Agenda globalista para diezmar la población mundial

Para introducir el aborto en los países occidentales se tuvieron que cambiar sus valores y creencias religiosas, así la cultura de la vida cambió por la de la muerte, con el aborto y la eutanasia
Por Dr. Jorge Ballesteros
Acorde con esta agenda, la ONU que es un esbozo de este gobierno mundial, quiere imponer el aborto mundial a través de la OMS (Organización Mundial de la Salud), una de sus dependencias, y acaba de publicar el 9 de marzo de 2022, las nuevas directrices sobre el aborto para implantarse en todos los países.
“Poder obtener un aborto seguro (¿?) es una parte crucial de la atención de salud”, ha dicho Craig Lissner, director Interino de Salud Sexual y Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS. “Por eso recomendamos que las mujeres y las niñas puedan acceder a servicios de aborto y planificación familiar cuando los necesiten”.
La Organización Mundial de la Salud ha publicado un documento de 200 páginas pidiendo la despenalización total del aborto en todo el mundo, que describe como “atención que salva vidas”. Qué cinismo el de este Organismo al servicio de los globalistas, al decir que el aborto salva vidas cuando por definición es un crimen de un niño indefenso e inocente todavía en el seno materno.
La nueva guía condena los esfuerzos de los gobiernos para restringir los abortos. La guía de la OMS también recomienda “usar enfoques de telemedicina como una alternativa a las interacciones en persona para la provisión de aborto con medicamentos”. (Abortos caseros con Mifepristona y Misoprostol).
La OMS confió en los grupos de defensa del aborto (grupos feministas radicales pañuelos verdes, grupúsculos de izquierda y tontos útiles) al formular su guía actualizada sobre el aborto.
El aborto está dentro de la agenda de las élites financieras antinatalistas, con su aspiración para lograr el control a través de la instauración de la Agenda 2030 y lograr una reducción poblacional y poner las bases de un Estado totalitario en todo el orbe, donde los sobrevivientes vivirían en un mundo distópico, donde no van a tener nada, pero “van a ser muy felices” como dicen los globalistas del Foro de Davos.
Existe, una campaña a nivel internacional de varias ONG, entre estas el Fondo de Población de las Naciones Unidas para impulsar el aborto en nuestro continente, así como las trasnacionales del aborto norteamericanas: La PPF. Planned Parenthood Federation, la NARAL Pro-Choice América y la IPAS Organización de las Naciones Unidas.
Los proyectos de ley presentados para legalizar el aborto en México y en otros países de América Latina presentan “el mismo marco legal y la misma estructura legal”.
Estas organizaciones invierten mucho dinero para que las leyes del aborto sean aprobadas en los países en vías de desarrollo y así incrementar sus ganancias.
No se trata solo de matar niños, sino que el objetivo, aparte de reducir la población, es ganar dinero con el aborto, es el negocio multimillonario de las internacionales del aborto, que como toda injusticia, afecta a los más vulnerables: madres confundidas y bebés indefensos.
Es una estrategia internacional marcada por estos organismos, que lo que les interesa en el fondo, es la ganancia económica. Son 300 dólares por aborto, hay 1.55 millones de abortos al año, sólo en EE.UU., lo que significa una industria de 500,000,000 de dólares anualmente.
Pocos saben lo que pasa en las clínicas aborteras: Es que la mujer en su momento más vulnerable, es recibida en la clínica, le matan al niño, son 375 dólares y la que sigue… Nunca te van a contar la otra historia, la de la madre arrepentida que ha cargado con este duro estigma de matar a su propio hijo y que la va a marcar para siempre.
Es claro que a los poderes fácticos que dirigen al mundo no les importan las mujeres, sino solo el dinero que les deja la sangre y la matanza de los niños.
Dos de sus principales representantes de esta casta de usureros y banqueros sionistas:
“El aborto es un medio principal para nuestro orden mundial”: David Rockefeller en Trilateral Commision 1985.
“El aborto es el derecho que tiene la mujer de determinar su propia fertilidad”: Jonh Davinson Rockefeller III (The Second American Revolution, pág. 64).

Para introducir el aborto en los países occidentales se tuvieron que cambiar sus valores y creencias religiosas, ya que uno de los principales postulados del neomarxismo es el cambio cultural, así la cultura de la vida la cambio por la de la muerte, con el aborto y la eutanasia, y la ideología de género y el feminismo radical, se encargaron de deconstruir al matrimonio tradicional y a la familia.
Se trata de un nuevo programa de “desconstrucción” de los restos de la sociedad de inspiración cristiana, para imponer un modelo relativista en lo ideológico y amoral en las conductas. Su fundamento doctrinario se encuentra en una peculiar interpretación –por lo demás, nítidamente relativista– de los derechos humanos, haciendo total abstracción de la enseñanza de la moral tradicional y de la cultura de nuestro pueblo.
La agenda globalista ha implementado las luchas identitarias, en el seno de la que se conoce como nueva izquierda y que tiene dos objetivos fundamentales: fragmentar al sujeto de cambio de la historia o sea al proletariado del marxismo clásico y substituirlo por grupos marginales de la sociedad como los colectivos LTGB, grupos de feministas radicales aborteras, los ecologistas antihumanos, los indigenistas, prostitutas, drogadictos, etc.
Ya desde las academias “progres” de los años sesentas y setentas, en Europa y en Estados Unidos, la crítica a la Unión Soviética y al socialismo se fundaba en sustituir a Marx por Marcuse como un paradigma para entender al hombre de la posmodernidad, queriendo con esto decir que la hoja de ruta de los pueblos y las revoluciones estaba equivocada.
Los profesores occidentales impulsaron un ataque constante a Moscú. Michel Foucault, por ejemplo, fue un abanderado de esa nueva izquierda, que sustituyó en el discurso teórico a Marx por enfoques basados en la identidad cultural, siguiendo la receta de la Escuela de Frankfurt.
El cambio de paradigma se venía preparando, desde lo teórico, para irse luego al plano ideológico y de calle. Fue ahí además cuando se comenzó a fraguar la instrumentalización del sujeto social en contra del ya inoperante marxismo económico, con la creación de causas identitarias (género, raza, religión, ecologismo, LGBTI y otras) para explotarlas en un cambio cultural y apoderarse por este medio del pensamiento e ideología de las gentes.
Los enfoques identitarios son funcionales a la agenda globalista en tanto no atacan problemas reales, sino que tienden a reproducirlos, e incluso a agudizarlos. No solo es “sólo cultura” como pretende el paradigma posmoderno, sino que es historia, biología, naturaleza e incluso determinismo climático y voluntad individual. Esto genera el caldo de cultivo perfecto del odio identitario, paralizador del enfoque de clases, manipulador de las masas hacia agendas globalistas.
Esta política demográfica a través del aborto, que se oculta tras el denominado feminismo de género y su pretensión de destruir la sociedad con la abolición de la polaridad sexual, la destrucción de la familia y la dignidad de los seres humanos es una de las metas más codiciadas por el nuevo orden mundial.
El aborto es un procedimiento destinado a poner fin deliberadamente a un ser humano que se desarrolla en el vientre materno. Por esta razón, el aborto no puede jamás, ni siquiera teórica o conceptualmente, considerarse un derecho humano, toda vez que atenta contra el derecho fundamental de otro ser humano. Esa práctica es una violación a los derechos humanos.