“Buquibichi”, innovan con sabor artesanal; fábrica y bar de cerveza en Hermosillo

Por Rigo Gutiérrez E./

Hace tres años Ramón Osuna y Damián Erro tenían un sueño, fabricar su propia cerveza, con el aroma, cuerpo y sabor que imaginaban sus paladares. Entre ollas, recetas, sudor y mucha paciencia, comenzaron a cocinar un proyecto de producción de cerveza artesanal, único en su tipo en Sonora.

Aunque el proceso fue arduo, nunca perdieron de vista sus principales objetivos: llegar a convertirse en una fábrica y compartir el sabor de su bebida con la demás gente.

El pasado sábado, Ramón Osuna, socio y responsable de Buquibichi Brewing, acompañado de autoridades municipales y estatales, cortaron el listón inaugural del restaurante-bar. Un concepto novedoso, toda vez que en este mismo sitio, se produce la bebida que más tarde será servida en los vasos de los comensales.

Por el gusto a la cerveza

Ramón y Damián recibieron a Primera Plana en su taproom pub —así se le denomina a estos sitos principalmente en Estados Unidos—. Entre las mesas y parroquianos que degustaban bebidas, Damián, maestro cervecero en el establecimiento, recuerda esas primeras mezclas de cerveza que elaboraba en la cocina de su casa, empleando las ollas comunes.

Probando una y otra vez las diversas recetas socorridas entre los clubes cerveceros de Hermosillo fueron dando con los sabores deseados.

“Todas las cervezas llevan Malta, Agua, Levadura y Lúpulo. De acuerdo a las cantidades es como se va generando los distintos sabores, incluso amargores. Además algunas pueden tener ingredientes adicionales”, explica Damián.

Aunque aclara, ninguna receta se queda fija, todas están en un proceso constante de mejorar.

La barra del taproom pub ofrece solo siete estilos de cerveza. Todos preparados por ellos. Cinco estilos de línea que son Kölsh, Amber Ale, Pale Ale, India Pale Ale y Staout. Del estilo India Pale Ale son dos tipos, la llamada SahuarIPA y TecorIPA.

“El objetivo de una cerveza artesanal es que sea lo más bueno posible, es el sabor no es precio o cantidad, el fondo es calidad”, afirma Ramón Osuna.

Difícil pero no imposible

El responsable de Buquibichi, narra que iniciar el negocio fue toda una aventura. Desde la incertidumbre de los inversores, hasta lo legal, pero nunca quitaron el dedo del renglón.

Y es que en Sonora, hasta hace dos años, las leyes no contemplaban la producción de cerveza artesanal, por lo cual buscaron asesores legales para formular una propuesta de iniciativa de ley en el Congreso que abriera camino a la fabricación artesanal en pequeña escala y finalmente se aprobó.

En este sentido, aclara Ramón: “la fabricación de cerveza artesanal no es algo nuevo, se tratan de estilos que vienen de siglos atrás, es muy antiguo. Lo que pasa es que cuando se inventa la refrigeración, comenzaron a desaparecer miles cervecerías y empezaron a crecer las ahora grandes y con estilos limitados”.

Sin miedo a las grandes marcas

Tanto Ramón como Damián ya habían recorrido diversos bares en Estados Unidos y estaban dispuestos aterrizar una idea similar en esta capital sonorense.

“Es sumamente complicado, no te imaginas qué hay desde la infraestructura, lo técnico, lo eléctrico. Pasar de la fase casera a como logramos instalarlo en esta fábrica es un gran salto por toda la infraestructura que ves alrededor”, expone Damián apuntando a los tres enormes fermentadores plateados que sobresalen atrás de la barra.

Ser una marca independiente ante las macro empresas cerveceras es algo que no les asusta, saben que en la ciudad hay un mercado muy amplio de personas que buscan degustar una buena bebida, no por cantidad, sino por sabor.

Así, desde hace veinte días su fábrica comenzó a producir en el establecimiento que se ubica en boulevard Kino No. 69. Al menos tres jóvenes intervienen en el proceso. Desde la preparación de la receta, la vigilancia del ciclo de fermentación en los tanques, el almacenaje en barriles que ahí mismo son refrigerados. Después una manguera se conecta a estos pequeños tanques fríos y del lado de la barra cae la bebida espumosa al vaso. Todo en el mismo lugar.