Entre la realidad y la resistencia al cambio
Por Bulmaro Pacheco/
El periodista Francisco Javier Ruiz Quirrín entrevistó al gobernador Guillermo Padrés a propósito de su cuarto año de gobierno, y del XXX aniversario de su semanario Primera Plana. Al leer y releer el contenido de la entrevista, uno concluye que la resistencia al cambio, el romanticismo político y la teoría de la gestión han sido lo que en ideas y acciones han dominado el estilo del Padrecismo en estos cuatro años.
No hay que enredarse. En la entrevista no se ve ni pizca de autocrítica o reconocimiento de problemas. Finge ignorar que halla corrupción en su gobierno y ningún gesto hacia la inclusión social o el reconocimiento de la inconformidad social. Como siempre aflorando a cada momento la táctica de manipular conceptos: “mis críticos no dañan al gobierno, dañan a Sonora”, (¡oh!, haberlo sabido antes). “Pero soy hombre de lucha. La oposición existirá siempre y yo continuaré combatiendo a quienes desean hacer daño a Sonora” (sic). “Y no estoy dispuesto a dejar que tengan como rehén el crecimiento de Sonora y estoy dispuesto a dar esa lucha porque así nací, luchando y con el favor de Dios así voy a seguir” (sic).
Ni la Constitución federal ni la local ni el estado de Derecho ni los documentos básicos del PAN ni Gómez Morín y mucho menos Gilberto Suárez Arvizu, “Maquío” Clouthier o Jorge Valdez Muñoz en la inspiración o modelo de su pensamiento político.
Nada de la ideología panista de origen ni de las modernas posiciones del ideólogo Carlos Castillo Peraza o cuando menos don Luis H. Álvarez o Alonso Lujambio. Nada de las luchas históricas en lo local, anteriores al arribo del PAN al gobierno en el 2009. Ni los pioneros que le abrieron camino como Adalberto Rosas ni Ramón Corral Ávila. No, el PAN y Sonora: uno antes y otro después del gobierno de los “cambios estructurales” (sic).
El pensamiento del entrevistado nos remite necesariamente ―por sus motivaciones― no a los textos para la formación política, pero sí a textos ya clásicos de la gestión empresarial, desde Como ganar amigos e influir sobre las personas de Dale Carnegie, El poder del pensamiento tenaz de Norman Vincent Peale, a En busca de la excelencia de Tom Peters y ¿Quién se ha llevado mi queso? de Spencer Johnson, principalmente. Aunque el mismo entrevistado señala que por sus esfuerzos “Dejamos atrás el librito añejo de hacer política y lo cambiamos por uno nuevo” (sic). Haberlo sabido antes.
La entrevista es sugestiva desde la portada del semanario que advierte: “No permitiré que el pasado siga dañando a Sonora” y ratifica: “No hay en el futuro cercano de Guillermo Padrés otro proyecto que no sea el terminar mi gobierno hasta el último día del mandato constitucional y continuar combatiendo a quienes desean regresar al pasado” (sic).

¿A quiénes imagina el gobernador deseando regresar al pasado?… ¿A los que han creado modernas y sugestivas técnicas de corrupción o a los que fomentan el nepotismo donde mandan los cuñados y los hermanos? ¿A los que han incrementado la tarifa de mochadas en materia de contratos de obra del 10 al 30%? ¿A los que suelen creer que sólo ellos y sus parientes están capacitados para el servicio público? ¿A los que adjudican Notarías más por cercanía con el poder que por méritos profesionales? ¿A quien en el pasado militó en el PRI y ahora se ostenta como el favorito de los panistas para el 2015?, habría que aclararlo. Existe la percepción de que la vieja política ―en este sexenio― no se ha ido y, la nueva, a pesar de la presunción de Padrés, no se ve por ninguna parte. Todo lo contrario.
Para aquellos priistas amigos del triunfalismo cortoplacista que ya dan por hecho que el PRI puede ganar con cualquiera de los aspirantes que se mencionan para la candidatura del PRI, Padrés les tiene una mala noticia: “En esta tercera etapa de gobierno voy a trabajar sin descanso, vamos a apretar el paso. Por eso no tengo duda de que el PAN va a repetir en la gubernatura de Sonora el 2015”. (¿Tiene o no tiene dueño Sonora?)
Y aquí el gobernador, al tiempo que ha dado línea para que los funcionarios públicos se sumen con Javier Gándara Magaña, también ha empezado a promover al alcalde Alejandro López Caballero como una especie de plan “B” previendo un giro en la cuestión del acueducto.
Por eso no debe extrañarnos ver al alcalde a cada rato besando viejitas, y arrodillándose ante escolares y poniendo su rostro en grandes dimensiones en la propaganda contradiciendo a lo dispuesto en el artículo 134 de la Constitución federal que a la letra dice: “La propaganda bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso ésta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.
Para quienes insisten con algo de ingenuidad de que en los últimos dos años del gobierno de la alternancia pudieran ocurrir cambios en la dirección del gobierno o entre sus integrantes, también hay noticias y no precisamente alentadoras. Dice Padrés: “A cuatro años de haber asumido nuestro mandato, veo el reflejo de la responsabilidad que tiene un gobierno del cambio en hacer las transformaciones necesarias, difíciles, para poder obtener mejores resultados tomando en cuenta que entiendo la posición y la responsabilidad que me turnó la gente de elegir a un gobierno diferente, de otro partido porque quiere mejores resultados.” (¿?)
Y agrega: “Ahí están los resultados. He empoderado a la gente [sobre todo al Movimiento por al agua, el de los Mal nacidos y a los transportistas que lo han resistido en los últimos cuatro años]. “Los dueños ahora de Sonora son los ciudadanos. Ahora es la gente, quien propone a quien será Procurador de Justicia [ex legislador local y federal del PAN], secretario ejecutivo de Seguridad pública [ex dirigente del PAN] y Contralor” [que viene del sector empresarial más vinculado al panismo].
Y remata: “No dejé pasar tiempo para hacer los grandes cambios estructurales en el Estado, tomado en cuenta los grandes costos y beneficios para Sonora”. “Sabiendo perfectamente a quién me iba a enfrentar”. O sea: al Congreso local en el caso del nombramiento de presidente del Supremo Tribunal de Justicia, que ―sin cumplir los requisitos del cargo― protestó por carta ignorando a la Constitución; al Congreso también por la reconducción presupuestal por falta de acuerdos políticos; y por primera vez en la historia reciente de Sonora, una gran cantidad de litigios ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación ―de nuevo por falta de operación política―, sobre todo el más recordado: el freno que le puso el TEPJF al Ejecutivo por tratar de hacer un plebiscito en la elección del 2012 sobre sus programas de gobierno, utilizando las herramientas de una ley de participación ciudadana presentada con bombo y platillos que nunca han vuelto a mencionar ni siquiera como logro.
Enfatiza su idea de los dueños de Sonora cuando menciona que: “El primer cambio estructural, debe quedar muy claro: Desde que llega al gobierno Guillermo Padrés No hay dueños en Sonora” [¿o en el gobierno?]. “Que ni los poderes económicos ni políticos serán los dueños de Sonora. Que ahora los sonorenses serán los dueños de Sonora y mi gobierno tiene la obligación de defender a la gente y de decirles aquí se hará lo mejor para Sonora”.
Continúa: “Este cambio estructural es muy profundo, con mucha trascendencia. Histórico”. [Tan histórico que nunca se ha visto]
Padrés exagera: Ignorar la movilidad política lograda por los sonorenses es desconocer la historia de la entidad. Argumentar que Sonora “ya no tiene dueños” lo lleva a una grave confusión entre lo que es la entidad como tal en su historia, y lo que es su gobierno de sólo seis años.
También se desvía al adjudicarse logros en materia de empleo y educación como si fueran de su gobierno. Han sido los empresarios y no el gobierno los que han ha creado los empleos que menciona, y la educación sólo refleja el capital social formado en Sonora en los últimos 40 años de expansión y gasto histórico en educación fomentada por sus gobiernos.
Padrés se contradice. Dice que Sonora no tiene dueños y a lo largo de su sexenio se ha ostentado como el auténtico dueño del PAN local y de la verdad oficial, ha tratado de construir un poder absoluto pasando sobre el Legislativo y el Judicial y ha tratado de barrer con la autonomía municipal. Ha denostado a sus críticos y confunde Sonora con su gobierno.
Desde 1949 sólo Abelardo L. Rodríguez y Alejandro Carrillo Marcor como gobernadores de Sonora han impulsado sucesores de su preferencia en Ignacio Soto y Samuel Ocaña. Padrés al seleccionar en lo personal y anticipadamente al aspirante del PAN para el 2015 cae en contradicción y repite un pasado que al tiempo que condena y desprecia, trata de imitarlo con el agregado de su pretensión transexenal.
Su referente favorito: “arreglar escuelas que por 70 años habían sido ignoradas”, “ha sido un cambio profundo de actitud de sumar siempre, de que somos hermanos (sic) de que vamos a trabajar juntos, de acabar con el No se puede” [autoayuda incluida]. “Dejar el librito de la política viejo [los principios del PAN] de antaño a un lado, y crear otra nueva historia en Sonora” [distinta al Nuevo Sonora, lema que hubieron de retirar por la asociación del lema con la corrupción].
“Hemos terminado con muchos mitos [el de que el PAN significaba el cambio, por ejemplo], con muchas mentiras [las de un nuevo Sonora] y hemos probado que las cosas sí se pueden hacer [más complicadas] y además con una buena relación con el gobierno de la República” [en una entidad de las pocas no visitadas por el presidente Peña Nieto en lo que va del primer año de su gobierno].
El abordaje del tema de la corrupción no tiene desperdicio: “Me duele que se diga que hay corrupción porque no voy a permitir actos de corrupción en mi gobierno” [¿entonces?, ahí o lo engañan o se hace]. “Curiosamente ha habido señalamientos y ni una sola demanda, ni una sola acusación”, “Cada quien, en lo personal es responsable de sus actos y va a responder para bien o para mal”… Sin palabras.
Y la contradicción ciudadano-partido: “Esas voces que son de la oposición [¿críticos e inconformes necesariamente opositores?] decirles que no le hagan daño a Sonora [¿o al gobierno?]. Siempre [auto resignación] va a haber un partido que se oponga al gobierno. Y quiero decirte que mi partido, Acción Nacional ha apoyado [of course] responsablemente a México”. “Lo necesito como aliado para que Sonora siga creciendo [y si se puede, del 2015 en adelante mejor]. “En mi estado la oposición, al contrario se repliega a tomar acciones en contra de la gente [¿la encuesta contra los diputados locales y algunos aspirantes del PRI?]. “Que no lastimen los intereses de Sonora. Eso les pido”.
En Conclusión y derivado de la entrevista: Quienes esperan rectificaciones del gobierno en los últimos dos años pierden su tiempo. Quienes le apuesten a cambios en el gabinete también. ¡Que se agarren sus adversarios porque va con todo! Buena entrevista y mejor entrevistador. Pero lamentablemente el entrevistado no hizo excepciones. Más de lo mismo.
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