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Crece inconformidad en el río Sonora en contra de Grupo México‏

Por Daniel Sánchez Dórame/

URES, 17 de Diciembre.- Unos mil habitantes del río Sonora bloquearon la carretera Federal Número 14 como medida de presión para que el Fideicomiso cumpla con la promesa de indemnizar a sectores productivos afectados por el mayor desastre ecologico en la historia de la minería responsabilidad de Grupo México.

En tanto, otro grupo de damnificados que han padecido más de cuatro meses con escasez de agua, advierten que el próximo viernes realizarán una marcha pueblo por pueblo ante la amenaza del consorcio minero de cerrar en definitiva la planta potabilizadora que abastece de agua en garrafón para consumo de los 25 mil habitantes de siete municipios.

A partir de las 7:00 horas (9:00 tiempo de la Ciudad de México), los inconformes con la falta de pagos para la remediación del daño económico, se apostaron sobre la cinta asfáltica de la única carretera que comunica a los pueblos del río Sonora con esta Capital, donde solamente permitieron el paso a unidades de emergencia, provocando largas filas de vehículos varados en ambos sentidos, que alcanzaron varios kilometros de longitud.

«La minera no ha respondido a las expectativas de los afectados por su negligencia, los encargados de pagar las indemnizaciones han utilizado el dinero a su conveniencia y los recursos no están llegando a los verdaderos afectados», afirmó Irma Escalante, comerciante del municipio de Ures.

El momento más álgido de la manifestación ocurrió cuando una pipa cargada con gasolina intentó burlar el bloqueo y estuvo a punto de volcarse; en tanto a los márgenes de la carretera niños, adultos mayores y viajeros, padecieron las inclemencias del clima, falta de agua y alimentación.

Por su parte, habitantes de Baviacora, Arizpe, Aconchi y Banamichi preparan una caravana que partirá el próximo viernes de la parte alta del río hasta llegar a las oficinas centrales de Grupo México en Hermosillo, donde manifestarán su inconformidad y temor debido a que la minera pretende suspender la repartición de agua en garrafón de la cual dependen para beber.

image3«Nosotros estábamos acostumbrados a beber agua directamente de la llave, agua de pozo, pero a raíz del derrame tóxico por la irresponsabilidad de la minera tuvimos que empezar a tomar agua de garrafón y embotellada; no es un lujo, es una necesidad y desconfiamos totalmente de la pureza del agua de los pozos, la cual podemos utilizar para el aseo pero no para consumirla, es una injusticia y un abuso más de Grupo México», afirmó Beatriz Andrade.

Fue el pasado 6 de agosto cuando la falla en un represo utilizado en la operación de la mina de Cananea, Buenavista del Cobre, provocó un derrame tóxico al río Sonora, caudal que abastecía a miles de familia con agua para consumo humano y actividades productivas, donde sus habitantes han padecido escasees del vital líquido y la caida estrepitosa en su economía.