Río Sonora: Un agravio popular convertido en problema social

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
ES INOCULTABLE el hecho de que el gobierno ha desplazado los días recientes a decenas de sus empleados para –se dice- “socializar” el proyecto de construcción de tres presas aguas arriba del Río Sonora.
Pero quizá no tenga conocimiento el gobierno o poco le importa que exista un sentimiento muy arraigado en sus pobladores, desde que el gobierno en contubernio con Grupo México no cumplió su palabra de remediar el envenenamiento que produjo el derrame de materiales acidulados sobre uno de los afluentes del Río Sonora, en el año 2014.
A partir de esa tragedia, la confianza para beber agua de los pozos y utilizar el río para actividades agrícolas o de forestación, han desaparecido.
Incluso el gobernador Alfonso Durazo estaría muy consciente de esa situación, ya que en aquel tiempo del derrame estaba en la Cámara de los Diputados como legislador y no ocultaba su preocupación por los hechos.
Al paso de los años, están las evidencias de los efectos de dicho envenenamiento en la salud de las personas, de los animales y de las plantas.
Más allá de eso, se ha repetido hasta el cansancio que el gobierno federal se hizo a un lado y dejó que Grupo México, responsable de la tragedia, no respondiera totalmente sus compromisos, entre otros, la instalación de potabilizadoras y la construcción de un hospital especializado en Ures.
Se había formalizado el propósito de aportar 2 mil millones de pesos para cumplir con esos compromisos, pero trascendió que solo se aportaron 1,200. Desde luego, se olvidaron de la remediación del río y jamás se llevaron a cabo las obras prometidas.
Este agravio lo tienen muy adentro las y los habitantes de Ures, Huépac, Banámichi, San Felipe de Jesús, Aconchi, Baviácora, Arizpe, Bacoachi y todos sus poblados pequeños, el más cercano a Hermosillo, Molino de Camou, que no solo ha sufrido enfermedades, sino que han tenido que cargar con el problema de la pérdida de sus cultivos.
Ahora se ha presentado este plan hídrico que incluye la construcción de tres presas y con la instrucción de iniciar los trabajos en la llamada “Puerta del Sol”.
Han sido los mismos habitantes de esa región los que se ha informado para lanzar sus argumentos en contra del proyecto, convencidos de que los perjuicios serán muchos más que los posibles beneficios.
Hasta este momento, si el pueblo decide como dice la presidenta Claudia Sheinbaum, la construcción de la primera de las tres presas se suspendería de inmediato, ante la negativa contundente de los habitantes.
Además, se ha dicho que por recomendación presidencial, se llevará a cabo una consulta popular. Algo que no debería ser extraordinario, porque el gobierno está obligado a levantar el consenso de la gente para llevar a cabo obras de esta envergadura.
Total, que el Rio Sonora se ha convertido en un problema social con el que el gobierno tendrá que lidiar y para salir adelante deberá contar con talento y voluntad de acuerdo.
EL AYUNTAMIENTO está trabajando 24/7 para tapar los cientos de baches que han proliferado por las lluvias recientes… El alcalde Antonio Astiazarán, supervisó personalmente los trabajos llevados a cabo en el boulevard López Portillo… Ahí mismo se informó que están dedicados a cumplir con este compromiso con 15 cuadrillas de trabajadores en el día y cuatro más en servicio nocturno.
LA PRESIDENTA Claudia Sheinbaum envió ayer un mensaje especial ante miles de personas en el zócalo de la ciudad de México, con motivo del primer aniversario de la llegada a palacio nacional… Es la canción de siempre… Un acto de “acarreo” utilizando millones de pesos del pueblo de México, con el que pretenden decirle al mundo que el gobierno de la 4-T tiene y mantiene un extraordinario apoyo del pueblo… Candil de la calle y oscuridad de la casa… Más pronto que tarde estallará la gran crisis económica que se cierne contra las y los habitantes de nuestro país, sobre todo cuando “las tripas” comiencen a crujir por el hambre y la ausencia de la canasta básica en la mesas de las y los mexicanos.