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Brilla recaudación; sufre contribuyente

El Gobierno federal ha mejorado su recaudación, pero a costa de los contribuyentes de siempre, quienes ahora deducen menos y pagan más.

Así, mientras los causantes han tenido que apretarse el cinturón y aportar más al fisco, la Administración de Enrique Peña Nieto ha recurrido a más de 900 mil millones de pesos de deuda, en parte para financiar un mayor gasto público.

Una familia de padre y madre profesionistas que perciben un sueldo de 240 mil pesos anuales cada uno y tienen dos hijos, uno en secundaria y otro en bachillerato, no la vio fácil este año ni con todos sus esfuerzos.

Hoy pagan en impuestos hasta 17 mil pesos más que hace un año.

Los cambios fiscales, por las limitaciones a sus deducciones, principalmente, provocaron que el impuesto real pagado en 2014 por esta familia fuera 42 por ciento superior al del año pasado, pues pasó de 41 mil 600 pesos a 59 mil 177 pesos.

Por el contrario, el Gobierno federal, al cierre de agosto de este año, tenía una deuda total de 5 billones 143 mil 199 millones de pesos, esto es, 900 mil 946 millones más que el 1 de diciembre de 2012.

Además, para 2015, el Gobierno federal propuso aumentar la burocracia en 8 mil 171 nuevas plazas, de las que un número importante son puestos directivos en secretarías, que cuestan más a los mexicanos.

En los dos años que van del Sexenio, Hacienda ha obtenido más ingresos, ya sea por los cambios fiscales o por mayor eficiencia recaudatoria.

A lo largo de este periodo, empresas y ciudadanos han pagado 283 mil 49 millones de pesos adicionales de impuestos, según Hacienda.

Esta suma de recursos es tres veces superior a todo el gasto que han realizado los Gobiernos federal y locales en materia de seguridad nacional en el periodo.

Para 2014, el Gobierno pronostica recaudar ingresos tributarios exclusivamente de los causantes, esto es, sin contar los petroleros, por un billón 800 mil millones de pesos.

Ello significa 155 mil 462 millones más que en 2013, un 9.4 por ciento más.

En este escenario, positivo para el fisco, el contribuyente parece haber sacado la peor parte.

Con la pérdida de deducciones, las personas físicas fueron las más afectadas por los cambios fiscales, pues ya sólo pueden deducir la cantidad que resulte menor entre el 10 por ciento de su ingreso anual total y el monto equivalente a cuatro salarios mínimos anuales en el Distrito Federal.

REFORMA