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Contra el calor, una buena lectura

Por Imanol  Caneyada

Corren tiempos turbulentos en Sonora. Tiempos de encono, rabia y crispación. Tiempos coléricos de transformación, tiempos que requieren un espacio para la reflexión y el reposo.

También son los tiempos en los que el termómetro nos sitúa en esa escala de lo inhumano, caldera del diablo, tiempos en los que los grados centígrados juegan con nuestra capacidad de resistencia.

Contra todo ello, y habida cuenta de que entramos en un periodo vacacional, proponemos la lectura como un antídoto, una forma de reordenar el mundo, nuestro mundo, una posibilidad para pasar unas horas en la bendita atmósfera de los climas artificiales con un libro en las manos que, entre otras cosas, nos permita trasportarnos a otros climas y geografías de una manera económica.

Aquí algunas lecturas recientes y no tan recientes que compartimos con ustedes, más como una provocación que como una guía, pues en esto de las letras, las recomendaciones a veces son contraproducentes.

La naturaleza de esta “lista” no responde a géneros ni épocas ni geografías, solamente a los gustos de un lector desordenado y un poco omnívoro.

“Power”, de Naomi Alderman

En esta época en que la lucha de las mujeres por el reconocimiento de la igualdad ante las leyes y contra las violencias de género ha conquistado cimas insospechadas (aunque queda mucho camino por recorrer), la visión que nos proporciona al respecto “Power” (la editorial Roca respetó el título inglés en la versión española), una novela  de la jovencísima autora Naomi Alderman, es compleja, estremecedora y, por lo mismo, muy gratificante.

Se trata de una distopía en la que, de manera inexplicable, a las mujeres de todo el planeta les brota, como a las anguilas, un nudo eléctrico en la clavícula que genera descargas de energía mortales y que poco a poco aprenden a controlar y manejar.

El planteamiento de Alderman en esta novela es que el patriarcado se basa únicamente en la fuerza física del hombre sobre la mujer, pero cuando las mujeres compensan esta desventaja gracias a la misteriosa energía eléctrica que las convierte en armas mortales, el equilibrio de poderes tradicional se trastoca y, por consiguiente, el orden mundial también.

A partir de esta premisa, “Power” plantea un profundo análisis sobre la naturaleza del poder, sin importar si está en manos de hombres o mujeres. El desenlace es alucinante.

“El cuento de la criada”, Margaret Atwood

Ya sabemos que la adaptación de esta novela la pueden encontrar en Netflix, pero recomendamos muchísimo su lectura por la riqueza y complejidad existencial de los personajes que la serie no puede captar.

El libro en cuestión vio la luz por primera vez a principios de los ochenta, pero treinta años después ha cobrado una enorme vigencia, entre otras cosas, por la llegada de Trump al poder respaldado por el puritanismo protestante de Estados Unidos, los estados islámicos que aplican la ley “sharia” sin restricciones y, al mismo tiempo, movimientos sociales como el “Me too”.

Se trata, como la novela de la Alderman, de una distopía. En Estados Unidos ha triunfado un gobierno ultraconservador, ultrarreligioso, que poco a poco impone una teocracia en la que la Biblia (principalmente el Antiguo Testamento) es interpretada al pie de la letra, con absoluta literalidad.

En este nuevo mundo que niega el anterior, donde las libertades y los derechos de las minorías estaban en proceso de consolidación, las mujeres son esclavas en toda la extensión de la palabra. Esclavas sexuales, reproductoras, laborales, objetos propiedad de los hombres.

La criada Defred, cuya única función en esta nueva sociedad es la reproductora para perpetuar la especie amenazada por la esterilidad, nos cuenta desde una intimidad y una honestidad brutales, su vida cotidiana, sus funciones sociales, sus anhelos, sus recuerdos de aquel mundo perdido, sus terrores, al tiempo que va gestándose en su interior una rebeldía que encontrará eco en otras mujeres en su situación.

“El cuento de la criada” fue reeditado en español por la Editorial Salamandra.

“El ejército furioso”, Fred Vargas

Esta autora francesa recibió hace unos meses el premio a las letras Princesa de Asturias, uno de los reconocimientos más prestigiosos que se otorgan en el mundillo literario. Algunos quisieron interpretar con este reconocimiento que la novela negra entraba por fin a los círculos de la alta literatura, aunque ya otros autores del género habían recibido dicho premio, como el cubano Leonardo Padura, creador del detective Mario Conde, o el autor irlandés John Banville (quien bajo el seudónimo Benjamin Black ha escrito una serie de novelas negras ubicadas en la Irlanda de los 50).

Pero más allá de galardones fifí, por citar a ya saben quién, la verdad es que Fred Vargas escribe una novela negra deslumbrante. Sus tramas son complejas e inesperadas, sus personajes enormemente singulares y las atmósferas, envolventes hasta el desaliento.

En esta entrega, el comisario Adansberg viaja a Normandía para resolver una serie de crímenes que en la creencia popular son ejecutados por un ejército de fantasmas que asola la región desde los tiempos de la Edad Media.

El ambiente opresivo de la región, la extravagancia de los personajes y la premisa y los muy poco ortodoxos métodos de este singular comisario, hacen de El ejército furioso (publicado en español por Siruela) una lectura deliciosa, apasionante y llena de sorpresas.

Fuera la ficción

Para aquellos que prefieran los libros que apuntan al ensayo o a la investigación periodística, le proponemos dos lecturas que, a su manera, nos ayudarán a interpretar los tiempos que corren en nuestro país.

La primera es del pensador estadounidense Noam Chomsky, quien en su libro “¿Qué clase de criatura somos?” (Ed. Ariel), aborda los aspectos fundamentales que definen nuestra condición humana desde lo lingüístico, lo científico y lo político social.

Es especialmente recomendable el capítulo “El bien común”, en el que plantea una serie de conceptos sobre la democracia y el neoliberalismo que nos ayudará a entender mejor el trance histórico por el que atraviesa México en este momento.

Y si hablamos de entender realidades, para comprender la realidad judicial de nuestro país los retamos con una rigurosa investigación sobre el caso de la supuesta banda de secuestradores encabezada por Israel Vallarta y Florence Cassez; nos referimos a “Una novela criminal” (Alfaguara), de Jorge Volpi, novela de no ficción o testimonial en la que se muestran los entresijos del poder, las raíces más hondas de la corrupción y su alcance, así como los embotados mecanismos de la justicia.   

Con sabor a carne asada

Y para cerrar esta lista muy sui géneris de recomendaciones o sugerencias o exposición de motivos literarios, va un libro de un autor sonorense, Carlos R. Padilla, cuya lectura debería ser obligada en todas las escuelas de periodismo y comunicación: “No toda la sangre es roja” (Ed. Nitro Press), un conjunto de crónicas periodísticas en la que los muertos tienen derecho a su historia y a su nombre propio, al tiempo que se convierte en una declaración de amor al oficio de reportero.

Aunque nuestra mejor recomendación es que se disponga a explorar la librería física o virtual de su preferencia y busque aquellos libros que responden a sus intereses estéticos y temáticos. Luego, encuentre un buen lugar refrigerado, la bebida que más le guste al alcance de su mano y convierta este pequeño infierno climático en un paraíso de letras. 

¡Bon apetit!