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A los políticos sonorenses también les llegó la «Calaca»

Calaveritas políticas 2017

Por Mayra Torres

Claudia Pavlovich

Por catedral se pasea; en los árboles se encarama;

Para ver de lejos la oficina más refrigerada;

Sabe que ahí vive Claudia, una dama estudiada

Que gobierna un Estado, que dejaron en la nada.

 

La parca la cela mucho, sabe que no puede llevarla;

A pasear junto a ella, pues le cargan mucha chamba;

Ya se puso hasta celosa de una Natalia, que la compaña a todas horas;

Que la trae bien vigilada.

 

Quiso conquistar al Potrillo, a ver si por ahí lograba;

Llegar con esa tal Claudia que anda toda atareada

Reparando lo poquito que dejaron esas almas

Que le prometieron un nuevo Sonora y se llevaron hasta las plantas.

 

Pano Salido

Entre el quorum hoy se esconde, en un sala amueblada;

Vestida y a la moda, espera la hermosa calaca;

Ya tiene la vista fija, ya descubrió a quien habla;

Quien leyes e iniciativas fomenta para su banda.

 

“Yo quiero a ese hombrecillo”, gritaba desesperada

Denle un puesto en Los Pinos, denle la silla soñada

 

Pobrecito del Pano, ya la trae enamorada;

Dicen que hoy solo se esconde, que le tiene miedo a la flaca;

Esa que no lo ha dejado solito en ninguna campaña.

 

Hay mi lindo Epifanio ya merito llega el día;

De que salgas en las boletas, esas que el pueblo reciba;

Sólo que para ganarte ese lugar en la silla;

Deberás primero conquistar a la catrina;

Para que juntos gobiernen en el Senado y en la cima.

 

Pato de Lucas

Con el uniforme nuevo, peinadita y bien portada;

Así llega la calaca, busca ser más aplicada;

Para ser la elegida, de esos viajes que hoy se ganan

Las mujeres de Sonora, las que son más estudiadas.

 

¿Quién es ese que hoy se inscribe? ¿Quién ese ese que hoy aclaman?

Ese del apellido largo que resumen en las aulas con el apodo de El Pato

Con las estrellas colgadas, ese que siempre regresa y a todas las muertas encanta.

 

“Yo lo quiero en mi escuela, yo lo quiero en la casa

Yo lo llevo a donde quiera, si quiere dirigir la chamba

Yo le quitó al Maloro, la oficina refrigerada

Y se la entregó a mi pato”, gritaba la pobre flaca todita desesperada.

 

En la SEC ahora todos juntan una buena lana;

Para dársela a la flaquita, para que deje de dar lata.

Y regrese al Ernesto a sus labores diarias, a recorrer las escuelas;

A platicar con la raza, para que todos lo aprueben, para que pronto se le haga;

Ser el presidente que brinde más de una chamba, que tiene que ser valiente;

Que tiene una tarea asignada, ganarse a los hermosillenses si quiere estar con su

amada flaca.

 

PAN

En la vida de la parca existe una leyenda marcada;

Cuando se metió a un partido que le auguraba esperanza;

Ese que prometía tener una estructura ganada.

 

Hoy la flaca anda triste, del PAN no quiere saber nada;

Dice que le prometieron un puesto, que le dieron puras largas;

Que David no la quería, que Damián no la esperaba, y en Ricardo no confía;

Que se enteró de sus casas, de los terrenos que alquila a la familia prestada.

 

Ahí va la pobre flaca, solita y encorvada, el PAN solo le tira con las pequeñas;  migajas que hoy dejan en cada esquina con la esperanza colgada.

Pobrecito del partido, ya perdieron hasta el alma, se les salió Figueroa, ya no les; queda nada, ellos que se sentían con la presidencia ganada.

Ya ni Fox los apoya, ya ni Martita les canta, ya perdieron la partida y todo por la

Venganza de querer ser el partido favorito de la tan ansiada flaca.

 

Candidatos

Muy cerquita de la casa de la señora calaca

Andan miles de personas, andan todas apretadas

Y de ilusiones viven, de esas que hoy les cantan

Candidatos que solitos llegaron a alborotarlas

Diciendo que cambiarían, brindando una esperanza.

 

A pesar de estar dormida, la parca muy bien escuchaba

Las promesas y mentiras que a todo mundo encantaban

Y muy molesta decía: Esas son puras habladas

 

Tanto fue el alboroto que la parca no lograba

Dormir su siesta de día, soñar con el que le gustaba, el buen Toño de la cabina

Ese que aparece en Larsa, que con su voz la conquista y con la música encanta

 

Si mi Toño se lanzará para un puesto en la plaza, por ese sí yo votaba, mi voto

Yo le confiaba pues él si me da confianza, el sí me representaba

Con buenas intenciones con la música de Larsa, con ideas muy bien puestas

Y con la sonrisa marcada.

 

Temo Galindo

En la puerta de Cabildo, sentada y bien portada

Se distingue una dama, alta, bella y refinada

Que con un elegante vestido espera ser invitada

Para brindar una queja, para comentar la falta

Esa que la tiene hoy a la parca enojada.

 

Y así espere y espere cuando llega de volada

El alcalde de Nogales, el buen Temo para la banda

Ese que ya se imagina desfilando en las gradas del tan ansiado Senado

Que tanto aclama y aclama.

“Hoy estoy aquí parada, quiero verte a la cara, antes de pensar en un puesto

Piensa en esas tantas fallas, que tienen al pueblo inquieto, que a todos nos ponen de mala”

Y así el Temo Galindo, se puso a limpiar junto a todo el Cabildo las calles de la ciudad, antes de que la parca se los lleve a bailar ese son que nadie ni con la muerte cargar.

 

Faustino Félix

Orgullosa está la flaca en su querido Cajeme

Dice que tiene un letrero de bienvenida grande como su frente;

Y que pronto habrá un mall más decente, ese que se llama Sendero

Esperado por su gente.

 

Baila y baila anda la Parca, ya se conquistó al Tino, sabe que es el alcalde

De Cajeme el más conocido.

 

Después de danzar un rato, a la parca le dio hambre y con Faustino a su lado

Se dispuso a hacer el viaje.

“Vamos mi estimada flaca, le dijo el buen Tinito, te invito primero unos cocos, después te doy unos mariscos. Te llevo a la cahuamanta, te regalo buenos vinos. Y te mando la cuenta al rato porque tienes muy buen apetito.

 

Pobrecito del alcalde, de todos era conocido; no pudo con la calaca, no pudo con el destino y hoy muerto vive en entre sombras, se divierte en los pasillos

De un periódico de antaño, de un periódico con estilo, ese que aprendió de niño amar y donde fue correspondido, por su padre tan querido, el buen Don Faustino.

 

Maloro

La muerte anda muy cerca y su presencia se siente

Dice que quiere ser electa, que busca ser presidente.

De la ciudad de Hermosillo, de todos la más querida.

 

Con eso de las reelecciones, la parca ya trae encima

A la gente del Maloro, a toda la clase política

Que hoy tanto disfrutan de los privilegios que en vida

Ha destinado el Maloro para que se den buena vida.

 

“Mira Manuel Ignacio, déjate de andar pensando

En que te tocan más años de alcalde en este barco

Que te juro por lo que más quiero, hoy sí sales volando”

 

No me importan tus palabras, decía Manuel Ignacio

Si yo quiero no me sacas, ya tengo todo planeado

Ya hice esos acuerdos que tanto andaba buscando

Y platiqué con El Pato, ya tengo todo armado

Y antes de que tu ganes que a los dos nos cargue el payaso.

Y así se fueron juntos La Flaca y el buen Maloro, a conquistar otro mundo

A buscar otros votos, mientras aquí en la Tierra siguen los mismos hoyos,

Esos que son tan chiquitos que cabe una Ford Lobo.