Adopción de niños por parejas homosexuales ¿un derecho?
Por Dr. Jorge Ballesteros/
Muchos confunden igualdad de derechos como seres humanos con derecho a la igualdad. A veces, hablan de derecho al hijo, cuando el niño no puede ser objeto de derecho, porque no es un objeto
¿Un “matrimonio” homosexual tiene derecho a adoptar niños? ¿Debemos de reconocer los derechos reproductivos de las mujeres lesbianas que incluirían el concebir hijos a través de inseminación artificial y de adoptar a los hijos de sus compañeras?
No. La adopción no es un derecho creado para beneficio y regocijo de los adultos, sino un derecho que tiende a beneficiar a los menores en condición de ser adoptados, por lo que los homosexuales y lesbianas no pueden hablar de “un derecho a adoptar”.
El asunto está en que muchos confunden igualdad de derechos como seres humanos con derecho a la igualdad. A veces, hablan de derecho al hijo, cuando el niño no puede ser objeto de derecho, porque no es un objeto. El niño es primero y fundamentalmente sujeto de derechos, no objeto.
Por otra parte, tratándose de un derecho que pretende beneficiar a los menores, el Estado debe cerciorarse de proveer las mejores condiciones a los adoptados para su desarrollo, lo que implica, naturalmente, la interacción entre un padre (hombre) y una madre (mujer), pues sólo la complementariedad de ambos sexos pueden garantizar un ambiente fértil para la formación del menor adoptado.
Analicemos cuáles son las características de las parejas homosexuales y si están preparadas para ser unos buenos padres:
Inestabilidad emocional-afectiva. Muy pasionales, se dejan llevar por su estado de ánimo, exaltación afectiva, cuadros depresivos, etc.
Se rompen cuatros veces más que las parejas homosexuales. Inestabilidad en sus relaciones de pareja
Los homosexuales tienen una media de 39 parejas en su vida, con una prolongación no mayor a tres años en promedio. Promiscuidad, cambian cada rato de pareja.
Tienen seis veces más intentos de suicidio. Inestables, baja autoestima, cuadros depresivos frecuentes.
Poseen altos índices (70-78%) de enfermedades de transmisión sexual. Múltiples parejas sexuales, actividad sexual de alto riesgo.
La violencia entre parejas del mismo sexo es de dos a tres veces mayor que en las parejas heterosexuales. Agresiones psicológicas y físicas.
¿Debería de promoverse en este marco la adopción de parejas homosexuales?
En un estudio del año 2001, publicado en la revista American Sociological Review, los mismos sociólogos e investigadores pro-homosexuales Judith Stacey y Timothy Biblarz, demuestran que los niños criados en parejas lesbianas tenían temor de que sus padres adoptivos se disgusten, si descubren sus tendencias heterosexuales. Y también comprueban que las niñas de familias homosexuales son más proclives a iniciarse sexualmente más temprano y a tener más contactos sexuales que las niñas de hogares heterosexuales.
El doctor Aquilino Polaino, experto en terapia familiar y catedrático de Psicopatología de la universidad Complutense de Madrid, profesor de Siquiatría en la universidad de Extremadura y doctor en medicina, afirma rotundamente: El niño que sólo convive con homosexuales, aprende algo que es falso y antinatural: que es irrelevante la atracción hacia personas del otro sexo y suele sufrir un déficit de comportamiento social y un empobrecimiento de su autoestima, haciéndosele así un daño irreparable a su personalidad y a su estabilidad emocional. El niño tiene necesidad del padre y de la madre para identificarse con las personas de su mismo sexo.
El presidente de la Asociación Mundial de Siquiatría, catedrático Juan José López-Ibor, ha afirmado: Un niño paternizado por una pareja homosexual entrará necesariamente en conflicto en sus relaciones personales con otros niños. Se conformará sicológicamente como un niño en lucha constante con su entorno y con los demás. Tendrá sentimientos de frustración y agresividad.
Recientemente leímos un conmovedor testimonio de una mujer criada por lesbianas, Heather Barwick asegura que sus dos madres nunca sustituyeron al padre que siempre necesito: “Querida comunidad gay: Sus hijos están sufriendo… No se puede jugar con la dignidad humana, utilizando a los niños indefensos como instrumentos al servicio de nuestros vacíos sentimentales, o de las pasiones descontroladas. El Estado que permite esto atenta contra el derecho que asiste a los niños a vivir y ser educados como corresponde a su naturaleza, por un padre y una madre”.
*Asociación Sonorense de Filosofía (ASFIL)