unidos.
A estas alturas, ¿alguien puede negar la evidente intervención “gringa” en los asuntos internos de nuestro país?
Tampoco se sabe ahora, cuánto tiempo más podrá sostener palacio nacional su reiterada declaración de que las relaciones con el gobierno de los Estados Unidos “son cordiales y en muy buenos términos”.
Por lo pronto, a través del titular de la SADER, Julio Berdegué, ya se abonó mucho. El funcionario responsabilizó a los vecinos del norte por la presencia del gusano barrenador del ganado, “porque ellos debieron controlarlo desde que se comprometieron a hacerlo en el año 2023”.
Sucede como sucede con todo gobernante “populista”, “socialista” o “comunista”: Busca un culpable de sus males pero jamás admite un error.
Pero cada vez más, el Departamento de Estado de los Estados Unidos se acerca a consumar una intervención mayor en nuestro suelo, por lo que sería capaz de venir y llevarse a una figura o a varias figuras, a quienes previamente han investigado y obtenido pruebas de alguna responsabilidad en sus relaciones con el crimen organizado.
¿Cuántos testigos protegidos mexicanos habrán proporcionado información a la DEA y al FBI sobre la relación de políticos con el “narco”?
Bastaría observar el caso más reciente. Ovidio Guzmán López (hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera) llegó a tal acuerdo con el gobierno estadounidense, que fue capaz de lograr que su familia —entre ella su madre Griselda— arribara a San Ysidro, California, y fuera esperada por agentes especiales.
¿Protección ante la amenaza de una guerra interminable en Sinaloa contra la “mayiza”?
Y ante la severidad de los procesos y las penas aplicadas por la justicia norteamericana, son decenas de delincuentes mexicanos lo que han llegado a un acuerdo con el “Tío Sam”, a cambio de revelar información de alto nivel.
¿Qué podría decir Ismael “Mayo” Zambada? ¿Qué sería capaz de revelar Rafael Caro Quintero para evitar la pena de muerte?
Si todo este cúmulo de expedientes elaborados por las autoridades de EU, lo combinamos con la convicción del presidente Trump, el secretario de Estado, Marco Rubio, la directora de la DEA y la titular de seguridad nacional, al declarar a las principales bandas delincuenciales como “organizaciones terroristas”, lo que sigue puede preverse fácilmente por distinguidos personajes de la política mexicana, empezando por Andrés Manuel López Obrador y siguiendo con el aún gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.
Por eso, el que por vez primera se haya cancelado la visa de turista a la gobernadora Del Pilar Ávila y a su esposo Carlos Torres, es mínimo respecto a lo que podría suceder en cualquier momento.
Porque se han presentado acontecimientos comparables solo con los preparativos de una invasión norteamericana en nuestro país. No habrá algo como lo que ocurrió en el año 1846
cuando la bandera de las barras y las estrellas se colocó en todo lo alto de nuestro palacio nacional, pero bajo el argumento de proteger su propia seguridad nacional, en nuestros días observamos una abierta intromisión, desde la llegada de un buque de guerra a las costas de Veracruz, el sobrevuelo de aviones de inteligencia en nuestras fronteras y la mano dura en contra de nuestro país y nuestra gente, lo que podría incluir la aplicación de un impuesto a las remesas enviadas por los paisanos a sus familias en México.
Y la presidenta Sheinbaum tendrá frente a sí el mayor reto de su vida. Una negociación que le permita seguir diciendo que las relaciones con Estados Unidos “son amistosas y cordiales”.
Pero la pregunta es ¿A cambio de qué o de quiénes?
México ha encontrado al culpable de sus males: EE.UU.
EN ESTE espacio hemos reiterado el abuso cometido contra nuestro país por el gobierno de los Estados Unidos en distintas épocas… Desde la definición del nuevo Estado mexicano al consumarse la independencia de España en 1821, la invasión de 1846 que terminó con la “venta” forzada de más de la mitad de nuestro territorio, el asesinato de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez y la inevitable dependencia económica porque el destino nos convirtió en vecinos de la nación más poderosa del mundo, la misma que nos ha tratado como su patio trasero… Pero México ha sucumbido a esos abusos por una razón: Nuestra debilidad como país que se ha sometido a una guerra fratricida en estos 204 años de vida independiente, lo que ha formado y forjado un mexicano dispuesto siempre a anteponer los intereses particulares o de grupo a los grandes intereses nacionales, lo que ha generado el cáncer de la corrupción, el mismo que se adhirió a nuestro organismo nacional desde hace 500 años, cuando los conquistadores alcanzaron el propósito de gobernar una tierra en la que no había necesidad de generar riqueza, porque ésta ya se había acumulado por los pueblos originarios y solo había que encontrarla… Por ello, sigue vigente aquello de “México es tan grande que sus políticos no se lo han podido acabar”…Ahora, en estos días de la tercera década del siglo XXI, el gobierno mexicano continúa sometido a los caprichos de un gobernante como Donald Trump, porque seguimos siendo débiles y cometemos los mismos errores de un régimen populista que le apuesta a generalizar la pobreza, obligar a que el individuo esté sujeto totalmente al Estado e incluye la conformación de un enemigo externo (porque los enemigos internos son los “conservadores”) a quien echarle la culpa de nuestros males… Por ello, Julio Berdegué Sacristán, el titular de la SADER, se atrevió a responsabilizar al gobierno de Estados Unidos —desde la “mañanera” en palacio nacional—, por la presencia en México del gusano barrenador del ganado que provocó el cierre de la frontera sur de ese país a la importación de ganado mexicano… “Se salió de control su vigilancia y son los responsables de que la mosca que crea el gusano, haya viajado 3 mil 700 kilómetros desde Panamá hasta llegar a Chiapas”, dijo el funcionario… En ese momento, se olvidó la obligación del gobierno mexicano de evitar el contrabando de ganado centroamericano en su frontera sur, las “buenas relaciones con el departamento de agricultura de los Estados Unidos”, su aceptación tácita de no asumir su responsabilidad en la supervisión de la sanidad de los animales y de negarse a través de obstáculos aduanales, que el vecino del norte fumigara con moscas estériles para alejar al gusano… Había tardado el gobierno “populista” mexicano en culpar a Estados Unidos de nuestros males… Veremos ahora cuánto tiempo más continúa la presidenta Sheinbaum repitiendo que la relación con el gobierno de EE.UU. es “muy buena, cordial y en los mejores términos”.
“La guerra de los palacios” que beneficia a Hermosillo
ESTOY de acuerdo con quienes han detectado una especie de competencia entre el gobernador Alfonso Durazo y el presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán, que se refleja en las páginas de los diarios… “El Imparcial” —por ejemplo— contempla cotidianamente en su primera plana una nota en la que aparece el gobernador y, paralelamente, no descuida la presencia del alcalde de la capital, entregando obras o asumiendo compromisos… Esto último lo pueden evaluar los analistas especializados en ese ramo, pero más allá de eso, lo que vale la pena resaltar por su indudable trascendencia, es el buen momento que vive Hermosillo, con una obra pública como nunca antes se había visto… Y es que tradicionalmente, cuando se realizaba una gran obra en la capital, ésta corría a cargo del Gobierno del Estado… Ahí está el registro de la historia… En los años cuarenta del siglo XX, el general Abelardo L. Rodríguez, gobernador entonces, inició la modernización de la ciudad y un par de evidencias son el Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora y la presa que hoy, aún, lleva su nombre… En los años sesenta, el gobernador Luis Encinas Johnson comenzó a planear ordenadamente la ciudad, poniendo las bases para desarrollar la gran urbe que es hoy y una muestra de ello es la construcción del boulevard que lleva su nombre, así como el anillo periférico que sigue tan vigente como entonces… Antes de terminar el siglo XX, el gobernador Manlio Fabio Beltrones unió el sector norte con el sur al desarrollar el proyecto del Vado del Río y la ampliación de los boulevares Morelos y Solidaridad… Ya en este siglo, Eduardo Bours Castelo, como gobernador, utilizó generosos recursos para construir dos distribuidores viales, el ubicado en Luis Encinas y Solidaridad y la ampliación de la calle Pino Suárez con un puente sobre el Boulevard Rodríguez… Los alcaldes en esos tiempos, poco pudieron hacer… Hoy las cosas son distintas… A pesar de ser integrantes de partidos diferentes, Alfonso Durazo desde palacio de gobierno y Toño Astiazarán desde la presidencia municipal, están llevando a cabo la obra pública más grande de la historia, la que sin duda alguna está cambiando el rostro de la siempre bella Hermosillo… La administración estatal está prácticamente reconstruyendo el emblemático mercado municipal número 1, ha recuperado La Sauceda y no solo está a punto de terminar la remodelación de varias calles del centro histórico de la ciudad, sino que también se ha dado a la tarea de remodelar la catedral metropolitana… Aquí lo increíble es que el alcalde, con recursos propios, sin endeudar al Ayuntamiento, está consolidando en un segundo periodo una extraordinaria obra pública, que incluye la rehabilitación de un gran número de campos deportivos, la repavimentación y reconstrucción de los principales cruceros de la ciudad, la ampliación del paso a desnivel de la calle Veracruz y Boulevard Encinas, el compromiso que se ha echado a cuestas de invertir más de 400 millones de pesos en la construcción de un gran paso a desnivel en Colosio y Solidaridad, la adquisición de toda la flotilla de patrullas dejando a un lado el consumo de gasolina para pasar a motores eléctricos, así como las unidades de servicios públicos municipales, el establecimiento del proyecto “HBus” de transporte para universitarios y el alumbrado público para la seguridad de la estudiantes que caminan cerca de los centros educativos, entre otras muchas acciones… Aquí, lo más importante, es dejar constancia de que Hermosillo vive un gran momento que sus habitantes podrán disfrutar a corto y mediano plazo, a pesar de las molestias que hoy origina el vernos envueltos en las dificultades del tránsito vehicular… Pero el progreso cuesta y las molestias, cuando se concluyan las obras, pasarán al olvido para dar paso a otras necesidades.
Gran convocatoria empresarial en palacio de gobierno
CASA llena de líderes empresariales registró el Salón Gobernadores de palacio de gobierno en Hermosillo esta semana, para la instalación por parte de gobernador Alfonso Durazo de lo que se dio en llamar “Fideicomiso para la Competitividad con Seguridad en el Estado de Sonora” (FICOSEG), que no es otra cosa que conjuntar las voluntades para alcanzar un clima de trabajo y promoción de inversiones en el Estado, en medio de un escenario de paz y tranquilidad… Invitadas especiales la guapa Coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización, Altagracia Gómez (muy cercana a la presidenta Claudia Sheinbaum), así como la presidenta de la comisión de seguridad ciudadana en la Cámara de Diputados, Jessica Saiden… Entre otros líderes empresariales locales, se anotaron Jorge Aguirre (muy cercano al gobernador) Gilberto Robles, Jesús Gámez, Javier Gerardo Moreno Durán, Francisco (Pancho) Díaz Brown, Martín Salazar Zazueta, sin faltar la alcaldesa con amplio futuro, Karla Córdova, más los alcaldes de SLRC, César Iván Sandoval y de Agua Prieta, Jesús Manuel “Chumel” Quijada Lamadrid… Imposible no recordar con esta amplia convocatoria, aquella reunión en palacio nacional en la que López Obrador invitó a degustar tamales de chipilín a los más grandes empresarios de México… Por lo demás, este FICOSEG es un gran punto para el gobernador Durazo.