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Campanas de alerta en el PAN

Por David Figueroa O.

Ricardo Anaya no debe vacilar y esperar el costo de una división para el partido y desde luego para él mismo

Si bien es cierto Acción Nacional ha ganado notoriedad mediática en las últimas semanas cierto es que esa notoriedad puede salir muy cara.

Esto a partir de la solicitud pública que realizara un grupo de connotados panistas al dirigente nacional para que defina de una buena vez si quiere ser dirigente o candidato.

Ricardo Anaya presidente del CEN nos engaña con la verdad al expresar que no son tiempos para definir si va o no por la Presidencia de la República y que está concentrado en los próximos procesos locales del 2017, específicamente en el Estado de México, Coahuila y Nayarit.

De inicio, ninguna persona define su deseo de ser Presidente de su país meses antes del proceso en el que habrá de competir.

Quien ha empeñado su palabra por anteponer la honestidad debe comenzar por serlo consigo mismo, con sus correligionarios y con los ciudadanos a quienes a diario les pide confiar de nuevo en Acción Nacional.

No se trata de estatutos, sino de hablar con la verdad al militante pero sobre todo a los mexicanos. El ciudadano está cansado y rechaza la simulación, así lo ha plasmado en los últimos procesos electorales.

Ya no ignora la forma de proceder de los partidos políticos y sus dirigencias; al contrario cada día se informa más, opina, participa y condena todo intento de engaño, como el que se ejerce estirando la ley hasta donde es posible para alcanzar intereses grupales o personales.

Y si de estatutos se trata como con certeza y derecho argumenta el dirigente nacional del PAN, recordemos que precisamente este apartado donde se permite al dirigente renunciar justo antes de registrarse como candidato a cualquier puesto de elección popular, fue reformado muy recientemente y votado por la mayoría de su mismo grupo político al interior del partido, siendo ya él mismo parte del CEN.

Es decir, de cualquier forma antes o ahora funge como juez y parte entre la institución y sus propias aspiraciones.

De mantener esta posición hasta junio del próximo año una vez desarrollados los procesos locales estaríamos ante la posibilidad de un partido confrontado y que cada día se intensifiquen los señalamientos, como hasta hoy ha ocurrido con la demanda ante el INE por la utilización indiscriminada de spots promocionando su figura.

Más allá de que estos señalamientos afecten o favorezcan a algún personaje, se está afectando una institución que se debe a México de principio a fin y que le cuesta a los mexicanos.

Partiendo de esa lógica hay un inminente riesgo de que los siguientes ocho meses sean de intenso fuego dentro de Acción Nacional, por eso sus órganos internos deben ya estar valorando con suma responsabilidad lo siguiente:

-La ciudadanía está por encima de la lógica interna del PAN o de cualquier partido político.

-El Ciudadano quiere acciones diferentes sin abuso de Poder y sin actos simulados. Estamos viviendo las consecuencias de ello y de no haber escuchado a tiempo en estados como el nuestro.

-Evitar fracturas debe ser la obligación del CEN, no abrigar aspiraciones de sus integrantes.

-El PAN tiene una importante fortaleza: es el partido hasta hoy con menos negativos para competir el 2018.

-El PAN necesita personajes con autoridad para moderar la competencia interna. La autoridad no la da un cargo, sino la congruencia y el respeto de un liderazgo ganado con sus decisiones y trayectoria.

-El PAN requiere con urgencia menos ataques y más entendimiento para una competencia justa y pareja. Mayor madurez.

-El 2018 no será un día de campo, se requerirá de Unidad.

-Un partido con un líder carente de credibilidad y confianza va al fracaso. Acción Nacional ya tiene algunos ejemplos, Sonora entre ellos.

En conclusión, Ricardo Anaya no debe vacilar y esperar el costo de una división para el partido y desde luego para él mismo.

Como promotor de honestidad debe en momentos cruciales acudir al PAN que pondera la ética, la congruencia y la responsabilidad por encima de cualquier estatuto, reglamento o ley que afecte la probidad de la institución y la democracia en México.

Credibilidad y unidad es la clave para recuperar la confianza del ciudadano. Los estatutos no regresarán al PAN a los Pinos, sino el voto de los mexicanos.

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico [email protected]; y  en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.

*David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.