Alumnos “paralizan” Unison en solidaridad con normalistas desaparecidos de Ayotzinapa
Por Violeta Gill Gill/
Hoy es el primer día en mucho tiempo en que los alumnos no tomaban el edificio de rectoría de la Universidad de Sonora, decía un alumno que estaba a mi espalda, mientras en el micrófono un profesor felicitaba a los alumnos por atreverse a hacer un acto —como él lo calificó—, de valentía.
Era miércoles, casi de noche, y decenas de estudiantes estaban presentes en el edificio de rectoría, opinando, discutiendo y escuchando las intervenciones de estudiantes y maestros que hablaban de las problemáticas académicas y derechos políticos.
Butacas instaladas en el portal del principal edificio la Universidad de Sonora, que de manera representativa habían colocado en ellas fotografías de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, que aún siguen desaparecidos.
He empezado a creer que el rector no existe, nunca está cuando lo buscan, escuchaba, mientras un grupo de alumnos tocaban la puerta de la oficina de rectoría, que esperaban que el rector saliera y les dijera unas palabras, o su opinión acerca del movimiento de los estudiantes.
El paro de las labores empezó a las siete de la mañana, y los estudiantes de las carreras que se cerraban se unían al contingente para apoyar la causa y participar en las actividades que estaban programadas.
Después el contingente se concentró en las escalinatas de rectoría para esperar la respuesta del rector Heriberto Grijalva Monteverde, ahí mismo se llevaron a cabo las actividades. En donde un grupo de estudiantes hicieron guardia toda la noche.
La escuela quedó sin clases, las instalaciones casi vacías, las calles y estacionamientos igual, algunos alumnos que aprovechaban el paro para platicar o hacer otras actividades ahí mismas en la escuela o muchos otros ausentarse.
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