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América en dos ruedas; Guillermo Aimar, su recorrido desde Argentina rumbo a Alaska

Por Karolina Zepeda/

“Lo vi como una experiencia integral de vida, algo que los estudios y el trabajo no podían ni me habían brindado hasta el momento”, así describe Guillermo Aimar el Proyecto Ushuaia Alaska, el cual consiste en un viaje de Argentina a Alaska.

Una persona dedicada de 32 años de edad, originario de Argentina, licenciado en Ciencias Políticas, y con un futuro prometedor, nos brindó un poco de su tiempo —en su paso por Hermosillo— para poder realizar una entrevista acerca de su travesía por el continente Americano, donde una bicicleta y una gran motivación son suficientes para emprender sus metas.

¿Qué te motiva para seguir este camino?

Pienso que la libertad es la capacidad de ponerse metas y cumplirlas, si no sos capaz de eso, mereces tener un jefe, por lo tanto pierdes tu libertad, entonces debo cumplir la meta. ¿Mi motivación? es algo que simplemente me nace, es un viaje que forja mi disciplina, que me instruye, con mencionar que el viaje ya me llevó más lejos que la meta, cada día me da más, no pienso en abandonar mi travesía por más que el camino se ponga duro, el camino termina siendo un gran maestro, te da y te quita, entonces tienes que resolver día a día, saber esperar, estar atento y continuar, siempre.

¿De qué manera involucra sus estudios universitarios con este viaje?

Bueno, como estudié una carrera social, Ciencias Políticas, pensé que sería una buena idea tratar de conectar con los lugares que iría visitando, quería no solo llevarme algo de cada lugar, también dejar algo, pero ¿cómo hacerlo?, se me ocurrió que podía visitar instituciones infantiles y podría compartir mi experiencia de viaje e incentivar a los chicos a que traten de cumplir sus sueños y metas, ahí esto dejando algo, y que a su vez, me contaran cosas del lugar que viven, es donde me llevo algo. De esa manera, voy armando un libro que retrata la identidad de América con las espontaneidad que solo un joven tiene, ellos me cuentan cómo se vive hoy su cultura, que es lo que está pasando en el mundo de hoy, en el cual vivo, por eso no me preocupa tanto ir a un museo, en un museo están los objetos del pasado, no sus olores, no sus sabores, sus anécdotas, de esa forma creo que mi carrera me ayuda a este viaje, me da herramientas para poder realizar estas visitas y lleva a mi viaje a otro nivel, no solo ser un «ciclista que viaja».

¿Cómo es un día normal de Guillermo Aimar?

Creo que no lo hay, la no rutina es la rutina. Tal vez puedo decir que hay actividades que sí repito como levantarme temprano, tomar agua tibia con un ajo, hacer kung fu por una hora y media, de ahí me voy a pedalear o a conocer la ciudad en la que estoy, hay días que dedico a mi página, a veces me toma dos o tres días actualizarla, por eso es que tiene literalmente miles de fotos, desayuno tarde, casi almuerzo, pero como un poquito todo el día, pero la comida fuerte es una buena cantidad de pasta, a veces como más de medio kilo. Eso sí, en mi vida no puede faltar el cacahuate, es mi homónimo en el mundo vegetal.

¿Qué sientes al viajar?

Cuando viajo siento que estoy haciendo lo que me gusta, que mi persona se está realizando, que estoy haciendo lo que tengo que hacer. Muchas veces me preguntan ¿Por qué lo haces? y me costaría encontrar respuestas a esa pregunta, mejor volteo la pregunta, ¿Por qué no hacerlo?, es algo que me nace, no me gusta decir que me siento libre por que no tiene nada que ver con ello, me siento realizado, pleno, siento que todas mis facultades físicas, morales, sentimentales, entre otras, se encuentran en pleno ejercicio, creo que eso es lo que siento.

¿Por qué Proyecto Ushuaia Alaska?

Bueno, cuando empecé el viaje no quería que fuese solo una experiencia de vida personal, me parecía que si era bueno tenía que compartirlo, así que armé un proyecto en el cual voy armando un libro sobre la identidad de América, por medio de visitas en colegios. Comenzó como un proyecto en mente y se transformó en una realidad, en la cual comparto la cultura, mi viaje junto con lo que me sucede a mí y a los que me apoyan, les comparto videos y fotos a los jóvenes que platico, les doy un mensaje de motivación diciendo que se pongan metas, que practiquen deporte, coman sano y demás, a la vez ellos me comparten vivencias y un poco de la cultura a donde voy llegando.

¿Cuáles han sido las mejores experiencias que has tenido en esta travesía?

La mejor experiencia es el día que salí, porque es la madre de todas las experiencias, después es como entrar al cine a ver una película, esta debe de ser entretenida para tener momentos de tensión, relajación, tristes, felices, así es mi viaje, no me puedo quedar con una en particular, dependiendo del momento en el que estoy, la mente es así de selectiva, de repente se me viene un recuerdo, después otro, sería injusto mencionar alguno por que puede que me arrepienta, me acuerde de otro y así sucesivamente, tendrías que estar tres años, seis meses y dieciséis días, que es lo que llevo viajando, escuchándome hablarte de mi viaje, todos los recuerdos valen la pena.

¿Qué enseñanzas te dejan los lugares que visitas?

Cada lugar me gusta porque tiene sus propios platillos, verduras, frutas, recursos, las personas aprenden a resolver su vida con lo que hay en ese lugar, eso es en lo material, pero en lo moral hay una especie de solidaridad entre todas las culturas que voy visitando que es increíble, hay una fe en la humanidad que es muy linda a comparación de lo que aparece en los medios, es una porción de la realidad, que realmente detrás de eso hay todo un entramado de gente que vive con lo que necesita, que pelea día a día de una forma sana y tratan de pasar bien la vida sin el deseo de lastimar a nadie.

¿Volverías a México?

Por supuesto, una de las ideas después del viaje es volver a Guadalajara, sentarme tranquilo, disfrutar de los amigos y volver a recorrer parte de México.

De lo que has recorrido de Hermosillo, ¿Qué es lo que más te ha gustado?

No he recorrido mucho para ser honesto, pero me han hablado muy bien de los Hot Dogs, que son típicos, pero me ha gustado mucho la calidez de la gente, muchas personas me escribieron deseándome lo mejor para el viaje y ofreciéndome su ayuda en lo que necesite, es una calidez que pocas veces he sentido.