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Así lo veo | ¿Y el apoyo a jornaleros?

Por Gerardo Moreno

Contrario a la política que el Gobierno Federal ha impulsado de “Por el bien de todos, primero los pobres”, ese año se decidió cancelar uno de los programas que realmente ayudaba directamente a uno de los grupos más vulnerables del país que son los Jornaleros Agrícolas.

El Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas (PAJA) tenía funcionado desde 1990 en todo el país, anualmente se le asignaba un presupuesto de alrededor de 300 millones de pesos para beneficiar a más de 100 mil trabajadores del campo.

Según las reglas de operación tenía la intención de: “contribuir a fortalecer el cumplimiento efectivo de los derechos sociales que potencien las capacidades de las personas en situación de pobreza”.

El programa contemplaba la entrega de estímulos económicos directos para mejorar la alimentación de todos los miembros de la familia, en especial a niños y mujeres embarazadas. También apoyos para traslados de jornaleros, estímulos económicos y subsidios para la construcción o ampliación de viviendas.

Era un programa, que sin hacer mucho ruido, apoyaba directamente a las personas vulnerables en su entorno de trabajo y era un alivio para salir de las condiciones de pobreza de miles de jornaleros agrícolas.

Ahora y a pesar del reclamo de algunos trabajadores, principalmente integrantes de la etnia Triqui que viven en el Poblado Miguel Alemán y trabajan en los campos de la Costa de Hermosillo, este programa desapareció totalmente.

El delegado de Programas Sociales de la Secretaría del Bienestar en Sonora, Jorge Taddei Bringas, confirmó que este programa ya no existe, no se le asignó ni un solo peso de presupuesto y ya no se opera.

Aclaró que el recurso de la Secretaría se destinó solo a los programas para adultos mayores, para las personas con discapacidad, a los alumnos de preparatoria, a los jóvenes que no estudian ni trabajan y el programa de “Tandas del Bienestar”, dejando fuera a jornaleros agrícolas y pueblos indígenas.

En Sonora se estima que hay alrededor de 50 mil jornaleros agrícolas laborando en los diferentes campos, de estos uno de cada tres son trabajadores migrantes del sur del país, principalmente de Oaxaca, Guerrero y Chiapas. Una gran parte de ellos miembros de comunidades indígenas.

Ahora de tajo se les canceló un apoyo económico que realmente representaba tener una mejor calidad de vida y eso se lo cambiaron por la esperanza de ser tener una “Tanda del Bienestar”. ¿Hay ahí justicia social? Yo considero que no. Así lo veo yo, cómo lo ven ustedes.