Centro austríaco confirma identificación de segundo joven de 43 desaparecidos
El Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck (Austria) confirmó hoy la identificación de los restos del segundo de los 43 estudiantes desaparecidos en México hace casi un año, de entre una serie de residuos humanos hallados en un basurero donde supuestamente fueron quemados los jóvenes.
En un comunicado titulado «Exitosos análisis de ADN en restos de desaparecidos mexicanos» y difundido por la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía), el instituto austríaco explicó que se aplicó una «tecnología novedosa para la identificación de ADN» en los «restos mexicanos severamente dañados».
Esta tecnología es conocida como «Primer Extensión Captura Masiva Paralelamente de Secuencia (PEC MPS)» y es un método que ha sido adaptado «para cumplir con las estrictas normas de calidad requeridas en genética forense».
Solo se usa cuando ya no se puede utilizar «el análisis forense de ADN convencional», agrega el boletín.
Innsbruck recibió en noviembre de 2014 de México 17 muestras con quemaduras graves del basurero de Cocula (Guerrero, sur), donde según la versión oficial fueron incinerados los jóvenes, y del Río San Juan, al que presuntamente fueron lanzadas residuos calcinados en una bolsa.
«Una de las muestras se identificó como perteneciente a un estudiante mexicano extraviado», de nombre Alexander Mora Venancio y de 21 años, «utilizando la tecnología del ADN convencional», como se informó en diciembre pasado.
Las 16 muestras restantes no dieron los resultados de ADN utilizando ese método, pero con el método PEC MPS «los investigadores fueron capaces de generar perfiles de ADN» para cada una de ellas.
«En dos muestras se encontraron ADN mitocondrial humano específico. Una muestra coincidió plenamente con los restos del estudiante identificado anteriormente, y la otra muestra coincidió con el ADN de la familia de otro estudiante mexicano desaparecido», en este caso de Jhosivani Guerrero de la Cruz, de 19 años.
El comunicado agrega que «los dos perfiles de DNA mitocondriales son únicos en las referencias familiares proporcionadas al Instituto» y «ninguna otra referencia correspondía a ninguno de los dos estudiantes».
La identificación de Guerrero fue anticipada el miércoles por la fiscal general, Arely Gómez, en una comparecencia de prensa en la que dijo que había «indicios» de que unos de los materiales analizados correspondería a ese joven.
«Existen indicios que establecen posible correspondencia» entre uno de los restos y el ADN de la madre de Guerrero, señaló la titular de la PGR.
Según la versión oficial, el 26 de septiembre de 2014 un grupo de policías dispararon en Iguala (Guerrero) contra decenas de alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, dedicada a la formación de maestros, por órdenes del entonces alcalde esa localidad, José Luis Abarca, con un saldo de seis muertos y 25 heridos.
Los policías, que estaban a sueldo del cártel Guerreros Unidos, capturaron a 43 jóvenes y los entregaron al grupo criminal, que los asesinó e incineró en Cocula.
En un reciente informe, un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que investigó el caso durante seis meses cuestionó la versión de que los cadáveres de los jóvenes fueron quemados en el basurero.
Padres cuestionan identificación
El vocero de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, Felipe de la Cruz, afirmó hoy que no hay «certeza» suficiente para asegurar que los restos hallados en un vertedero de basura corresponden a uno de ellos, como afirma un informe científico.
«Los resultados son muy bajos. En el informe así lo manejó (la Fiscalía), habló de moderado, y no hay seguridad al 100 %» de la identificación del estudiante Jhosivani Guerrero de la Cruz, desaparecido el 26 de septiembre de 2014 junto a 42 compañeros en ese municipio del sureño estado de Guerrero, dijo a Radio Fórmula.
Para De la Cruz, «hay menos certeza» en estos resultados revelados por la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) que en el caso de los restos del también estudiante Alexander Mora Venancio, identificado en diciembre pasado.
Ello se debe a que el informe presentado por la Universidad de Innsbruck (Austria), encargado de analizar los restos, arroja 72 puntos de coincidencia genética en el caso de Jhosivani entre los restos encontrados y el ADN de sus familiares, mientras que en el de Alexander fueron 1.201.
«Mientras que no haya la certeza al 100 % y haya una mínima probabilidad, tenemos que continuar con el proceso de investigación. Para nosotros no son los restos de Jhosivani», declaró el vocero.
Agregó que «hay una probabilidad» de que se trate de este estudiante de 19 años de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, aunque pidió «la verdad definitiva» y acusó al Gobierno de «mentir desde el inicio».
De la Cruz explicó que el método utilizado fue el mitocondrial, y no el nuclear, donde «solo hay el ADN de la madre» y no se puede comparar «con otros familiares».
Este miércoles la fiscalía mexicana informó de que la investigación realizada en Innsbruck sobre los restos encontrados en el basurero de Cocula, municipio aledaño a Iguala, y en el Río San Juan, al que presuntamente fueron lanzadas cenizas en una bolsa, ofrecía «indicios» de que algunos de los materiales encontrados correspondería a otro de los 43 estudiantes desaparecidos.
«Una muestra coincidió plenamente con los restos del estudiante identificado anteriormente, y la otra muestra coincidió con el ADN de la familia de otro estudiante mexicano desaparecido», en este caso de Jhosivani Guerrero de la Cruz, detalló el instituto austríaco en un boletín.
EFE