La comunidad oriental percibe mayor integración a la sociedad: China en Sonora

Son varias generaciones de hijos de ciudadanos asiáticos que se establecieron en Hermosillo y perciben la ciudad como un hogar cálido
Por Antonio López Moreno
A inicios de la década de los 2000, la familia Wu Liu buscaba en China oportunidades para poder salir adelante, fue en el 2002 cuando decidieron emprender una gran travesía para migrar hasta México. El destino los llevó a Hermosillo, Sonora, donde buscaron trabajo como cocineros en un restaurante de comida oriental.
Su llegada no fue sencilla, pues enfrentaron las dificultades propias de quienes dejan atrás su tierra natal para iniciar una vida en un país con idioma, costumbres y formas de vida distintas. Sin embargo, la determinación y el esfuerzo se convirtieron en las herramientas que les permitieron salir adelante en un entorno inicialmente desconocido.
Fue a base de esfuerzo y sueños persistentes como lograron sentar los cimientos de su nuevo futuro. Hace 15 años, en tierras sonorenses nació su hija Sofía, quien comparte ambas culturas y se siente orgullosa de ser mexicana con raíces chinas. Para ella, crecer entre dos mundos ha significado un aprendizaje constante: por un lado, mantener vivas las tradiciones heredadas de sus padres, y por otro, adoptar con cariño la cultura del país en el que nació.
Desde pequeña le han asombrado sus raíces, pero la cultura mexicana la cautivó desde que tiene memoria. Sus recuerdos de la niñez están llenos de imágenes de desfiles patrios, piñatas y comidas típicas, al mismo tiempo que en su hogar no faltaban platillos, símbolos y relatos provenientes del gigante asiático.
“Es un gran país muy amigable, es lo que me gusta, por la comida, los festivales, también tienen sus propias celebraciones”.
Sus padres le platican sobre su país de origen y sueña con conocer las maravillas naturales de Asia y las distintas provincias de China, que le cuentan, es riquísima en su arquitectura, paisajismo, comida y avances tecnológicos. Para Sofía, escuchar las historias de templos milenarios, montañas verdes y ciudades modernas es una motivación que le recuerda de dónde proviene su sangre.
“Los paisajes, me encanta mucho ver que hay lugares turísticos y obviamente los paisajes son muy bonitos en cada estado, en cada región y también la comida”.
Es gracias a la gastronomía de su país catalogada como patrimonio de la humanidad como han podido salir adelante. Y es que se han ganado la vida cocinando platillos tradicionales que encantan al paladar sonorense en diferentes restaurantes que están ubicados en la capital sonorense. La comida china en Hermosillo se ha convertido en un puente cultural, un espacio donde los sabores conectan historias y donde la comunidad ha podido mostrar lo mejor de su herencia.
“Mi papá y mi mamá trabajan en una comida china, en un restaurante también están aquí en Hermosillo… vinieron como cocineros para buscar trabajo”.
Con el paso del tiempo, la comunidad china ha buscado también formas de visibilizar su cultura en espacios públicos, más allá de los restaurantes o comercios.
Exposición fotográfica de comunidad china en Sonora
La comunidad china ha crecido enormemente en las últimas décadas, pues se calcula que sean miles quienes radican en la entidad. Hoy se llevó a cabo una exposición fotográfica donde se visibilizó sus aportaciones a la cultura.
El evento incluyó imágenes históricas, retratos familiares y escenas cotidianas que muestran cómo se han adaptado y al mismo tiempo han mantenido sus costumbres. La muestra se organizó con la intención de fortalecer la identidad de las nuevas generaciones y al mismo tiempo sensibilizar a la sociedad sonorense sobre la riqueza cultural que esta comunidad aporta.
Fueron decenas de personas quienes acudieron, algunos a ver fotografías de sus antepasados y otros a enriquecer su conocimiento. Fue un evento solemne de gran agrado para sus asistentes. Para muchos jóvenes descendientes de familias chinas, fue una oportunidad única de reencontrarse con su historia y comprender las adversidades que sus abuelos enfrentaron en Sonora.
“Comida china, muy padre, hay muchas cosas, por ejemplo pollo dulce, carnita roja, a mucho cliente le gusta eso”.
La propia Cónsul de dicho país en México, Fu Xinrong, reconoció los intercambios culturales y comerciales que se dan entre ambas naciones, destacando la generación de empleos y la creación de nuevas empresas.
“Aquí Sonora es un estado de mineral y también de agricultura, mariscos, tiene el aumento de volumen del comercio entre ambos países, Sonora aportó exportación de productos agrícolas que están en las mesas chinas”.
La exposición fotográfica e histórica se denominó “La huella china en Sonora ayer y hoy”, con la presencia de decenas de personas y autoridades. Este tipo de encuentros culturales han permitido abrir un diálogo entre instituciones académicas, asociaciones civiles y la propia comunidad, consolidando un proceso de reconocimiento mutuo que antes era poco visible.
Para estudiantes de la Universidad de Sonora como Rubén Morales, la oportunidad de volver a contar la historia de lo que ocurrió en los años 20’s y 30’s del siglo pasado, deberían sentar precedentes para la tolerancia y convivencia.
“Años después de que se acabó la persecución de chinos, siguieron existiendo prejuicios que actualmente existen y deberían ser erradicados”.
Durante la ceremonia, se expuso la tradicional danza del dragón y se utilizaron atuendos tradicionales del país milenario. Los asistentes quedaron sorprendidos con la majestuosidad de los movimientos y la música que acompañaba el espectáculo.
“Es sumamente impresionante, la música, como se siente, es un show”.
Persecución xenófoba en Sonora
A inicios del siglo XX, comenzaban a llegar las primeras oleadas migratorias de China. Esto provocado entre otras cosas, por la hambruna y el régimen estricto de dicho país, y comenzaban a asentarse mayormente en Hermosillo, Guaymas y Cananea. La población veía en Sonora un lugar de oportunidad gracias a su ubicación estratégica y su desarrollo agrícola y minero.
Sin embargo, con el crecimiento de la comunidad llegaron también tensiones sociales. A partir de 1916, comenzaron a relucir discursos xenófobos contra la comunidad asiática, acusándolos sin sustento de poseer enfermedades y apoderarse de la riqueza. Estos discursos se propagaban en periódicos locales y en discursos políticos, alentando la desconfianza hacia los migrantes.
En 1923 esas acciones se intensificaron con el gobierno de Plutarco Elías Calles, que entre otras cosas, determinó la creación de barrios chinos bajo la Ley 27. La medida buscaba aislar a las familias orientales, separándolas del resto de la sociedad, y reforzaba una narrativa de segregación racial. Muchos comercios fueron clausurados, y familias enteras se vieron obligadas a vivir en espacios reducidos y vigilados.
Pese a ello, los chinos en Sonora demostraron resiliencia. Continuaron trabajando en comercios, servicios y agricultura, sosteniendo la economía local en varios rubros. Sus redes de cooperación les permitieron mantener cierto grado de estabilidad, aunque bajo condiciones de hostigamiento constante.
Actualmente la comunidad china en Hermosillo está integrada por más de 100 familias, esto con base en análisis de la Universidad de Sonora. Su presencia no solo ha resistido al paso de los años, sino que ha evolucionado hacia una integración más plena en la sociedad.
Se dedican mayormente a los rubros restauranteros y de servicios, aunque en los últimos años han incursionado fuertemente en los mercados mayoristas. Restaurantes familiares, ferreterías, papelerías y hasta empresas de reciclaje son ahora parte del rostro económico de Hermosillo con sello chino.
Hoy en día, las nuevas generaciones de descendientes viven un proceso de aculturación en el que combinan tradiciones de ambas culturas. Participan tanto en las festividades mexicanas como en el Año Nuevo Lunar, celebrando con danzas del dragón y banquetes tradicionales. Este entrecruce cultural se ha convertido en una de las expresiones más claras de cómo la diversidad enriquece a Sonora.