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Chatarra, el 51% de alimentos y bebidas vendidos en escuelas

Aunque desde hace ocho años existe una regulación para la venta de alimentos y bebidas en las escuelas de nivel básico del país, el ambiente en los planteles escolares continúa siendo “obesogénico”, ante el incumplimiento y la falta de sanciones por parte de las autoridades responsables. Actualmente el 26.2 por ciento de los escolares que ingresa a primaria tiene sobrepeso u obesidad, y aumenta a 39.2 por ciento en quinto grado.

Con el objetivo de profundizar y complementar la evidencia disponible sobre la situación actual en las escuelas y la implementación de la regulación existente para la venta de alimentos y bebidas, la organización El Poder del Consumidor, miembro de la Alianza por la Salud Alimentaria, realizó un estudio titulado: El ambiente escolar obesogénico en México: La necesidad de mejorar la regulación de la venta de alimentos y bebidas en escuelas.

El estudio se realizó entre junio y julio de 2017 en nueve escuelas públicas primarias con horarios regulares en la Ciudad de México, Cuernavaca y San Luis Potosí, con instrumentos de corte cualitativo y cuantitativo dirigidos a actores clave: autoridades de salud y educativas, personal directivo, docente y de venta, miembros de comités y estudiantes; se levantaron inventarios de la oferta de alimentos y bebidas en las escuelas y se analizó el ambiente escolar en cada plantel.

La investigación reveló que el 51 por ciento del total de la oferta al interior de las escuelas observadas fue de alimentos y bebidas ultraprocesados, como galletas, dulces y botanas empaquetados. El 55 por ciento de las escuelas tuvieron publicidad y el 63 por ciento de la oferta de bebidas fueron azucaradas. Mientras que sólo una de nueve escuelas tuvo acceso a agua potable gratuita y de calidad por medio de bebederos. Además, El Poder del Consumidor recordó que se han recabado 3 mil 312 reportes ciudadanos en la plataforma de vigilancia ciudadana Mi Escuela saludable (www.miescuelasaludable.org), la cual también demuestra que el ambiente escolar en México no es saludable.

“De estas observaciones se concluye que la regulación de la venta de alimentos y bebidas en las escuelas no se aplica de manera eficiente porque no existen talleres, capacitaciones y materiales dirigidos a directores, maestros, personal de venta, miembros de Comités, madres y padres de familia sobre alimentación saludable y la regulación existente”, señala la organización civil en un comunicado.

Adicionalmente, añade, el personal de las escuelas desconoce la existencia de contenidos, obligatoriedad y sanciones de la regulación; no hay recursos para gastos básicos de mantenimiento a las escuelas y las tiendas escolares se convierten en un pilar para dicho mantenimiento; existe conflicto de interés para vigilar el cumplimiento de la regulación porque la industria de alimentos y bebidas proporciona recursos para el mantenimiento los planteles y realiza acuerdos con directivos y personal de venta; y la venta de alimentos ultraprocesados alrededor de las escuelas influye en el incumplimiento de la regulación al interior de las escuelas.

MEDIDA INEFICAZ. Los resultados de la investigación se suman a la evidencia científica nacional que se ha generado desde el lanzamiento de la regulación en 2010, demostrando que es una medida aislada e insuficiente para modificar el conjunto de elementos que configuran los ambientes escolares obesogénicos, apunta el estudio. Concluye que para lograr transformar los ambientes escolares se requiere adoptar un enfoque multisectorial basado en el cumplimiento de los derechos a la salud y a la alimentación saludable, en el marco del interés superior de la niñez.

Liliana Bahena, Coordinadora del Proyecto Mi Escuela Saludable, citó el estudio para afirmar que “para lograr transformar los ambientes escolares alimentarios se requiere adoptar la creación y adopción de una Política de alimentación en entornos escolares que incluya ejes con un enfoque multisectorial”.

Durante la presentación de la investigación, Juan Rivera Dommarco, director del Instituto Nacional de Salud Pública declaró dijo que a pesar de la existencia de regulaciones en las escuelas de nivel básico, que restringen la presencia de bebidas azucaradas y otros productos no saludables, su aplicación ha sido inadecuada.

“Dada la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en los escolares, urge el diseño y aplicación de acciones para convertir el actual entorno escolar obesigénico en uno que promueva la alimentación saludable y la actividad física. Para lograr este objetivo es necesaria la participación de la academia, la sociedad civil organizada y el gobierno”.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO-ONU) las escuelas pueden ser un escenario idóneo para promover buenos hábitos alimentarios desde la niñez. Sin embargo, en México, a pesar de la crisis de salud pública por la cual se han declarado emergencias epidemiológicas por la prevalencia de obesidad y diabetes, persisten prácticas como la venta de bebidas azucaradas, falta de acceso al agua potable gratuita, desconocimiento de la regulación actual y estrategias de la industria alimentaria para ignorar las prohibiciones de venta de alimentos y bebidas ultraprocesados.

El Poder del Consumidor explicó que esta “Política de alimentación en entornos escolares” deberán incluir ciertos ejes, que se pueden consultar en el estudio completo así como el video con los resultados de la investigación en el sitio: www.miescuelasaludable.org/investigacionescuelas.

La Crónica de Hoy