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A la espera de plan y recursos ante sequía

Pronostican otro año sin lluvia en Sonora

Por Gerardo Moreno Valenzuela

El investigador Nicolás Pineda considera que aún estamos a tiempo de tomar medidas urgentes ante la poca agua; la Presidenta Sheinbaum se comprometió apoyar el proyecto del Gobernador Durazo para abastecer a Hillo. 

La afectación por la sequía es una realidad en todo Sonora. Los pronósticos hidrológicos no son optimistas. Las presas poco a poco se vacían. Apremian las acciones de las autoridades.

La Presidenta Claudia Sheinbaum se comprometió públicamente en su conferencia matutina a respaldar el proyecto que el Gobernador Alfonso Durazo tiene para abastecer de agua a la ciudad de Hermosillo. Sin embargo, mientras llegan los recursos, el agua se agota y el tiempo corre.

Para el doctor Nicolás Pineda Pablos, investigador del Colegio de Sonora y Coordinador de la Mesa Temática de Agua de la asociación Hermosillo ¿Cómo Vamos?, estamos a tiempo de tomar medidas urgentes e inmediatas para cuidar la poca agua que nos queda y comenzar a planear que la situación de sequía no es seguro que se arregle durante las lluvias del próximo verano.

“Creo que es evidente y muy conocido que llevamos dos años de sequía severa o extrema, prácticamente en todo el Estado y particularmente en Hermosillo, esto es una situación que se percibe muy bien, pero yo me he documentado más también con los estudios que hacen en Arizona, ya que tenemos en la misma zona el mismo medio ambiente y el mismo pronóstico de clima, ellos dicen que llevamos desde 1994 con un periodo de sequía larga”.

Viene otro año de sequía

En el periódico Arizona Republic de Phoenix publicaron un estudio donde se detalla que de los últimos 31 años, 10 años han sido húmedos y 21 secos, es decir, en 21 años hubo precipitaciones menores que el promedio.

Y eso provoca efectos como que los pastos son menos abundantes o no se dan, el suelo se seca, las reservas de las presas bajan y los acuíferos, es el agua subterránea, descienden de nivel y es más costosa la extracción.

Las presas están en niveles muy bajos y las únicas que tienen agua son las del Río Yaqui, las demás tienen muy poca. Por ejemplo, El Molinito, que surte de agua a Hermosillo solamente tiene el 6% y va para abajo.

“Hay pronósticos también de que en este invierno va a ser relativamente seco, o sea, no va a llover mucho o no vamos a tener equipatas, y esto significa que va a llover aproximadamente un 30% menos que lo que sería el promedio… si las lluvias de invierno son pocas y aún con eso vamos a tener menos”.

Para adelante se ve que todavía queda agua, aunque es poca, pero no tenemos expectativas que llueva este invierno, entonces, no se van a recargar ni presas ni acuíferos, es decir, nos enfrentaremos otro año de sequía y no sabemos cómo serán las lluvias del próximo verano, que normalmente inician hasta julio.

“Tenemos por delante como nueve meses en los que estamos muy limitados de agua, haz de cuenta que tenemos pocos ahorros y tenemos que mantenernos; entonces con lo poco que tenemos hay que hacerlo rendir o ser inteligentes en cómo administrar esa agua”.

Precisó que la situación climática y de lluvias en algún momento tendrá que cambiar, quizá en un año, dos o más, pero por lo pronto, para el panorama de este año y más de la mitad del que sigue, la situación será grave, y no se ven acciones de las autoridades responsables.

Conagua se lava las manos

Nicolás Pineda aclaró que, a nivel federal, es la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la principal autoridad en la materia, pero solamente se limita a medir la sequía que existe y las lluvias que caen o no, pero no toma acciones, aunque tiene facultades, por ejemplo, existe por Ley el Programa Nacional Contra la Sequía (Pronacose), que ahora no se aplica.

“Por lo menos hasta el 2018 este programa preveía que debería de haber una declaración de emergencia por sequía, la sequía está tipificada como uno de los desastres naturales, sí, porque puede afectar mucho la economía, de hecho, aquí en Sonora ya está afectando mucho la economía, entonces existía el Pronacose, pero con la extinción del Fondean ya no tiene fondos. Entonces, la Conagua aunque anuncia que estamos con toda la sequía que quieras, no hace una declaración porque no cuenta con fondos para destinarle a esto”.

Mínimamente, dijo, la Conagua debe ser la primera en actuar en temas de sequía, porque no es una situación de Hermosillo, es cuestión que afecta mucho a la economía, incluso, ya está afectando a la agricultura del sur del estado donde se restringió el riego en el Valle del Yaqui y del Mayo, y con eso se cancelaron muchos cultivos, también afectará a la ganadería y afectara a otras ciudades.

“En Hermosillo y tal vez en otras ciudades como Guaymas y Nogales debieran de tomar medidas importantes, no esto se debería ser a través de un plan o de un programa contra la sequía, definir dónde harán recortes, cómo van a combinar la agricultura con el consumo urbano, sin embargo, eso no se está haciendo y para mí es muy grave que la Conagua diga, pues ahí se le echan ustedes”.

Explicó que, aunque no tenga fondos para atender declaratorias de emergencia, como mínimo debería lanzar un estimado de cómo están los acuíferos del estado, donde hay consumos extremos de agua y hacer exhortos a quienes tienen derechos y título de concesión de agua para reducir su consumo en sequía.

“Es muy probable que lo que pasó en Nácori Chico, empiece a pasar en otros pueblos, y ya está pasando con la ganadería, los ganaderos no tienen pasto, los pozos se van para abajo, se secan y bueno, cuando los costos son someros necesitan invertir y hacer un pozo más profundo, llegarle más abajo y toda esa situación se puede venir en los próximos meses”.

Gobierno de Sonora debe actuar

En vista que la Federación no está actuando, tendrá que ser el Gobierno del Estado quien asuma las facultades en temas del agua. Aclaró que existe una Ley de Protección Civil de Sonora, donde se estipula que la sequía es uno de los desastres naturales que puede sufrir el estado y también ahí se contempla la figura de hacerse una declaratoria de emergencia y crear comités para atenderla.

“Yo considero que el Estado debía de considerarlo como un asunto de protección civil, porque la sequía puede hacerle mucho daño a la economía del estado, de hecho, pues en Hermosillo hay que restringir ya lo que se llaman las factibilidades para fraccionamientos, no debe de haber industria húmeda en Hermosillo y mínimamente pues tratar de que no nos llegue la lumbre con este caso de la sequía, que nos pase como Monterrey”.

Llegar a casos extremos donde no haya agua para consumo humano, obligará a realizar inversiones de emergencia, medidas extremas como limitar la distribución y con eso tener la carga negativa, afectar a la economía y a las familias.

“Es mejor prevenir que remediar, es más barato prevenir que hacer obras de emergencia más adelante, entonces yo creo que tanto la Conagua como el Gobierno del Estado deben de tomar cartas en el asunto y no hacer como que no les incumbe”.

 Responsabilidad del ayuntamiento

 El doctor Pineda Pablos, explicó que, en el caso del municipio de Hermosillo, principalmente el Organismo Operador de Agua, es el principal responsable para prever la situación y aplicar todas las medidas necesarias para garantizar que el agua que existe llegue, no se desperdicie y se cuide.

“Hay quienes están diciendo que ya hay que tandear; yo diría y cómo Hermosillo ¿Cómo Vamos?, ya tuvimos una reunión con el alcalde donde consideramos que la medida que se puede hacer a corto plazo y que puede resultar en una mayor eficiencia es la medición”.

En Hermosillo se pierde entre el 40 y 50% del agua en la red de distribución y no se sabe dónde quedó. Entonces, dijo, se propuso utilizar los sectores hidrométricos en que está dividida la ciudad para medir el consumo, hacer comparaciones, ver donde se pierde y ahí hacer acciones para ser eficientes.

“Esto implica que en cada sector hidrométrico de la ciudad le pongan lo que se llama un crucero de control o una como llave de entrada o de paso, que mide cuánta agua se le da cada sector y esto va a ayudar mucho a las presiones en el norte de Hermosillo, donde actualmente no tienen presión”.

Explicó que esos sistemas de medición ya se tenían, pero se descompusieron y en estos momentos muchos no funcionan y por eso no se sabe cuánta agua entra a cada parte de la ciudad.

Lo segundo, agregó, es que sabiendo en qué sectores se utiliza más agua, ahí instalar medidores en todos los domicilios, comercios e industrias, y así saber a ciencia cierta dónde se tira el agua y resolverlo.

“De esa manera se podrá ahorrar mucha agua, detectar fugas invisibles, detectar tomas clandestinas y promover una mayor eficiencia. No sé si cuenten con los recursos porque esto implica creo yo que no es tan caro ponerle los medidores en todas las entradas de los sectores hidrométricos, pero sí implica que de inmediato se empiezan a instalar medidores en las en todas las viviendas”.

En ese sentido, dijo, se tendría que pedir a la ciudadanía que acepte esos medidores y para esto se propone que se le cobre más a la gente que no tiene medidor, porque eso provoca que sea más probable que tengan fugas y no se den cuenta o simplemente no les importe repararla.

“Que tener medidor te salga más barato que no tenerlo, porque eso te obliga a fijarte dónde tienes fuga y repararla… creemos que esa es de las medidas que pueden ser efectivas. Hay otras medidas como el tandeo o subirle la tarifa, pero yo esperaría que no se llegue a eso”.

Para mediano plazo, dijo, se tienen que promover y exigir el reúso de las aguas residuales que produce la planta de tratamiento del poniente, buscando que los parques y la industria utilicen agua tratada.

¿Y el ciudadano?

Por último, Nicolás Pineda precisó que los ciudadanos también deben asumir una actitud de ser conscientes y responsables, saber que no tener agua es algo que les afectará y si no ponen también de su parte, eso está por suceder en los próximos ocho a nueve meses que no habrá lluvias ni recargas de pozos o presas.

Lo primero con lo que pueden comenzar y lo más básico será en solicitar o instalar un medidor en su casa y con eso saber cuánta agua realmente les llega, consumen y les cobran.

Lo segundo, ser responsables y pagar el servicio, no decir, como a mi casa casi no llega agua o no tengo medidor, mejor no pago, porque eso afecta a todos.

“Eso a fin de cuentas es hacerle agujeros a la lancha en la que todos vamos, el servicio necesita tener capacidad financiera para poder atender la sequía, si tenemos agua hay que pagarla, hay uno de cada cuatro viviendas de Hermosillo que no paga el agua, o se reconecta si se la cortan, entonces esa no es una actitud que debemos tener”.

Lo tercero, es revisar en las casas las posibles fugas de agua, en especial en los estanques de los sanitarios, donde el famoso “sapito” constante se descalibra y ahí muchas veces hay fugas de agua las 24 horas que nadie se da cuenta y que se desperdicia, porque se va directo a la red de drenaje, siendo agua limpia.

“Es un gastadero de agua, que ni le molesta a uno, pero si gasta agua 24 horas cuando está la tapadera del tanque está dejando pasar agua… entonces arreglar esas fugas; lo mismo si hay llaves que gotean, arreglarlas, ponerles el empaque… creo que con eso sería muy importante y si le agregan dispositivos ahorradores y tener conciencia con reusar el agua, de los trastes, la lavadora, la regadera, sobre todo en regar plantas y patio, ayudan a mejorar el problema y no agravarlo”.