Ciudadanos retan a Toño Astiazarán a proteger áreas verdes

Por Gerardo Moreno Valenzuela
Agrupaciones ambientalistas y de vecinos son los primeros en poner a prueba a la administración de Antonio Astiazarán, para ver si realmente se preocupa por la conservación del medio ambiente, pues hay denuncias de despojos de áreas verdes en el Cerro Johnson y la colonia Sacramento, donde se exige su intervención.
En el del Cerro Johnson, una empresa privada construye una clínica de cuidados paliativos, justo a un lado del área natural protegida. Aquí, vecinos y organizaciones ecológicas denuncian que se pone en riesgo el trabajo de más de 4 años de recuperación de esa área destinada a la conservación ecológica.
La denuncia es clara, la compañía obtuvo (sin explicación) una excepción del Manifiesto de Impacto Ambiental de Semarnat, y el Ayuntamiento les realizó un cambio de uso de suelo para otorgarles los permisos de construcción, violando varios puntos de sus reglamentos municipales.
Primero se le otorgó el permiso a pesar que en los planes de desarrollo toda esa zona está destinada a la protección de flora y fauna; dos, que está en una pendiente donde hay viviendas abajo; y tres, debe haber una distancia de 20 metros entre un área urbanizable y zona de conservación ecológica. A pesar de esto la obra ahorita continúa.
En la colonia Sacramento los vecinos aseguran que el Ayuntamiento, como institución, entregó de manera ilegal su área verde a una empresa privada, quienes este año ya comenzaron a construir en ella.
Se denunció que la administración municipal de 1987, a cargo de Héctor Guillermo Balderrama Noriega, aceptó un pago de 15 mil pesos de la empresa desarrolladora para tener la escritura del predio de cuatro mil metros cuadrados que abarca la manzana entre las calles uno y privada Sacramento, y las avenidas 7 y 8, que tiene un costo aproximado de 20 millones de pesos.
Esa zona era la destinada como área verde de la colonia; durante años los vecinos han sembrado ahí más de 200 árboles, los han cuidado y reforestado y ahora fueron despojados de ella. Ahora exigen al Municipio que les regresen esta área que se regaló hace varias administraciones.
Esto cobra relevancia, porque en Hermosillo existe un déficit enorme de áreas verdes; según Hermosillo ¿Cómo Vamos?, en la ciudad solo hay una extensión de 4.5 kilómetros cuadrados de áreas verdes, lo que representa apenas 4.5 metros cuadros por ciudadano, cuando la recomendación es de 16 m2 para tener bienestar.
En el 2020 las áreas verdes en fraccionamientos se redujeron un 76%, al pasar de 26 a solo seis, lo que da un triste 0.002 m2 por persona en esas colonias.
Por eso, el recuperar el área verde de Sacramento y salvar el Cerro Johnson se vuelve algo urgente para la ciudad, y un reto para ver si el alcalde Antonio Astiazarán está preocupado por el medio ambiente y atiende los reclamos ciudadanos. De verdad por el bien de Hermosillo y de la ecología, esperemos que si pueda.
Así lo Veo yo. Cómo lo ven ustedes.