A Toda Velocidad: El Costo Humano de la Imprudencia Vial en Hermosillo

Por Redacción PPD
Hermosillo enfrenta una emergencia silenciosa en sus calles: el exceso de velocidad se ha convertido en una de las principales causas de accidentes, lesionados y muertes en la capital sonorense.
Solo en los primeros meses de 2025, la ciudad ha registrado más de 360 accidentes de tránsito, con al menos 153 personas lesionadas y 9 fallecidas. De ellos, 63 están directamente ligados a manejar a velocidades superiores a las permitidas.
A la semana, se detectan más de 600 conductores infractores, y muchos superan los límites con total normalidad, especialmente en los bulevares, donde se circula hasta a 90 km/h pese a que el límite es de 60 km/h.
En una sola semana de marzo, 13 de 39 accidentes fueron por exceso de velocidad. Y en otra, 7 choques graves estuvieron vinculados al mismo motivo. No es un patrón aislado: es un hábito peligroso que se repite día tras día.
¿Cuáles son los límites?
Los límites oficiales son claros:
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60 km/h en bulevares
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45 km/h en pares viales
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30 km/h en calles y avenidas
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20 km/h en zonas escolares
Pero la realidad en Hermosillo pinta otro panorama: alta velocidad, poca vigilancia, y una cultura vial que aún no termina de tomar conciencia.
Más que cifras: vidas
Entre 2020 y 2024, Hermosillo sumó 239 muertes viales. Detrás de cada número hay un nombre, una familia, un vacío. Conductores distraídos, peatones vulnerables y motociclistas sin casco son parte del rostro humano de esta tragedia.
A pesar de campañas preventivas, muchas licencias siguen entregándose sin preparación suficiente, y la falta de respeto a los semáforos o el uso del celular al volante siguen siendo comunes.
¿Qué se está haciendo?
Las autoridades han iniciado operativos y colocación de radares de velocidad, además del plan de implementar fotomultas automáticas a partir de 2026. Pero estas medidas por sí solas no bastan si no hay un cambio desde el volante: una nueva forma de entender el respeto por la vida ajena.
Conducir con conciencia: la urgencia de frenar
La velocidad no solo mata: detiene futuros, arranca sonrisas, deja hogares vacíos. Hermosillo necesita más que sanciones: necesita una cultura vial basada en el respeto y la empatía.
Si al conducir recuerdas que podrías salvar una vida simplemente levantando el pie del acelerador, estará haciendo más por tu ciudad que cualquier ley.