“Niñas de Sonora pierden su niñez: el matrimonio infantil que sigue vigente”

Por Ileana Bernal de la R.
Hermosillo, Sonora, 07 octubre 2025 – La niñez debería estar llena de juegos, aprendizaje y sueños, sin embargo, para 5 mil 935 adolescentes en Sonora, esos anhelos se ven truncados por un compromiso forzado con la adultez: el matrimonio o la unión temprana.
De estos, el 75% son niñas, obligadas a asumir responsabilidades que no corresponden a su edad, las cifras, aunque frías en apariencia, esconden historias de interrupción escolar, maternidad prematura y ciclos de desigualdad y violencia.
Hermosillo, Nogales y San Luis Río Colorado concentran los mayores números absolutos, mientras que localidades más pequeñas, como San Miguel de Horcasitas y San Ignacio Río Muerto, muestran tasas proporcionalmente devastadoras, con más del 8% de las adolescentes afectadas.
“La infancia no se negocia”, advierte la Fundación Nueva Generación Sonora, que ha documentado cómo el matrimonio infantil roba la posibilidad de crecer con libertad, educación y oportunidades. Cada niña que contrae matrimonio antes de tiempo ve su futuro limitado, siendo su voz silenciada, sus sueños congelados, y su cuerpo se convierte en un espacio de riesgo.
Hoy, la ley en Sonora aún permite que adolescentes de 16 y 17 años se casen con el consentimiento de sus padres, una contradicción que vulnera los derechos de la infancia y perpetúa patrones de desigualdad.
Para cambiarlo, la diputada Gabriela Félix presentó una iniciativa que busca armonizar la Ley del Registro Civil con el Código de Familia y prohibir definitivamente cualquier matrimonio antes de los 18 años.
La laguna legal que permite el matrimonio infantil en Sonora radica en una contradicción entre dos leyes estatales: el Código de Familia y la Ley del Registro Civil. Mientras que el Código de Familia establece que la edad mínima para contraer matrimonio es de 18 años, la Ley del Registro Civil permite que adolescentes de 16 y 17 años se casen con el consentimiento de sus padres o tutores (stjsonora.gob.mx.)
Esta discrepancia crea un vacío legal que ha sido identificado como una laguna constitucional, ya que contradice el principio de igualdad y no discriminación establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Además, vulnera los derechos humanos de niñas y adolescentes, especialmente de las mujeres, al permitir que se celebren matrimonios sin su pleno consentimiento y sin considerar su madurez emocional y psicológica.
Es fundamental que esta reforma sea aprobada para cerrar la laguna legal existente y proteger los derechos de las niñas y adolescentes en Sonora; la erradicación del matrimonio infantil es un paso crucial hacia la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
Activistas y expertos insisten en que la solución no se limita a la ley, ya que familias, escuelas, autoridades y sociedad civil deben unirse para proteger a los niños y adolescentes, fortalecer la educación, y ofrecer alternativas de vida que no pasen por un compromiso prematuro.
El matrimonio infantil no es solo una estadística, son vidas interrumpidas, sueños aplastados y derechos vulnerados, convertida en una deuda pendiente de la sociedad. Que generan:
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Embarazos de alto riesgo: En 2024, más de 56 mil 600 niñas de 16 años o menos dieron a luz, incluyendo mil 652 menores entre 10 y 13 años.
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Ciclo de violencia y pobreza: El matrimonio infantil perpetúa la desigualdad y la violencia de género, afectando el desarrollo integral de las niñas y adolescentes.
Sonora tiene la oportunidad de cambiar el rumbo, de garantizar que sus niñas y niños crezcan seguros, con educación y esperanza. Cada acción cuenta, y cada ley puede marcar la diferencia entre un futuro truncado y un futuro pleno.
Para más información y acciones: @FNGSonora