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Maestros, blanco de bullying

Por Lic. Óscar Octavio De La Cruz Rodríguez

Las redes sociales nadie las detiene, la influencia en la sociedad es muy grande; es como una tierra libre y sin ley, donde puedes publicar lo que se te venga en gana. ¿Pero qué pasa cuando agredes a la persona emocionalmente?

4 CBTis MtraTomando al bullying como acoso escolar mediante maltrato psicológico y verbal el cual se propicia entre menores de forma reiterada durante un tiempo determinado; y por otro lado definiremos al cyberbullying como el acoso mediante el uso de información difamatoria o con el fin de afectar a una persona o grupo determinado la cual se transmite vía correo electrónico, redes sociales, blogs, mensaje de texto y páginas web.

Una vez definido el bullying y cyberbullying, podemos decir que además de este tipo de casos que se da entre iguales (menores de edad) en las diversas instituciones educativas, también existe una nueva modalidad de acoso el cual se da del alumno o alumnos hacia el maestro.

Esto afecta negativamente al propio profesor afectado y además al proceso de enseñanza-aprendizaje de los jóvenes alumnos. Años anteriores ya veníamos viendo como la figura de autoridad se viene perdiendo al grado de que son los propios alumnos los que transgreden a la figura del maestro y son los que han tomado la autoridad en algunas aulas.

‘Bulleando’ al profesor

Volviendo con la temática de las redes sociales que he mencionado en las últimas semanas, las tecnologías hacen que un conflicto que puede quedarse en el salón o en la escuela se dé a conocer a una comunidad entera.

El maestro no está exento del cyberbullying, así como se da entre iguales, es decir, de alumno a alumno (menores de edad), también ocurre de alumnos a maestros, inhibiendo en cierto grado la enseñanza de los estudiantes.

De por sí vemos que la educación en nuestro país viene decayendo aunado a las problemáticas que presentan en las aulas, como lo es de casos de bullying o cyberbullying hacia maestros que estoy seguro seguirán a la alza.

Las redes sociales nadie las detiene, la influencia en la sociedad es muy grande; es como una tierra libre y sin ley, donde puedes publicar lo que se te venga en gana. ¿Pero qué pasa cuando agredes a la persona emocionalmente?

Difícilmente se pueden medir las consecuencias de una publicación hecha con mala fe en contra de una persona hasta que ésta ya está en la red y es compartida por los usuarios haciendo un crecimiento viral de la publicación, es decir, se sale de control destruyendo la vida de la persona implicada.

Convivir en el mundo virtual

La era de la información ya nos alcanzó, o como la define Alvin Toffler, la tercera ola; la cual diría que ya nos tapó. Constantes cambios en las tecnologías, la rapidez para enterarnos de los sucesos no sólo de nuestra región sino del mundo entero y también como en segundos se puede destruir la vida de una persona en nuestros tiempos.

Cualquiera puede tener acceso a la información que desee en cuestión de segundos, la educación ya no sólo es adquirir conocimientos como regularmente se viene haciendo durante años, sino que también los maestros y padres de familia debemos estar preparados para proporcionar herramientas para la vida diaria y eso no exenta a las tecnologías de la información.

Lamentablemente, nuestra sociedad, niños, jóvenes y adultos no estamos preparados para utilizar bien y con ética la tecnología. Así como en la “vida real” debemos saber comportarnos, así en el “mundo virtual” debemos aprender a hacerlo.

Es por eso que debemos de aprovechar estas herramientas tecnológicas para sacar provecho en el proceso educativo y para nuestra vida cotidiana y eduquemos a las futuras generaciones en cómo debemos usar de forma correcta las nuevas tecnologías y volvamos a formarlos en valores para que también sepan comportarse con las personas de forma presencial.

Por mi parte es todo, pero recuerde que hoy es un buen día para ser mejor.

También le brindo mi correo electrónico [email protected] para cualquier comentario que guste hacerme llegar lo leo con mucho gusto.

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