Agarró el toro por los cuernos el Maloro
La implementación seguramente no será nada fácil y habrán de enfrentar la resistencia natural de quienes desde dentro han no sólo alentado, sino usufructuado el crecimiento de la inseguridad
Por Feliciano J. Espriella
A grandes males, grandes remedios, seguramente concluyó el alcalde hermosillense Manuel Ignacio Acosta y ni tardo ni perezoso, el pasado martes dio a conocer su plan de siete acciones para fortalecer la seguridad en la capital sonorense.
De esta manera enfrente el problema más grave y que asuela ya a la ciudad de Hermosillo, cuya población no siente ya lo duro sino lo tupido. En lo personal, me parece que si en verdad se cumple cabalmente con el proyecto, en poco tiempo empezaremos a ver resultados favorables.
Algunas de las medidas, como la remoción de todos los mandos medios, son de grueso calibre y van encaminadas a atacar la corrupción en la corporación policiaca, uno de los principales factores que ha favorecido el crecimiento indiscriminado de la delincuencia.
Adicionalmente ordenó que se realice la evaluación de jefes, oficiales y agentes cada quince días. Serán evaluados para garantizar que la efectividad de su trabajo esté vinculada a su permanencia, las evaluaciones se harán con base en los siguientes indicadores: Informe Policial Homologado, Robo de autos con violencia y sin violencia, Robo a comercios con violencia y sin violencia, Robo a casas habitación con y sin violencia, Denuncias atendidas, Número de detenciones y Tiempo de respuesta. De esta manera se estarán dando de baja todos aquellos elementos que no cumplan con su responsabilidad.
Medidas drásticas con las que evidentemente el alcalde está agarrando el toro por los cuernos y demostrando a quienes han puesto en duda su capacidad para resolver el problema, que no le tiembla la mano a la hora de apretarle las tuercas a quienes no cumplen con su responsabilidad. En lo personal estimo que el alcalde hermosillense le ha puesto todas las ganas al enfrentamiento del problema y las medidas anunciadas esta semana son una muestra más de que está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para encontrar soluciones.
“Antes de ser Presidente Municipal, soy un padre de familia que quiere lo que todos queremos: un futuro de armonía y paz social para nuestros hijos. Porque aquí nos vamos a quedar, aquí vamos a vivir… y para ellos y para mi familia lo que más quiero es un Hermosillo Seguro”, dijo en la presentación.
La implementación seguramente no será nada fácil y habrán de enfrentar la resistencia natural de quienes desde dentro han no sólo alentado, sino usufructuado el crecimiento de la inseguridad.
Pero es sólo una cara de la moneda
Por otra, las medidas del alcalde enfrentarán sólo una de las aristas del problema, el de la ineficiencia y corrupción de la corporación policiaca, pero el crecimiento inmoderado que han experimentado los delitos, especialmente los robos a viviendas y comercios es producto de otros factores, para las cuales el ayuntamiento carece de facultades para combatirlas.
Un ejemplo muy claro son los compradores de artículos chuecos, muchos de los cuales legalizan el producto de los hurtos por medio de negocios a la vista del público como las casas de empeño, de las cuales según se supo esta semana, existen 450 en Hermosillo.
Están además los tianguis y los negocios que compran lámina, fierro, cobre, llantas, rines, lugares a donde van parar la mayor parte de los productos que se exhiben como si fueran legales. Y están, por supuesto, todos los compradores de dichos productos, que los adquieren por “baratos” sin exigir la comprobación de su procedencia legal.
Ni con el pétalo de una rosa, pero sí con los reflectores de medios
Si los auto llamados “presos políticos”, mejor conocidos por los sonorenses como “delincuentes de cuello blanco” tuvieran una pisca de dignidad y decoro, evitarían que sus mujeres anduvieran haciendo el ridículo en los medios electrónicos y las redes sociales denunciando un acoso que sólo existe en sus mentes calenturientas.
Qué patética luce la ex primera dama cuando se planta frente a cámaras y micrófonos con la evidente intención de conmover a los espectadores. Si perdió el título de “primera” por razones de protocolo, debería de esforzarse por conservar el de “dama”, el cual es mucho más valioso y digno que el ostentado en el sexenio trágico que encabezó su marido, a quien, dicho sea de paso la inmensa mayoría de la población sonorense ya condenó.
Si lo que pretenden es contribuir a acelerar la absolución de sus maridos, ellos mismos deberían de abrirles los ojos (si es que de verdad creyeran lo que andan pregonando) para hacerles ver que sólo lograrán dichos propósitos con recursos legales.
Pero si sus intenciones son convencer a los sonorenses de que sus hoy reclusos consortes son blancas palomitas, me parece que están gastando la pólvora en infiernitos. Les creen sólo a quienes ya tenían embobados desde antes, para los demás sólo están haciendo el ridículo.
Pero en fin, como luego dicen, cada quien puede hacer de su vida un papalote. En su salud y las de sus familias lo hallarán.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.